El Athletic se empeña en no salir de la medianía. Su buen partido en el Bernabéu se recuerda como un mero espejismo y pocos días después de ser superior al líder vuelve a las andadas. Os sea, bajó a la tierra. No ofreció casi nada bueno en el Coliseum Alfonso Pérez ante el vicecolista, un Getafe que incluso hizo más méritos, por lo menos si se hace recuento de las ocasiones de gol, para llevarse el gato al agua, pero se topó con un sobresaliente Unai Simón, que se sacó dos milagrosas intervenciones en el tramo final del partido en un mano a mano con Sandro y después despejó con la manopla un golpeo a bocajarro del defensa Olivera. Ver para creer. El de Murgia proyectó su mejor versión para evitar el sonrojo de un Athletic que no carbura, que encadena siete jornadas consecutivas sin ver puerta y que no ha sido capaz de ganar a ninguno de los tres últimos clasificados. Las sensaciones que ofrece, por tanto, son preocupantes, cuando solo ha visto puerta en uno de los cinco partidos recientes, cuando su fútbol deja mucho que desear cuando se mide a un rival de bajo perfil y cuando sus referencias ofensivas apenas dan noticias. Para más inri y en semejante escenario oscuro, el Athletic pudo incluso ganar en la última acción del partido, pero Alex Berenguer, que llevaba unos minutos en el césped, no supo definir una contra que no hace más que retratar por enésima ocasión la ineficacia del conjunto rojiblanco en el área contraria.
Las mejores imágenes del Getafe - Athletic. Fotos: Athletic Club
Marcelino decidió reformular su plan. Probablemente el tipo de partido y la necesidad de ganar le pedía salir de su rigidez, porque así hay que entender que prescindiera de inicio de Mikel Balenziaga, un lateral de evidente corte defensivo y poco amigo de prodigarse en ataque. Todo lo contrario que Iñigo Lekue, que se ha ganado la confianza del míster, decidido a recurrir al bilbaino como una especie de multiuso. Lekue ocupó la banda de Balenziaga y Óscar de Marcos volvió a ser titular en el costado derecho. Todo un tratado de intenciones de Marcelino, que quiso aportar mayor vocación ofensiva a sus bandas con la presencia del menor de los Williams, sustituto de un Iker Muniain lastrado por unas molestias musculares, por delante de Lekue y de Oier Zarraga, que da un nuevo paso hacia delante, como escudero de De Marcos. Fue lo único que tocó el entrenador rojiblanco, que en las demás posiciones repitió con su guardia pretoriana. La propuesta tocaba leerla en clave de riesgo, de ir a por el partido de una manera más atrevida aún consciente de que el Getafe le ofrecería un duelo espeso, con un nivel alto de físico y escasa concesión. Por ello, Marcelino buscó frescura en su intento de romper la idea del equipo de Quique Sánchez Flores y de sustentar más argumentos para aumentar la producción anotadora, el verdadero quebradero de cabeza del asturiano. La pizarra no generaba dudas, otra cosa es lo que ocurriera en el verde.
Máxima ineficacia
Y sucedió lo que intuía de aquí a Lima, sobre todo en una primera media hora lamentable de fútbol. Ya lo había avisado también Marcelino, que nadie se esperara exquisiteces varias. Los dos conjuntos debieron haber hecho un pacto de no agresión, hasta que a alguno de los futbolistas se les ocurriera una frivolité o un imprevisto del fútbol cambiara el panorama de un partido que proyectaba patadón tras patadón, continuas segundas jugadas, golpeos lejanos y un cúmulo de faltas que impedían una continuidad razonable de juego. Así las cosas, el duelo solo se podría romper casi por casualidad. Mitrovic y Aleñá hicieron trabajar a Unai Simón con tiritos lejanos, Iñigo Martínez asustó a Soria en una acción a balón parado, Zarraga intentó una volea que se le fue alta, a Vencedor también se le fue fuera un remate... Poca cosa, vamos. Surgió entonces una pequeña mejoría por parte del Athletic durante los minutos finales del primer acto, cuando Nico Williams, apoyado por Lekue, quiso protagonismo, Vencedor puso temple y Zarraga sacó algún detallito. O sea, lo que esperaba Marcelino. Los leones presumieron de más llegada y tuvieron su gran ocasión segundos antes del descanso, en una contra de manual liderada por el menor de los Williams que asistió a su hermano mayor, pero este, al que le sigue penalizando sus decisiones erróneas, no ofreció la calidad necesaria para consumar la galopada y batir a Soria, que se encontró con un disparo de escopeta de feria que atajó sin apuro alguno. Iñaki se equivocó y quizá la mejor solución hubiera sido cedérsela a Vencedor o Zarraga que llegaban por detrás. Otra muesca más para poner el acento en el déficit de pegada de este Athletic.
El paso por vestuarios lejos de producir un mejor rendimiento del Athletic originó una cuesta abajo en fútbol. El Getafe supo detectar la debilidad rojiblanca. Le valió atrincherarse en su idea, blindado en su defensa de tres centrales, cedió terreno a los de Marcelino y les dejó hacer, mejor dicho les permitió sacar sus miserias en la creación. El Athletic ya no encontró la fórmula para llegar con cierta claridad al área azulona y generar alguna inquietud a un Soria que pasó una noche más placentera de la que esperaba, lo que no ocurrió con su colega del Athletic, que ni siquiera generó peligro alguno y que alimenta la perplejidad de su masa social, ciertamente desconcertante con lo que está viendo. Solo Nico Williams movió el gallinero aunque sin fortuna, Zarraga protagonizó una llegada sin remate, Raúl García, peleón pero sin impacto, buscó un centro chut y ahí se finiquitaron los recursos hasta la mencionada contra final que no resolvió un Berenguer venido a menos. Pero es que con anterioridad a esta acción Unai Simón se había encargado de mantener una mínima opción de victoria, porque ejerció de bombero y evitó el incendio que hubiera supuesto la derrota. El empate no deja un buen sabor a un Athletic que no encuentra soluciones para escapar de la mediocridad en la que se ha metido.
FICHA TÉCNICA
GETAFE: Soria; Damián, Djené, Cuenca, Mitrovic, Olivera; Aleñá, Arambarri, Maksimovic; Sandro (Min. 87; Jankto) y Ünal (Min. 73, Mata).
ATHLETIC: Unai Simón; De Marcos (Min. 83, Petxarroman), Yeray, Iñigo Martínez, Lekue; Zarraga (Min. 83, Berenguer), Vencedor, Dani García (Min. 89, Vesga), Nico Williams (Min. 89, Morcillo); Raúl García (Min. 75, Sancet) e Iñaki Williams.
Árbitro: Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó a Djené (Min. 15) y Mata (Min. 95), por el Getafe, y expulsó al técnico local, Quique Sánchez Flores, al término del encuentro. Amonestó también a Morcillo (Min. 94, ), por el Athletic.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo sexta de LaLiga Santander disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante 9.176 espectadores, según datos oficiales.