Recién aprobado el proyecto de presupuestos para 2023, que ha empezado ya su tramitación parlamentaria, el diputado general, Unai Rementeria, confía en que las previsiones se cumplan pese a la incertidumbre económica, es cauto en prolongar los descuentos en el transporte público, aboga por que la lanzadera Sestao-Getxo sea de pago y sueña con ver el Tour, ya sin la coletilla del cargo, en alguna montaña de Urdaibai. Le quedan ocho meses por delante que, asegura, va a exprimir al máximo. “Desde la política se puede mejorar la vida de la gente; si no, no tendría sentido”, repite.
‘Este año dos mantas porque no va a haber quien encienda la calefacción’, se escucha en la calle medio en broma, medio en serio. ¿Cuánto se van a tener que apretar el cinturón los vizcainos?
Ya lo estamos haciendo; con una inflación de casi un 10% el mismo dinero te da para menos. Pero siempre es mejor poner menos el termostato y un jersey más; yo lo he hecho siempre en mi casa.
Pero hay quien ni con dos jersey.
Por eso nos tenemos que centrar mucho en las personas que no pueden pagar las facturas. Para eso tenemos todas las ayudas que hemos puesto en marcha las seis instituciones vascas.
¿Es suficiente con una deflactación de 7,5 puntos con esa inflación?
Hemos puesto al servicio de la ciudadanía la fiscalidad, que no tiene que tener solamente un afán recaudatorio. Con esa deflactación en el IRPF, más 400 euros de deducción, vamos a neutralizar hasta un 25% de la inflación, en las rentas pequeñas y medianas, de hasta 30.000 euros.
¿Y el ‘cinturón foral’?
De cara a su organización interna, por supuesto: si tú a la sociedad le demandas una cosa primero tienes que dar ejemplo. Pero cuando a las empresas les cuesta, y no es el caso, la Administración tiene la obligación de seguir invirtiendo para sacar adelante las grandes transformaciones.
“ En 2023 puede haber una desaceleración pero las previsiones de Bizkaia son objetivas y rigurosas ”
Con la incertidumbre económica que existe hoy en día, choca que la Diputación presente el presupuesto más alto de su historia. ¿De dónde va a salir tanto dinero?
Estamos con un crecimiento cercano al 8% respecto el ejercicio anterior. Hemos tenido un 2021 bueno y un 2022 muy bueno, a pesar de todo lo que está pasando. Las empresas están teniendo buenos números a pesar de que en sus beneficios no están el mismo nivel que antes de la pandemia; tenemos un empleo que no hemos conocido en los últimos años y eso hace que haya más retenciones, haya más recaudación. En 2023 puede haber una desaceleración, un crecimiento no tan amplio como el que estamos teniendo.
¿Se cumplirán las previsiones?
Siempre está la incertidumbre de si se cumplen o no, pero hay que hacer previsiones. Afortunadamente, el año pasado hicimos previsiones para éste que incluso se han mejorado. Creo que las del próximo año son unas previsiones para Bizkaia objetivas y rigurosas.
Cuando llegó a la Diputación dijo que las personas se priorizarían sobre otros proyectos ‘de cemento’ pero termina con muchos tajos abiertos de obra pura y dura. ¿Es difícil pasar del dicho al hecho?
Todas esas inversiones se hacen pensando en las personas. Competencialmente nos corresponde el cuidado de los mayores, las personas discapacitadas, los menores no acompañados... Ahí destinamos cuatro de cada diez euros. Pero cuando construimos la Supersur o el túnel por debajo de la ría, o hablamos de movilidad sostenible, se hace para liberar los tráficos del centro de la metrópoli: tendrán menos polución, usarán más el transporte público... Las personas son el centro de atención; si no, la política no tendría sentido.
Las unidades convivenciales en residencias suenan muy bien pero, ¿van a ser viables económicamente?
Tienen y lo van a ser. Vivimos más y el reto es que ese último periodo de vida sea de la mayor calidad y bienestar; no podemos vivir muchos años de cualquier manera. Ahí nos estamos enfocando, con implicación de presupuestos y de políticas. Es un modelo en el que hay que invertir, con los recursos que sean necesarios.
