Esta Aste Nagusia, que viene con hambre atrasada, va tomando temperatura. Y a ello contribuye que personajazos como Ángel Llácer decidan vivir el ambiente de las txosnas tras sacarse el vestido de lentejuelas. Un fenómeno, que se dejó sacar mil fotos.
Si El Arenal gana calor con la caída del sol, los hoteles se animan durante el día. Sobre todo, desde la hora del aperitivo, que, como bien sabemos, puede ser cualquiera entre el desayuno y el almuerzo.
Dos bilbainos que vienen de la pata del mismísimo Don Diego, como Jon Uriarte y Ramón García, se lo tomaban junto a la barra-plaza de toros del Hotel Carlton.
Mientras tanto, en uno de los salones de la institución hostelera de la plaza Moyúa, tenía lugar el coloquio diario organizado por el Club Cocherito de Bilbao. La entidad presidida por Sabino Gutiérrez contaba como invitada especial con la ganadera propietaria del hierro de Dolores Aguirre, Isabel Liperheide Aguirre, quien acudió en compañía de Luis y Tristán Lezama Leguizamón, Jorge Ortiz de Urbina y Laura del Rey. Entre quienes asistieron al coloquio, Mari Paz López Angulo, Jokin Sanz, Gerhard Tiedemann, Aitor Vian, Rafa Ferrer, Manuel Martínez Erice, Carmelo Vivanco, Pedro Hernández, Arancha y Carmen Sanz, Isabel Bermúdez Elorrieta o Pilar García. Los astados de Dolores Aguirre volvían ayer tarde a pisar la arena negra de Vistalegre tras dos décadas de ausencia.
También se dejaron ver munícipes en el Carlton, caso de la teniente de alcalde Yolanda Díez, los ediles Nora Abete y Carlos David García o el director del área de Cooperación, Convivencia y Fiestas del ayuntamiento, Alberto Ruiz de Azua.
Los coloquios y los VIPS atraen la atención del personal. Pero no son lo único. La pareja bilbaina formada por Esperanza Amor y Juan José Pérez condujo a su fanmilia palentina, formada por Beatriz Amor, Gonzalo Díaz Amor e Ilda Laorga, al hotel “para que disfrutaran del ambiente y de la exposición de carteles de fiestas”. Se mostraban todos encantados.
Unos 250 metros calle arriba y subiendo unos once pisos, la terraza del Hotel Ercilla sorbía sol. Ocupaban las mesas de altura, turistas rubicundas, tranquilos conversantes de edad madura y los protagonistas de The Hole X. Lo que sucede en el agujero, se queda en el agujero, clama el maestro de ceremonias de ese cabaret cada tarde en el Euskalduna. Pero no todo va a ser boquete, ayer platicaban en la altura y a pleno sol, el propio maestro de ceremonias, Canco Rodríguez, la impactante Irene López Mañas, más conocida como Vinila Von Bismark, el director del espectáculo, Ernest Coll, el productor de LetsGo, Iñaki Fernández, y Ana María Voicu.
En la planta baja, la exposición del artista plástico madrileño Miguel Caravaca. Con influencias de Picasso y el pop-art, Caravaca rinde homenaje a Manolete en el 75 aniversario de su muerte en Linares. Sucedió un 28 de agosto, última jornada de esta Aste Nagusia. Visitó la muestra una de las propietarias del Ercilla, Cayetana Martínez Anasagasti, con Álvaro Echevarría. Así mismo, disfrutaron de la obra del castizo pintor, camisa estampada, camperas, cinturón ancho y tocado panamá Marta Herranz, Rocío Hidalgo, Alfonso Gómez, Jesús Blanco, Loreto Coca o José Manuel y Adrián Álvarez.
Pasó por el hotel el conocido Joseba Inchaurraga, con sus hijos Iñigo y Joseba, junto a Belén Baztán, Itziar de Mendieta y Begoña Charro. Igual que los bilbainos Enrique Ugarte y Ana Zamanillo, con sus amigos de Barcelona, Sarín Choqués y Joaquín de Miquel. “Venimos todos los años, nos gusta comer bien y pasarlo estupendamente”, explicaba Joaquín. “Y esta tarde, al palco de San Mamés a ver al Athletic”, añadió Ugarte. Un plan perfecto, sin duda.
En la gran terraza a pie de calle, charlas animadas entre aperitivo y aperitivo. Como la de los proietarios de caballos Mariano Ruiz Bonaechea, Juan Gonzálvez y el picador Rubén Sanchez, que no iba a la tarde a un palco sino a poner la vara a los de Dolores Aguirre. Nada que ver.
Lo dicho, Hole y olé. l