Unai Laso remó a contracorriente durante casi todo el partido, luchó contra un marcador que tuvo en contra hasta el 16-15, pero no bajó los brazos en ningún momento y terminó llevándose su primera txapela del Cuatro y Medio. Delante no tuvo un rival asequible, Peio Etxeberria demostró porque era uno de los finalistas y realizó una actuación digna de una final como esta, a pesar de que falló en el momento más importante del duelo navarro por la txapela.
Además, Laso se ha quitado dos espinas de un tiro: ha dejado atrás de manera definitiva esa lesión de cadera que sufrió en 2022 y ha dejado en el olvido la abultada derrota que sufrió ante Altuna (22-5) en la final del último Manomanista, en el mismo escenario en el que hoy se ha coronado. Sin embargo, y a pesar de haberse hecho con la victoria finalmente, el encuentro no arrancó de la mejor manera para el de Biscarret-Guerendiáin. Etxeberria comenzó impoluto, sin ningún pero. Con una tacada de cinco tantos, el de Zenotz marcó el ritmo de la final desde el inicio, parecía que estaba intratable, además de cómodo.
Sin embargo, Laso iría acercándose poco a poco a Etxeberria y no bajaría los brazos en ningún momento del encuentro. Con un fallo del de Zenotz, Laso ponía el 5-7 en el marcador, que nivelaba el duelo por la txapela entre los navarros. A partir de ese momento, la final fue un tira y afloja entre ambos pelotaris, que han luchado hasta el último tanto y han regalado un verdadero espectáculo a todos los aficionados del Bizkaia de Bilbao. Etxeberria, en cambio, ha marcado el ritmo del partido durante buena parte del mismo, ya que no ha dejado acercarse a Laso en el marcador hasta el 15-15.
El de Zenotz ha intentado escaparse con varias acciones que han levantado al frontón, pero Laso no daba un punto por perdido y luchaba cada uno de los mismos sin importar el marcador. De hecho, cuando parecía que Etxeberria iba a volver a abrir una brecha en el luminoso, el de Biscarret-Guerendiáin ha hecho cuatro tantos consecutivos para igualar la final por primera vez en todo el transcurso de la misma, poniendo el 14-14 en el marcador y dejando claro que no se iba a rendir en ningún momento. A partir de ese empate, Laso solo ha estado dos veces por detrás en el marcador y cuando la final lo pidió, sacó su mejor versión.
De hecho, ha sido aquí cuando ha llegado la primera ventaja de Laso en todo el partido para ponerse 16-15 y un poco más cerca de la txapela, aunque estaba todo por decidir. Etxeberria no ha tirado la toalla, ni mucho menos, ha seguido dando guerra y la final estaba completamente abierta. Sin embargo, el momento crítico para el de Zenotz ha llegado con un fallo provocado por Laso con un gran golpe, lo que ha supuesto el 20-17 para él. De nuevo, aunque parecía que se le ponía de cara el duelo al de Biscarret-Guerendiáin, Etxeberria conseguía un tanto que le supo a gloria para evitar que Laso se marchase casi de manera definitiva en el marcador.
Sin embargo, Laso no iba a dejar escapar la ventaja por la que tanto había luchado durante toda la final. Con un punto que ha levantado a todo el frontón, el de Viscarret-Guerendiáin ponía el 21-18 que dejaba el partido casi decidido para él. Pero Etxeberria no ha dejado de creer en sí mismo ni en sus opciones de hacerse con la txapela, y conseguía darle una vida más a la final con uno de los tantos más disputados de todo el duelo. La final estaba completamente abierta y cualquiera se la podía llevar, pero esa ventaja con la que contaba Laso le daba un punto más de confianza. Una confianza que aprovechó para hacer el tanto definitivo que le ha terminado dando su primera txapela del Cuatro y Medio.