Una pionera red de cuidados asistenciales

El novedoso modelo de atención Gizarea se implanta ya en tres residencias forales de Álava (Lakua, Etxebidea y Ajuria) y se extenderá a otras dos (Txagorritxu y Zadorra) a lo largo del año. La residencia foral Lakua fue la que tuvo la oportunidad de participar en el pilotaje de este programa y sus excelentes resultados están demostrados: un 54% de las personas usuarias ha bajado el uso de psicofármacos o incluso los ha suprimido totalmente; la satisfacción de las familias con los cuidados ha crecido de 26,8 a 29 puntos (sobre un máximo de 30) y el índice de estrés laboral se ha reducido en 12 puntos porcentuales.

Así los compartió ayer el diputado general de Álava, Ramiro González, y el diputado de Políticas Sociales, Emilio Sola, durante el encuentro que mantuvieron en ese centro con familiares y personal del mismo.

González y Sola en el encuentro con personal y familiares de la residencia foral Lakua. Pilar Barco

“En algún momento de nuestra vida todos y todas vamos a cuidar y todos y todas vamos a ser cuidados y la reflexión que tenemos que hacer es cómo queremos que nos cuiden, cómo queremos sentirnos cuando nos cuiden y la respuesta yo creo que es relativamente sencilla: todos debemos de colaborar en los cuidados: profesionales, instituciones y familia”, destacó.

Si bien, “solo trabajando juntos, avanzándose a las necesidades de todos y todas, podemos mejorar estos cuidados. Con este programa yo creo que, tras lo que hemos escuchado, se sienten mejor los profesionales, familias y personas que viven aquí”. Por eso la idea es “seguir trabajando con este proyecto en el resto de residencias del territorio e incluso en residencias del ámbito privado que lo quieran implantar”.

Implicación

Por su parte, la directora de la residencia foral Lakua, Marta Cerezo, en la que el modelo Gizarea se ha implantado en la totalidad del recurso, destaca que Gizarea “no es solamente un proyecto nuevo. Va un poco más de la atención centrada en la persona, que siempre se ha intentado llevar. Pone en el centro a la persona que cuidamos aquí, a sus familiares y a los trabajadores que participamos en el cuidado para que todos nos sintamos mejor y que siempre haya relaciones de confianza. Así, la mejora de la atención redunda en todos”.

Para Santi Carvajal, que tiene a su madre en su centro, Gizarea ha supuesto “mejorar el hogar que ya había, esto le ha dado un impulso sobre todo a la relación y al conocimiento entre usuarios, trabajadores y familiares”. Y para Rocío Martínez, nuera de una persona usuaria, “ha bajado la toma de medicación. Ellos se sienten más tranquilos porque se sienten mejor y nosotros tenemos más confianza con ellos”.