Marta ha encontrado en TikTok una plataforma para compartir su vida diaria y el proceso de adaptación tras mudarse a Alemania con su bebé y su marido. Bajo el perfil de @marta_mama, comparte sus rutinas, consejos y experiencias en este nuevo país. Recientemente, uno de sus vídeos se ha vuelto viral al explicar el sistema de reciclaje en Alemania, un tema que ha despertado el interés de muchos de sus seguidores.
En el video, Marta muestra cómo funciona el reciclaje de botellas de plástico y cómo las devoluciones de envases permiten ahorrar dinero en la compra. Este sencillo pero eficiente sistema es uno de los pilares del compromiso alemán con el medio ambiente, y Marta no ha tardado en reconocer sus beneficios.
¿Cómo se recicla en Alemania?
En su video, Marta explica de manera clara cómo funciona el reciclaje de botellas de plástico en Alemania. La influencer comienza relatando que al comprar una botella de agua, el precio incluye un depósito o pequeño recargo adicional que oscila entre 10 y 30 céntimos según el tamaño del envase. Este depósito se reembolsa al devolver la botella vacía a las máquinas de reciclaje instaladas en la entrada de la mayoría de los supermercados. Estas máquinas reconocen el tipo de botella a través de su código de barras y determinan el importe a devolver.
Con una bolsa llena de botellas vacías, Marta y su marido se dirigen al supermercado para probar el sistema. "Llevamos 13 botellas, y hemos acumulado 6,06 euros", cuenta. Al finalizar el proceso de devolución, las máquinas expiden un ticket con el total a devolver, el cual puede utilizarse en la caja del supermercado para descontar el importe de la próxima compra. "Un punto a favor para Alemania", concluye Marta, destacando lo práctico y motivador que resulta este sistema para fomentar el reciclaje.
Este método, conocido como el sistema de depósito, es muy popular en Alemania, donde se aplica no solo a botellas de plástico, sino también a envases de vidrio y latas. Al incentivar a los consumidores con una devolución económica, el país ha logrado una alta tasa de reciclaje de envases, contribuyendo a reducir los desechos y promoviendo un consumo más responsable.
Hábitos que podemos incorporar en casa para reciclar más
El éxito del sistema alemán de reciclaje invita a reflexionar sobre qué hábitos podemos adoptar en casa para mejorar nuestra propia gestión de residuos y ser más conscientes del impacto ambiental. Aunque en muchos países no existe un sistema de depósito tan desarrollado como el alemán, hay varias prácticas que podemos incorporar en nuestra vida diaria para aumentar el reciclaje y reducir nuestra huella ecológica.
- Separar adecuadamente los residuos: Uno de los primeros pasos para reciclar más en casa es aprender a separar correctamente los residuos. Dividir la basura en categorías como plásticos, vidrio, papel, orgánicos y desechos generales facilita el proceso de reciclaje y evita la contaminación cruzada. Utilizar distintos cubos o bolsas para cada tipo de residuo es una medida sencilla que mejora considerablemente la eficiencia del reciclaje.
- Reutilizar envases: Aunque no contemos con máquinas de devolución de envases como en Alemania, podemos adoptar la mentalidad de reutilizar los recipientes que ya tenemos en casa. Botellas de vidrio, frascos o bolsas de tela pueden usarse una y otra vez, reduciendo la cantidad de residuos que generamos. Además, cada vez más tiendas permiten llevar tus propios envases para rellenarlos con productos a granel.
- Reducir el consumo de plásticos de un solo uso: El plástico es uno de los materiales más dañinos para el medio ambiente, y muchos de los envases que usamos a diario son desechables. Optar por alternativas reutilizables, como botellas de acero inoxidable, bolsas de tela o pajitas de metal, puede marcar una gran diferencia. Además, elegir productos que vengan en envases reciclables o que generen menos residuos también ayuda.
- Compostaje: Otro hábito que podemos adoptar es el compostaje de residuos orgánicos. Restos de comida como cáscaras de frutas, verduras o posos de café pueden convertirse en compost para nutrir plantas y jardines. Aunque en algunos hogares no hay espacio para un compostador tradicional, existen soluciones más compactas, como vermicompostadores, que permiten llevar a cabo este proceso en espacios reducidos.
- Compra consciente y planificada: A la hora de hacer la compra, es importante ser conscientes de lo que adquirimos y cómo está envasado. Optar por productos con menos embalajes o aquellos que utilicen materiales reciclables puede reducir significativamente la cantidad de residuos generados. Además, planificar bien las comidas y comprar solo lo necesario ayuda a evitar el desperdicio de alimentos, que también es una forma de contaminación.
- Participar en programas de reciclaje locales: Muchas ciudades y municipios cuentan con programas de reciclaje o puntos de recogida selectiva para materiales como electrónicos, baterías o aceites. Participar en estos programas es una excelente manera de asegurarse de que los desechos peligrosos o difíciles de reciclar reciben el tratamiento adecuado y no acaban en vertederos.