Casi la mitad de los 115 jóvenes que participan en esta primera fase del programa Trapezistak –90 de ellos en Bizkaia y el resto en Gipuzkoa– han hecho o están haciendo ya prácticas laborales, todos ellos con informes favorables. “Esto significa que tienen altas probabilidades de recibir una oferta firme de trabajo y, en consecuencia, de regularizar su situación”, destacó ayer la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, en la presentación del programa en el que también participó el director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta, y los responsables de dos de las 17 entidades sociales que colaboran en él, Unai Zabala (Agintzari) e Irene Ginestal (Fundación Peñaskal).
El programa ofrece apoyo a personas de entre 18 y 25 años, en forma de acompañamiento psicosocial, formativo, de intermediación laboral y de alojamiento. La iniciativa surge como continuación de Lehen Urratsa, activado durante la pandemia para las personas sin hogar de Euskadi. “De aquel trabajo inicial aprendimos una lección: si a estas personas jóvenes en riesgo de exclusión les damos un alojamiento y les ofrecemos acompañamiento social, si tienen apoyo, logran salir adelante y progresar”, ha destacado Artolazabal. “¿Y qué pasa cuando esto ocurre? Que, con su esfuerzo y mucho trabajo, pueden presentar su candidatura al mercado laboral y, lo más importante, se alejan del riesgo de la exclusión”, destacó la consejera.
El programa pone el foco en la formación para acceder al mercado laboral, “la mejor política social y el mejor camino para completar el proceso de integración comunitaria”. De hecho, el 10% de las personas que participan en el programa ha logrado ya un “un empleo digno”, entendiendo este, explicó Artolazabal, como un contrato laboral de más de un año, a jornada completa y con un salario igual o superior al Mínimo Interprofesional. Además, y sin contar a quienes compaginan estudios con trabajo a tiempo parcial. Y teniendo en cuenta, prosiguió la consejera, que la mayoría de ellos son migrantes, muchos del Magreb, “por lo que sigue encontrándose la barrera de la burocracia administrativa. Los tiempos de espera y la dificultad en los trámites migratorios explican el bajo porcentaje de personas en situación regular”.
El departamento también desarrolla otro programa, Irauli, para lograr que 118 jóvenes que necesitan un apoyo más personalizado puedan llegar a Trapezistak.