Unai Simón fue el indiscutible protagonista de la selección española, que conquistó un título once años después de ganar la Eurocopa de 2012 al imponerse en la final de la Nations League a la siempre combativa Croacia, que ve cómo se le va apagando su mejor generación de futbolistas, con el incansable Luka Modric como principal referente, mientras enlaza sinsabores, uno tras otro. Finalista en el Mundial de 2018 y tercero en el de Catar, el combinado balcánico volvió a quedarse a las puertas de conquistar un título que tanto se le resiste. Menor, sí, como es esta Nations League creada para borrar los amistosos del calendario, pero un título al fin y al cabo. A penaltis, donde Croacia se había mostrado intratable en las cuatro últimas tandas que había lanzado, España, conquistó un título en un torneo que arrancó con Luis Enrique Martínez en el banquillo y lo acabó con Luis de la Fuente, que gana créditos ante la opinión pública y la prensa, que le esperan con el cuchillo entre los dientes.
Al técnico de Haro se le examina con lupa, como si estuviera viviendo en el alambre, desgastado por el paso del tiempo pese a que no es más que un recién llegado que ni tan siquiera ha consumido seis meses al frente de la selección española. Este mantuvo su apuesta por la misma defensa que eliminó el jueves a Italia. También alineó a Unai Simón, que no ha acusado el cambio de entrenador, ni siquiera tras perderse por lesión el estreno en el banquillo del que fuera jugador del Athletic. En marzo fue Kepa Arrizabalaga el titular ante la baja del de Murgia, que parece que será indiscutible, como lo fue también con Luis Enrique. Simón, héroe por un día, igualó anoche en Róterdam a Piru Gainza con su trigésimo tercer encuentro con el combinado español y es ya el quinto jugador de la historia del Athletic que en más ocasiones ha jugado con España.
Las únicas novedades que introdujo De la Fuente fueron Fabián Ruiz, que sustituyó a Mikel Merino en el centro del campo, y Marco Asensio, que ocupó el puesto de Rodrigo Moreno. Ninguno jugó un papel relevante en un choque que no fue especialmente atractivo para el espectador medio. Con Rodri bien vigilado por los centrocampistas croatas, como le sucedió también a Modric, fue un extremo reconvertido a lateral como Perisic uno de los futbolistas que más peligro generó, pues encontró muchísimas facilidades con un Jesús Navas, el único que ha ganado un Mundial, una Eurocopa y una Nations League, que se sintió muy incómodo en labores defensivas, donde le superaron una y otra vez.
DOS FALLOS
A la selección española le faltaron argumentos ofensivos para inquietar a Croacia. Bien replegado sin balón, el conjunto balcánico defendió con mucha seriedad. Hasta el punto de que fueron dos errores propios en el primer cuarto de hora de juego los que propiciaron las ocasiones más claras del combinado español. Livakovic, en un fallo impropio de un guardameta que sobresalió durante el Mundial de Catar, a punto estuvo de meterse el balón en su propia portería en un mal centro de Fabián Ruiz que se le escapó de las manos. Solo el palo evitó el gol. Instantes después, Gavi, siempre agresivo en la presión, robó un balón en la frontal del área y su disparo se marchó fuera por poco.
Croacia se sobrepuso de los dos sustos buscándole las cosquillas a la defensa española con balones en largo a la espalda de los dos centrales, como ya hiciera Italia. En uno de ellos, Laporte, más cómodo que ante los transalpinos, donde pagó su escaso rodaje, se lució en una acción defensiva para evitar el gol de Kramaric, que se plantó solo ante un Simón que no tuvo mucho trabajo en el primer tiempo.
SIN PEGADA
Tampoco en el segundo, si bien hasta los diez últimos minutos Croacia se mostró superior. Explotó la velocidad y la calidad por banda izquierda de Perisic, que siguió haciendo daño a Navas. Sin ocasiones claras de peligro, los croatas, como los españoles, echaron en falta la lucidez de sus futbolistas más adelantados. En líneas generales, los defensas se mostraron muy superiores a los delanteros, de ahí el 0-0 final.
El partido parecía encaminado hacia la prórroga, como así terminó siendo, nada sorprendente estando Croacia de por medio, una selección que ha disputado todos los tiempos extras de las tres últimas competiciones que ha disputado: Eurocopa, Mundial y Nations League. A cinco minutos para el final de la segunda mitad Ansu Fati pudo acabar con esa racha, pero desperdició la que sin duda fue la acción más clara del choque. El atacante del Barcelona recibió de Mikel Merino dentro del área, pero su flojo remate, que se colaba en el fondo de la red, lo sacó Perisic prácticamente sobre la línea de gol.
La prórroga siguió un guion muy similar. España pareció más entera en lo físico, quizá por no haber tenido que jugar 120 minutos en semifinales, como sí hicieron los balcánicos, y merodeó más el área rival. Sin goles, el partido llegó a los penaltis, donde se lució Unai Simón con dos muy buenas paradas y Carvajal, de Panenka, le dio a la selección española el título de la Nations League
La ficha
Croacia 0 (4) - 0 (5) España
Croacia: Livakovic; Juranovic (Min. 112, Stanisic), Sutalo, Erlic, Perisic; Brozovi, Kovacic, Modric; Pasalic (Min. 61, Petkovic), Ivanusec (Min. 78, Vlasic) y Kramaric (Min. 90, Majer).
España: Simón; Jesús Navas (Min. 97, Carvajal), Le Normand (Min. 78, Nacho), Laporte, Jordi Alba; Rodri, Fabián Ruiz (Min. 78, Mikel Merino), Asensio, Gavi (Min. 87, Dani Olmo), Yeremy Pino (Min. 66, Ansu Fati); y Morata (Min. 66, Joselu).
Penaltis: Vlasic, gol. Joselu, gol. Brozovic, gol. Rodri, gol. Modric, gol. Merino, gol. Majer, fallo. Asensio, gol. Perisic, gol. Laporte, fallo. Petkovic, fallo. Carvajal, gol.
Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Amonestó a Gavi, Nacho y Rodri, de la selección española; y a Petkovic, de Croacia.
Incidencias: Final de la tercera edición de la Liga de Naciones, disputado en el estadio De Kuip (Róterdam), que se llenó con 51.000 espectadores en sus gradas, la mitad de ellos, croatas.