"Sin el compromiso de la infancia y adolescencia, padres y madres, centros educativos, la asociación de la mesa experta, personal técnico del Consistorio y concejala de Infancia, que han mostrado una gran dedicación incluso durante la pandemia y los meses de confinamiento para mantener las sesiones de trabajo", según agradeció el alcalde, Juanra Urkijo, el Ayuntamiento de Zalla no habría llegado a la firma ayer del acuerdo con Unicef que introduce al municipio en la lista de Ciudades Amigas de la Infancia. En Euskadi se han incorporado también en 2021 Irún, Ermua y Berango. La firma implica el compromiso de "seguir proporcionando un espacio para hacer a los niños y niñas partícipes de la gestión y adaptarnos a sus necesidades", canalizándolas a través de un Consejo de la Infancia, que en Zalla ya ha recabado 66 propuestas.
Con una evaluación fijada para dentro de dos años y la renovación en el plazo de cuatro, se han trazado una serie de objetivos, como "tratar de mejorar la vida de los menores, darles impulso para que puedan alcanzar su protección y derecho a la salud, la educación, la protección y la participación". El Ayuntamiento de Zalla puso en marcha este proyecto en septiembre de 2019 dentro del programa de Ciudades Amigas de la Infancia, "que trata de ayudar a los municipios a cumplir con la convención sobre los derechos de los niños". Los cinco ejes principales de la convención se encaminan al "derecho a ser valorado, respetado y tratado justamente, el derecho a ser escuchado y escuchada, el derecho a servicios esenciales, el derecho a estar seguro o segura y el derecho a ser niño o niña, además de un enfoque fundamental, como la equidad: nadie ha de quedar atrás".
Eso han procurado incluso en los meses más duros del confinamiento, cuando todas las partes se volcaron para avanzar sorteando la imposibilidad de reunirse en persona. La pandemia "está resultando muy complicado para todos, pero especialmente para los niños, que pasaron tres meses sin salir de casa". Tanto entonces como al regresar a las aulas en septiembre "se han portado de forma encomiable y los centros han superado esta etapa con nota. No se les puede pedir más", agradeció el alcalde de Zalla.
Con los protocolos para hacer frente al coronavirus interiorizados en los últimos meses han podido desarrollarse sesiones presenciales que han dado voz a las inquietudes de los pequeños con edades comprendidas entre los 9 y los 14 o 15 años en un Consejo de la Infancia con participación de medio centenar de niños y adolescentes. "Cuando se les pregunta por lo que más les gusta de Zalla, responden que es un pueblo pequeño, en un entorno rural con mucha naturaleza, que les gusta estar con los amigos, la gente se conoce y aquí cuentan con sus familias", describió el regidor. Una radiografía "sencilla y perfecta en la que se muestran algunas de nuestras fortalezas en una base desde la cual han diseccionado nuestro municipio mencionando también aspectos a mejorar para construir el Zalla del futuro con las generaciones más jóvenes".
66 propuestas
Así, en las reuniones han alumbrado 66 sugerencias "para ir trasladando a los presupuestos y cumpliendo" que se abordarán "de manera transversal desde varias áreas municipales", destacó la concejala de Infancia, Oihane González. Por ejemplo: la puesta en marcha de talleres de tecnología digital, teatro y otras actividades culturales, mejoras en las instalaciones, instalar cargadores de móvil en distintos puntos del pueblo o apoyo en los colegios destinado al alumnado de reciente llegada con dificultades en el idioma. Por otro lado, la infancia se ha implicado activamente en el diseño del parque zallarra de las Ranas.
"Sois una localidad bien dimensionada y cohesionada, con un órgano propio de participación infantil que está funcionando estupendamente", elogió el presidente de Unicef Comité País Vasco. Una iniciativa que "permite vertebrar la sociedad que tenemos que construir entre todos, porque los niños representan el presente y el futuro".
En Euskadi "este proyecto engloba el respeto al diferente". En una sociedad "donde hemos vivido la violencia y la muerte, la educación desde pequeños en democracia, el respeto al diferente y el debate para aportar y consensuar ideas pueden tener sus raíces y base en este proyecto", en el que Zalla se une, además, a "las tres capitales, Ortuella y Pasaia".
La pandemia marcará un antes y un después en la percepción infantil de sus entornos más cercanos. En Euskadi y España "los más débiles han resultado más afectados, como familias que vivían en pisos pequeños en algunos casos con ordenador, pero sin dinero para la conexión a internet y en otros, sin red ni ordenador". "O con derecho a la comida diaria a través del comedor escolar perdido en esos meses de encierro o una violencia que se ha podido incrementar en el confinamiento". En países en vías de desarrollo "más de 140 millones de niños han perdido acceso a la educación, lo que ha supuesto un auténtico trauma, y, por desgracia, muchos de ellos no volverán al colegio".
"Seguiremos ofreciendo un espacio para implicar a la infancia en la gestión municipal"
Juanra Urkijo
Alcalde de Zalla
"Sois una localidad cohesionada con un órgano de participación que está funcionando"
Isidro Elezgarai
Presidente Unicef Comité País Vasco