“ Si se demandan más centros para menores conflictivos, no sé por qué tienen que estar en Bizkaia ”
La Fiscalía ha dicho que Bizkaia necesita un centro de internamiento para menores conflictivos. ¿Ha sido un tirón de orejas?
Difícilmente, porque nosotros no podemos tomar ninguna decisión. La Fiscalía demanda más centros, en los que esos menores que cometen delitos estén privados de libertad. Como Diputación no tenemos autorización ni competencia para retenerlos; no nos dejaría ni la Fiscalía ni los jueces. Hay un centro de ese tipo en Zumarraga para todo Euskadi; si se demandan más recursos, no sé por qué tienen que estar en Bizkaia o en Araba, hay otras ubicaciones.
Van a licitar ahora el diseño de la variante de Rekalde, un proyecto muy esperado por los vecinos que se ha ido prolongando en el tiempo. ¿Era el momento? ¿O ha sido una especie de traca final?
El plazo no es arbitrario, obedece a unos hitos que se tenían que dar previamente. No se podía diseñar hasta que no estuviera aprobado el PGOU, que acaba de terminar. Dijimos que empezaríamos cuando se supiese cómo se ordenaba la ciudad en ese punto y es lo que hemos hecho.
¿El túnel bajo la ría será gratuito?
En cuanto a la carretera, que es el ámbito competencial exclusivo de la Diputación, sí. Si queremos liberar de tráfico intensivos la metrópoli hay que facilitar su uso.
“ Es pronto para saber si el metro de Sestao a Getxo será de pago pero el transporte público hay que pagarlo ”
¿Y la lanzadera Sestao-Getxo?
Estamos muy verdes como para determinarlo. Yo creo que el transporte público siempre hay que pagarlo. Pensamos, como ciudadanos, que estamos costeando todo lo que cuesta ese viaje y no es así; desde la Administración ponemos mucho más dinero de lo que cuesta el billete.
¿Se están duplicando conexiones en zonas ya con metro frente a otras, como los barrios sur de Bilbao?
No. Yo mismo como diputado general trasladé al Gobierno vasco que igual no era tan buena idea conectar solo Moyúa con Rekalde, y ahora todos vemos bien que vaya a dar servicio a Alonsotegi, Basurto, Zorroza... ETS está haciendo los estudios informativos, pero tiene sus hitos y plazos.
Con la unión en Arrigorriaga, ¿la construcción de la Supersur ha tocado techo?
Quedaría una conexión directa con la A-8, pero con esta última obra se puede decir que está muy completa.
¿Mantendrán los descuentos en el transporte público?
No se puede estar permanentemente bonificando el transporte público para todos. La decisión de bonificar el billete obedeció a una realidad: una inflación de casi 10 puntos con el precio de la energía disparado. Lo primero es ver si esa situación se prolonga.
¿Comparte ese ‘pan para todos’?
No en ese sentido. En un contexto de necesidad, de inflación, soy partidario de hacer un esfuerzo para aquellas personas que están dispuestos dejar el coche en casa o necesitan el transporte público; si no, no. Estamos haciendo cuentas.
Diez millones de euros, ¿no?
Solamente por el transporte en carretera, a eso hay que sumar el metro, que financiamos al 50%. Seguir añadiendo ese 20% a la Diputación de Bizkaia le costaría 18 millones de euros. En política hay que tomar decisiones siendo muy rigurosos en el análisis del contexto.
¿Por qué bloquear 40 millones de euros para el Guggenheim en Urdaibai, cuando se sabe que no se van a utilizar?
La diferencia con otras administraciones es que nosotros ahora sí tenemos recaudaciones y remanentes importantes y somos los titulares del suelo de Dalia y de la opción de compra del astillero de Murueta; cualquier actuación que haya que ejecutar la tenemos que hacer nosotros, si coge la velocidad de crucero que debería el próximo año. Guardamos esos 40 millones para poner en funcionamiento, si así se decide, toda la dinámica en los próximos 2-3 años. Se necesitan aportaciones de otras Administraciones pero bueno se verá cómo se tienen que acometer.
