El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha subrayado este miércoles que los últimos terremotos que han sacudido el sur de Turquía y el noroeste de Siria han puesto de relieve la ya de por sí "precaria" situación de esa zona, al mismo tiempo que han afectado de manera "desproporcionada" a los menores.
"La infancia se ha visto afectada desproporcionadamente por el conflicto armado y ahora por el terremoto", ha lamentado Carmen Monclus, portavoz de UNICEF desde la ciudad turca de Gaziantep, una de las zonas sacudidas por unos terremotos que han dejado hasta ahora más de 38.700 muertos entre Turquía y Siria.
Monclus ha explicado en una conversación con Europa Press que la situación es especialmente difícil en la parte siria, pues se trata de zonas sin presencia gubernamental y controladas por grupos armados, algunos de ellos considerados terroristas por Naciones Unidas.
"Desde hace unos años y por la ausencia del Gobierno, en el noroeste de Siria los servicios han sido implementados por las ONG apoyadas por la ONU (...) La recuperación en esta parte será mucho más tardía en base a una precaria situación que afecta a 4,5 millones de personas, de las cuales 1,8 millones son niños", ha contado.
Por tanto, la gestión de esta crisis humanitaria está siendo muy desigual según las dos zonas golpeadas. Si bien Turquía cuenta con amplias redes y alianzas internacionales, en el caso de Siria es todo lo contrario, con un Gobierno no reconocido por un lado y por el otro con grupos armados ilegales.
"Es muy complejo entramar así una relación bilateral. No se puede siquiera garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios", lamenta Monclus, quien cifra en un 25 por ciento los niños en todo Siria que viven en zonas controladas por estos grupos armados.
Ante esta situación, Monclus ha enfatizado que es "imperativo" más que nunca que se permita el acceso humanitario a unas zonas que antes del terremoto ya padecían una crisis a todos los niveles y ha celebrado que se hayan abierto otras dos vías de acceso, las de Bab al Salamé y Al Rai, a la ya existente de Bab al Hawa.
"Es importante que la ayuda siga fluyendo y que las provisiones sigan entrando. Mantener vivas estas vías de acceso es vital", ha enfatizado Monclus, quien ha compartido la cifra de 397 millones de dólares necesaria para dar una respuesta rápida a las necesidades más agudas durante los próximos tres meses, solo en el noroeste de Siria, según el último llamamiento urgente de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Mecanismos de reunificación familiar
Si bien el problema de los menores no acompañados en esta parte de Siria es un problema que se remonta al inicio del conflicto armado, Monclus ha señalado que la nueva crisis humanitaria provocada por los terremotos lo ha agudizado aún más.
"Es urgente solucionar el asunto de los menores sin padres", ha dicho la portavoz de UNICEF, organismo que ha puesto en marcha un programa de rastreo de los familiares de estos pequeños que no se limita solo a los progenitores, pues en Siria "la familia no acaba con los padres".
No obstante, ha reconocido que en medio de la coyuntura actual "es muy complicado", pues se trata además de un mecanismo en el que cada caso es analizado de manera pormenorizada e individual. "Hay que hacer evaluaciones, mirar el entorno, las necesidades y encontrar una solución para muchos de estos niños que parece que están separados y luego no lo están", ha dicho.
En ese sentido, ha recalcado que a pesar del aumento de las propuestas --a todas luces "bien intencionadas"-- de adopción que han estado llegado desde otros países, es "prioritario" agotar todas las soluciones a nivel local, pues están seguros en UNICEF que es el entorno en donde mejor se pueden desarrollar estos niños y niñas.
Mientras tanto es necesario "restaurar la normalidad" e imponer una suerte de rutina que ayude a mitigar el impacto psicológico que una crisis como esta tiene en los más pequeños, en especial entre los muchos que hay con problemas de salud mental o físicos. Para ello, se han habilitado "centros de acogida temporal", pues "los orfanatos o institucionalizar a esos niños es el último recurso".
UNICEF ya detalló que más de siete millones de niños se han visto afectados por los terremotos de hace unos días en el sur de Turquía y en el noroeste de Siria. A medida que transcurre el tiempo, la prioridad pasa del rescate a la recuperación de los cuerpos, por lo que previsiblemente las cifras de fallecidos aumenten.
Las autoridades de Turquía han elevado esta semana a más de 35.000 los muertos a causa de los terremotos, balance al que hay que sumar los 3.700 fallecidos de los que informan las autoridades sanitarias del Gobierno de Bashar al Assad y los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo.