Alavés

Una vía aún por explotar

El regreso de Miguel de la Fuente, sumado a la llegada de Villalibre, abre la posibilidad de que, si lo necesita, Luis García pueda jugar con dos delanteros al mismo tiempo
De la Fuente sigue tan bregador como siempre, pero no marca ante la portería rival desde hace varias semanas.

La vuelta de Miguel de la Fuente es una gran noticia para el Deportivo Alavés. Pese a que no disfrutó de ningún minuto el pasado sábado, el delantero vallisoletano sí que pudo sentarse en el banquillo durante el duelo que disputaron los babazorros –y que terminó en empate a cero– frente al Cartagena y, una vez superadas las molestias en el tobillo, solo le queda ir entrando poco a poco en dinámica para así recuperar el ritmo de competición.

Ahora bien, esto último no va a ser tarea sencilla. En la actualidad, la competencia por entrar en el once titular es máxima, solo hay que ver el rendimiento que están dando tanto Mamadou Sylla como Asier Villalibre, y la realidad es que, habiendo un único puesto en la punta del ataque, la cosa se complica aún más. A no ser, eso sí, que Luis García Plaza decida dar oportunidad a otros esquemas, lo cual, visto lo visto, sería sorprendente.

Hasta ahora, el 4-2-3-1 ha sido el dibujo que ha regido el juego del Alavés durante el curso y, salvo en el mes de diciembre, lo cierto es que ha dado bastantes alegrías. A falta de trece jornadas para el final de la fase regular, los albiazules ocupan la tercera posición de la tabla y, además, están a solo un punto de distancia de los puestos de ascenso directo, por lo que aún no hay nada decidido, si bien es innegable que cada pinchazo va a ser casi crítico.

Es por ello que, en principio, se espera que Luis García siga dando continuidad a lo que está funcionando, sobre todo si ya lo hizo cuando los resultados no les acompañaron. Aun así, nadie puede obviar que el mero hecho de contar con un amplio abanico de posibilidades es algo muy positivo; especialmente, si se tienen en cuenta los distintos escenarios a los que va a tener que hacer frente el Glorioso de aquí a final de campaña.

Miguel de la Fuente trata de superar a un jugador del Ibiza en Can Misses, donde se vio por primer y última vez al Alavés con un 4-4-2 de inicio. Redacción DNA

Y esa opción que ahora, con la vuelta de Miguel, es viable, antes no lo era. Pese a que todas las zonas, salvo la portería, han sufrido alguna que otra baja durante la temporada, la vanguardia ha sido, sin duda, la más damnificada. Primero con la lesión de Sylla, quien, por una acción a priori absurda, se perdió 15 partidos de Liga, y luego debido a las molestias que ha arrastrado el propio atacante vallisoletano por forzar durante el mes de enero.

En consecuencia, el 4-4-2 ha sido una auténtica utopía a lo largo del curso, en el que cotidianamente solo se ha contado con dos delanteros del primer equipo en la plantilla, y buena muestra de ello es que solo ante el Ibiza en Can Misses, donde, precisamente, tuvo que retirarse a la enfermería el jugador senegalés, pudo verse al Alavés con esa formación de inicio. Algo que, por fortuna para el entrenador babazorro, ya es cosa del pasado.

Con su formación de dos delanteros, tanto si se llega a emplear de inicio como si aparece durante el transcurso de algún partido, los babazorros pierden presencia en el centro del campo, pero, al mismo tiempo, la ganan dentro del área. Eso favorecería un juego más directo y, dependiendo las cualidades de los delanteros elegidos, habría que potenciar más o menos los centros laterales, pues no es lo mismo jugar con Villalibre que con Sylla.

El gran beneficiado en un cambio de dibujo, eso sí, sería Miguel. Como segundo delantero, el vallisoletano no sentiría tanto esa presión por marcar, pues no sería su principal tarea, y podría centrarse así en explotar sus cualidades. Es decir, pelear constantemente con la zaga, lo que genera multitud de espacios y oportunidades a sus compañeros, y aprovechar, a la par, los señuelos que provoque el nueve para desmarcarse y buscar portería.

La presión en la salida de balón, cabe mencionar, no sería muy distinta a la actual. Aunque al atacar se puede observar claramente cómo tanto Jon Guridi como Rober González actúan en la mediapunta, lo cierto es que, a la hora entorpecer la iniciación del rival, uno y otro forman muchas veces a la par del delantero que esté en ese momento. Sobre todo, en los primeros compases de los partidos, cuando aún el físico no genera preocupación.

01/03/2023