“ No hay ningún ruido con el Gobierno vasco en torno a la ampliación del Guggenheim en Urdaibai ”
¿Es un puñetazo sobre la mesa por las dudas planteadas por el Gobierno vasco?
Para nada; no hay ruido en ese sentido. El Gobierno Vasco y la Diputación, como miembros de la Fundación Guggenheim Bilbao, ya acordamos llevar adelante el plan estratégico, con la ampliación en discontinuidad en Gernika y Murueta.
No va a poder recibir al Tour como diputado general.
Me encanta el ciclismo y me encanta el Tour y, si no es como diputado general, estaré al pie de alguna montaña, porque como pasa además muy cerca de la reserva de Urdaibai. Me gusta ver el Tour en montaña.
Convénzame de la importancia que tiene ese evento deportivo.
Igual no somos del todo conscientes de todo el movimiento que genera, ¿no? De esas 300 millones de personas que van a ver la tele y vean que el Tour está en Basque Country, en Bilbao, en Bizkaia. Además, solo el Tour mueve 5.000 personas todos los días. Lo veremos con nuestros propios ojos.
¿Por qué ese empeño con la bicicleta? ¿A cuántos años estamos de un país como Holanda?
Yo me he empeñado mucho en movilidad sostenible: más tren, bicicleta y zapatilla. La bicicleta era una de las asignaturas que no habíamos abordado como es debido y hemos querido darle un empujón con toda la humildad posible. Es imposible que nosotros en cinco años queramos estar como Holanda o Dinamarca, que llevan 40 años.
¿Pero cree que es realmente viable? Pongamos su propio ejemplo: vive en Mundaka, ¿vendría a trabajar a Bilbao en bici?
No, no somos unos ilusos pero tampoco pasa en Copenhague. La mayoría de la gente no va 45 kilómetros en bicicleta; está pensada para recorridos de 7 u 8 kilómetros como mucho. Pero las ciudades también se pueden adecuar a eso: que la emplees desde tu casa para ir a la estación de tren, de ahí cojas el transporte público o viceversa, que llegues en metro a la metrópoli y puedas coger la bicicleta.
La Torre Bizkaia, uno de sus proyectos estrella, ¿no le da la sensación de que ha pasado desapercibida a pie de calle?
B Acelerator Tower está pensada para un nicho muy concreto pero es absolutamente necesaria, teníamos que hacerla sí o sí. Necesitamos tener esas empresas que ahora son pequeñas, pero tecnológicamente diferenciales, y que van a ser grandes compañías a medio y largo plazo. Otros lo están haciendo en el mundo y nosotros no podemos quedarnos atrás.
“ Sigo teniendo la misma ilusión por Bizkaia que al principio pero hay que dejar que venga gente nueva ”
Ha anunciado que no repetirá como candidato a diputado general. ¿Está satisfecho con la gestión que ha hecho estos ocho años?
Sí. Siempre he sido una persona positiva, de levantarme por las mañanas con ganas de hacer cosas nuevas, de incorporar innovación a la Administración, de pensar en proyectos, de mejorar la vida de las personas... Recibimos una Bizkaia que estaba muy bien y estamos dejando también ese listón muy alto. Dejar un territorio mejor para las siguientes generaciones ha sido mi obsesión en estos años no. Ahora, de aquí a junio hay muchísimo que hacer porque la vida es muy dinámica y las personas ahora tienen unas necesidades y mañana pueden tener otras. Cuando digo que la política sirve de mucho es que es verdad; yo lo he visto. Desde la política se puede mejorar la vida de la gente, es lo que hemos intentado nosotros y creo que lo hemos conseguido: que no haya vizcainos de primera y de segunda, que internet llegue a todos los rincones, que cada municipio tenga su propia capacidad de inversión...
¿No le da pena marcharse precisamente ahora, con un territorio lleno de proyectos en marcha?
Me da satisfacción. ¿Pena? Puede. Terminar etapas siempre da pena pero también creo que es el momento. Sigo teniendo muchísima ilusión por el territorio, la misma que al principio, pero son precisamente estos los momentos en los que hay que terminar etapas y dejar que venga gente nueva, con total naturalidad. Gente diferente, pero con el mismo grado de ilusión y con ideas nuevas.