Uno de cada cuatro adolescentes cree haber tenido problemas de salud mental en el último año

Un reciente informe elaborado por Unicef España y la Universidad de Sevilla revela una preocupante realidad: el 41% de los adolescentes en España, es decir, 4 de cada 10, asegura haber tenido o cree haber tenido algún problema de salud mental en los últimos 12 meses. El estudio, titulado "La salud mental es cosa de niños, niñas y adolescentes. Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024", fue presentado en vísperas del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre.

Este barómetro, en el que participaron más de 4.700 adolescentes de entre 13 y 18 años, destaca que, entre los jóvenes que afirmaron haber experimentado problemas de salud mental, más de un tercio no habló con nadie sobre ello, y más de la mitad no buscó ayuda profesional. Estos datos ponen de manifiesto que, a pesar de que la juventud está cada vez más abierta a hablar sobre su bienestar mental, aún persisten estigmas y barreras que dificultan la búsqueda de apoyo.

Factores que afectan la salud mental

El informe también recoge las percepciones de los adolescentes sobre los factores que influyen en su salud mental. Entre los elementos internos que más favorecen el bienestar destacan mantener buenos hábitos de sueño (74,9%), hacer ejercicio físico (62,3%) y llevar una dieta equilibrada (50,6%). En cuanto a factores externos, la buena relación con sus progenitores (82.6%) y el apoyo de personas cercanas (82%) son clave para un estado mental saludable.

Por otro lado, los jóvenes señalan que la baja autoestima, el consumo de alcohol y drogas, los problemas de salud física y las dificultades económicas son algunos de los factores internos que afectan negativamente su salud mental. Externamente, ser víctima de bullying o ciberbullying y tener problemas familiares son las situaciones que más perjudican a su bienestar emocional.

“Estos datos reflejan que, si bien nuestros adolescentes cada vez normalizan más hablar de salud mental o identificar posibles problemas, todavía persiste un cierto estigma en torno al tema”, ha asegurado José María Vera, director ejecutivo de Unicef España. “Por ello es fundamental promover desde todos los ámbitos -instituciones públicas y privadas, medios de comunicación, familias, educativo, etc.- acciones, campañas, iniciativas o formación que contribuyan a erradicar el estigma y los prejuicios, y al mismo tiempo a mejorar el bienestar mental de nuestros niños, niñas y adolescentes”.

El papel de las redes sociales

El informe también pone el foco en el uso de las redes sociales, una herramienta omnipresente en la vida de los adolescentes. Aunque el 73,5% asegura no haber sentido estrés por la cantidad de información sobre salud mental que reciben en línea, un 32% reconoce haber sentido la necesidad de mostrar una vida perfecta en internet, aunque esto no refleje la realidad. En este contexto, el estudio destaca la presión adicional que sienten las chicas: el 34,3% se compara con otras personas en redes sociales, en contraste con el 13,3% de los chicos, y el 73,5% de ellas se siente presionada por cumplir con ciertos estándares físicos, frente al 50,8% de los varones.

“La presión social es real, y las redes sociales pueden afectar nuestra salud mental de manera sutil. Todavía estamos a tiempo de evitar un gran nivel de intoxicación digital”, señaló José Ángel, de 17 años y miembro del Grupo Asesor de Unicef España. Asimismo, Alae, de 16 años y también parte de dicho grupo, subrayó la importancia de abordar la salud mental desde una edad temprana, con el fin de prevenir problemas mayores en el futuro.

Hacia una mayor concienciación y apoyo

A pesar de que las creencias negativas en torno a los problemas de salud mental están poco extendidas entre los adolescentes, el informe revela que 1 de cada 4 jóvenes aún cree que las personas con estos problemas sienten vergüenza. Sin embargo, casi 8 de cada 10 afirma que mantendría amistad con alguien que esté recibiendo atención psicológica, lo que indica una mayor aceptación social de la situación.

La ONG propone una serie de recomendaciones para mejorar el bienestar mental de los jóvenes, entre las que se incluyen reforzar los programas de atención temprana en salud mental, promover iniciativas educativas que fomenten el aprendizaje emocional y el bienestar, y brindar mayor apoyo a las familias a través de recursos específicos y redes de apoyo.