Al Amorebieta le sobraron diez segundos en su visita a un imponente Eibar que acabó pidiendo la hora en el estreno de Haritz Mujika al mando de las operaciones. No pudo sumar punto alguno el técnico de Pasaia en su primer partido como entrenador azul, si bien nada cabe reprochar al colectivo más allá de la falta de tino en el remate y una nefasta puesta en escena que le costó un gol que resultó decisivo a la postre. Solo cuatro pases y cinco toques al esférico, no en vano, necesitaron los armeros para abrir el marcador en una jugada de estrategia que nació en el saque inicial y que, fruto de un error de concentración de Markel Lozano, dejó a Stoichkov en el mano a mano con Santamaría para hacer el 1-0.
No pudo comenzar peor el derbi para un Amorebieta que se encontró de salida con un tanto en contra que hizo saltar por los aires el plan de partido diseñado por Mujika. El tremendo golpe, sin embargo, no tumbó a los zornotzarras, que tomaron el pulso al encuentro con el paso de los minutos hasta neutralizar y tener bajo control al líder en solitario de LaLiga SmartBank. Como avanzó en su comparecencia previa al envite el nuevo técnico azul, no requirió para ello de ninguna revolución. Acaso sí en cuanto a los nombres de los futbolistas que integraron el once inicial, pues fueron cinco las novedades en una alineación en la que no pudo figurar Guruzeta por una indisposición de última hora y en la que recuperaron su lugar Irazabal y Markel Lozano en defensa, así como San José y Javi Ros en la medular y Sergio Moreno en la delantera.
Uno de ellos, además, tuvo la ocasión más clara para poner las tablas en el marcador en la segunda mitad. Fue San José, con un cabezazo a centro de Iker Bilbao tras incorporarse desde segunda línea y sorprender a la zaga local, quien rozó el 1-1 en el minuto 58. Lo evitó el pecho de Cantero, quien repelió el cuero con el cuerpo antes de que, en el rechace, el centrocampista iruindarra, de vuelta al once en liga cinco meses después, no acertara a conectar con éxito un segundo disparo que salió desviado. No fue el único jugador del Amorebieta que pudo perforar las redes locales en un segundo acto en el que los zornotzarras intensificaron su ofensiva. Tras reponerse al varapalo inicial, nivelar la contienda en cuanto a juego y ocasiones e, incluso, ver cómo un fuera de juego evitaba que el gol marcado por Obieta tras regatear a Cantero subiera al luminoso en el minuto 36, los de Mujika dieron un paso al frente después del descanso.
SIN PREMIO
Lo demandaba la situación y lo hizo un equipo que, a nueve puntos de la salvación con once jornadas por delante, consiguió maniatar y someter por momentos a un Eibar que sudó de lo lindo para conservar la ventaja adquirida en la primera acción del pleito. El paso adelante que dieron los azules en los segundos 45 minutos quedó reflejado en las estadísticas, pues hasta un 54% de posesión de balón tuvieron los de Mujika, que buscaron sin éxito la portería armera en seis ocasiones durante una segunda mitad en la que el Amorebieta mereció el premio del empate.
Solo en acciones esporádicas y al contragolpe, sin ir más lejos, pudo el Eibar crear peligro en las inmediaciones de Santamaría, quien apenas tuvo que intervenir más allá de un potente, pero centrado disparo de Edu Expósito desde la frontal del área en el minuto 48 y un intento final de los guipuzcoanos con el derbi a punto de concluir. Entre medias, cierto es, los hombres de Gaizka Garitano, quien tuvo que ver el encuentro desde la grada tras su expulsión en Cartagena, pudieron doblar su ventaja en un vis a vis de Yanis Rahmani con Santamaría y en un disparo de Corpas que se estrelló contra el larguero.
No hubo, sin embargo, más amenazas en el área zornotzarra, pues el juego se volcó hacia la portería eibartarra sin que ningún jugador azul acertara en la definición. Unzueta, uno de los futbolistas que entraron desde el banquillo, fue el último en probar fortuna con un remate de primeras desde la corta distancia en el minuto 95 que se marchó fuera. Diez segundos, así las cosas, valieron más que 98 minutos.