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Una víctima niega consentimiento porque despertó cuando el acusado la penetraba

Vista general de los Juzgados de la Audiencia de Gipuzkoa

La víctima de una agresión sexual presuntamente ocurrida en el contexto de las fiestas de la Semana Grande de Donostia de 2019 ha negado este martes haber accedido a mantener relaciones con el hombre acusado de los hechos porque, según ha dicho, ella estaba ebria y despertó cuando él la estaba penetrando.

Los hechos, que han sido juzgados este martes en la Audiencia de Gipuzkoa, sucedieron la madrugada del 13 de agosto de 2019 en el domicilio del acusado, al que la chica acudió invitada por el hombre después de haber vomitado en varias ocasiones tras haber estado bebiendo junto a otros dos amigos, otro varón y una mujer, por la capital guipuzcoana.

La víctima y estas dos últimas personas habían acudido días antes en una furgoneta desde fuera del País Vasco para pasar varias jornadas de fiesta en Donostia, donde habían contactado con el procesado que hizo las veces de anfitrión.

La Fiscalía de Gipuzkoa reclama ahora para él ocho años de prisión como autor de un delito contra la libertad sexual y una compensación de 6.000 euros, la misma pena que pide la letrada Mari Paz Sa Casado que ejerce la acusación particular en representación de la víctima, quien solicita además una indemnización de 30.000 euros.

En la vista oral, celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, tanto el acusado como la víctima han coincidido en el relato de las horas previas a la presunta agresión, cuando todos ellos estuvieron bebiendo varias botellas de sidra hasta que la perjudicada comenzó a sentirse "muy mal" y el acusado se ofreció a llevarle en moto para dormir en su casa, ducharse y descansar.

A partir de este momento, la versiones difieren, ya que la chica sostiene que el procesado la violó cuando estaba dormida aún bajo los efectos del alcohol, mientras que el hombre mantiene que, tras un primer momento en el que la chica le manifestó claramente su rechazo a las relaciones, luego ella "se rozó" con él lo que le dio pie a pensar que finalmente accedía a ellas.

Durante el juicio, la perjudicada ha negado esta posibilidad y ha recordado que ya, al poco de llegar a casa y tumbarse vestida sobre la cama, el hombre comenzó a tocarla y a intentar darle besos, si bien ella le dijo "que no, que quería descansar" porque se encontraba "mal" y quería "dormir".

"Él me respondió: bueno yo voy a sacar a pasear al perro y cuando vuelva hacemos lo que quieras: o dormimos o follamos", ha desvelado la mujer, quien volvió a reiterarle que no quería "follar", tras lo que el encausado abandonó de la habitación y ella se quedó dormida, porque aún seguía afectada por el alcohol, "muy mareada" y "aturdida".

"Luego ya me desperté -ha descrito- y esta persona estaba encima de mí, yo estaba desnuda de cintura para abajo y me estaba penetrando. Yo me había acostado con toda la ropa puesta, no me había quitado ni los pantalones ni la ropa interior".

En esta situación de sorpresa, la chica le pidió que "parara", a lo que el varón respondió con una expresión "parecida a no jodas, venga hombre ahora sales con estas", pero como ella se puso "muy nerviosa" finalmente él le pidió que se tranquilizara y le dijo: "vale, vale que no te voy a violar que ya paro y paró".

La damnificada ha aclarado que en ese momento quiso abandonar la casa, pero no lo hizo porque "no sabía dónde estaba", "fuera llovía un montón", se encontraba "supermal", no le quedaba batería en el móvil y no sabía "dónde ir", por lo que esperó a la mañana siguiente para coger el tren y desplazarse al lugar donde estaban sus otros dos amigos en la furgoneta.

Por su parte, el procesado ha comentado que al poco de llegar a casa propuso a la chica "si le apetecía" mantener relaciones, a lo que en un primer momento ella dijo que no "claramente", por lo que desistió y salió a pasear al perro, aunque al regresar y acostarse junto a ella en la cama, la chica se le acercó "en posición" fetal y "se rozó" con él, por lo que pensó que "había cambiado de parecer" y que "le apetecía".

El hombre, defendido por la letrada Koro Arregi, ha relatado que a continuación la chica "se quitó las bragas" y ella le incitó a practicarle sexo oral, tras lo que "hubo penetración" si bien en un momento dado ella le pidió que parara porque se "sentía mal" y así lo hizo.

A continuación, él le preguntó "qué pasaba", ella le pidió "un vaso de agua y un ibuprofeno", ambos continuaron hablando un tiempo y posteriormente se durmieron y a la mañana siguiente la acompañó al tren, ha resumido el hombre.

En la vista han declarado otros testigos, entre ellos el otro varón que alternó aquella noche con el acusado y la víctima, que ha recordado que al día siguiente la perjudicada denunció lo sucedido en el "punto morado" de las fiestas de Donostia que emitió un comunicado de condena y paró la música aquella jornada festiva.

15/03/2023