Euskadi no tiene un problema de gran dimisión, sino de gran jubilación. Hoy, dos de cada tres personas ocupadas tienen más de cuarenta años, lo que indica que la mayor parte de la población laboral de Euskadi se jubilará en un horizonte de 20 o 30 años. Es más, un total de 225.809 baby boomers –un cuarto de la fuerza laboral– lo harán en la próxima década. Con este mensaje, Confebask alertó ayer lunes en su acto anual con sus asociaciones miembro –Adegi, Cebek y Sea–, de la necesidad de una estrategia de atracción de talento que permita afrontar el reto demográfico.
Concretamente, de los 979.888 afiliados a la Seguridad Social que registraba Euskadi el pasado septiembre, 225.809 (23%) tienen más de 55 años; 444.118 (46%), entre 40 y 55 años; 258.495 (26%), entre 25 y 39 años, y 47.466 (5%), menos de 25 años. La patronal vasca alertó de que, de continuar así, en 2050, Euskadi se enfrentará a un “invierno demográfico” con consecuencias claras: una reducción del empleo en cerca de 240.000 personas, una bajada del PIB anual de 19.000 millones de euros y una caída de la recaudación fiscal anual de 4.000 millones de euros.
“Para mantener la prosperidad actual en Euskadi necesitamos aumentar la población laboral en 400.000 personas en los próximos 30 años: 237.000 para cubrir el relevo generacional y 177.000 más para consolidar nuestro crecimiento económico”, indicó Eduardo Aretxaga, director general de Confebask, que presentó un informe de situación. “Pero es que, si aspiramos a recuperar el tamaño relativo que la economía vasca tenía en el conjunto del Estado, deberíamos incrementar nuestra población laboral en otros 140.000 más”, agregó.
Aretxaga instó a dar prioridad a dos ejes: por una parte, la concesión de las ayudas necesarias para fomentar la natalidad o la conciliación laboral; y por otra impulsar una política específica de inmigración para el empleo. De este modo, apostó por diseñar un sistema que facilite la llegada de personas “sin descuidar en ningún momento la asistencia al más desfavorecido” porque, según indicó, “de lo que se trata es de abrir una nueva puerta, no de cerrar ninguna”.
“Así que más natalidad sí, pero más inmigración para el empleo, también. Entre otras cosas, porque vistas estas proyecciones, ni aunque regresara toda la población vasca que vive fuera de Euskadi –98.000, según el censo del INE–, solucionaríamos la carencia de personas y de talento. Necesitamos de una estrategia conjunta de país que empieza por conocer las buenas prácticas que realizan otros territorios y aprender de ellos”, señaló el director general de Confebask.
Estrategia de país
En este contexto, la presidenta de la patronal vasca, Isabel Busto, manifestó que “necesitamos una estrategia de país, una suerte de estrategia Basque Talent, diseñada entre todos: instituciones, empresas, universidades, sistema educativo en general... con una visión conjunta y transversal de país, que nos permita sortear el reto al que nos enfrentamos”.
“Los datos de Euskadi nos sitúan entre los países de la Unión Europea que peor balance demográfico presentan. Euskadi es hoy el segundo territorio de la Unión Europea con más población mayor de 65 años, solo por detrás de Italia. En definitiva, somos una sociedad envejecida, con una de las tasas de natalidad más bajas de Europa y que en los últimos años ha empezado a experimentar una progresiva reducción de población en edad laboral”, destacó.
En cuanto al reto que tienen por delante las empresas, Busto reconoció que “es necesario que ofrezcamos una cultura de empresa, unos valores y unas condiciones acordes a una generación que ya n entiende la relación laboral como se entendía antes”. “Y no hablamos solo de salarios competitivos. La conciliación laboral y familiar, teletrabajo, libertad de horarios, beneficios sociales, ambiente laboral ‘amable’, trabajo en equipo, liderazgo compartido... juegan un papel determinante a la hora de atraer y mantener a los candidatos”, agregó.
Además, la presienta de Confebask destacó la importancia de salir fuera. “Tenemos que dar a conocer nuestro país. Euskadi es hoy una sociedad próspera, moderna, con infraestructura, estabilidad jurídica y política, y unos estándares de bienestar que nos sitúan a la cabeza de los países más avanzados de Europa gracias a unas empresas competitivas y puntearas en muchos sectores de actividad”, concluyó. La jornada también acogió una mesa redonda con los presidentes de Adegi, Eduardo Junkera; Cebek, Carolina Pérez Toledo, y SEA, Pascal Gómez.