“No ha habido una gran entrada. A ver si volvemos a los sábados”, comentó este domingo Unai Laso en los vestuarios del Labrit de Iruñea tras imponerse a Jon Ander Peña en el primer partido de la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio. Con los números en la mano, la prueba dominical en la cancha iruindarra no salió del todo bien para la Liga de Empresas, ya que se registró una entrada de unos 600 espectadores cuando la costumbre suele ser de un lleno absoluto en los festivales sabatinos.
Tal cuestión confronta además con el predicamento del que, teóricamente, se presume con el magnífico delantero de Bizkarreta-Gerendiain en la cancha iruindarra. Así, el tirón del errotarra en un partido atractivo ante Peña II no fue suficiente para cambiar el pie del Labrit. Entonces, conviene reflexionar cuál es la razón por la que sí funciona en sábado y atado a una jarana que, en muchas ocasiones, es contraproducente para el espectáculo –pitos a algunos pelotaris o comportamientos indecorosos en la gradas–.
En cualquier caso, el delantero de Bizkarreta-Gerendiain cimentó en el saque un partido de alternancias en el que hubo bastantes fallos por ambos bandos. De hecho, el buque insignia de Baiko finalizó la cita con el sabor agridulce de haber hecho algún “regalo de más”. Con todo, el errotarra, que llegaba rodado tras haber pasado por encima de Iker Salaberria en octavos de final (22-6), se apoyó en el saque para hacer daño a Peña II. El navarro finalizó seis tantos con el primer disparo, tres de ellos al ancho.