Seguro que a Mikel Oyarzabal no le habrá hecho mucha gracia la designación del árbitro para el encuentro ante el Leipzig. Al igual que sucedió en la ida con el turco Çakir ya de infausto recuerdo, será otro nombre ilustre, el inglés Anthony Taylor. El británico cuenta con una dilatada trayectoria en la Premier y en las competiciones internacionales. Es un trencilla muy valorado en la UEFA como lo confirma que pitó la pasada final de la Copa de las Naciones entre España y Francia. En la misma, como recordarán, dio por válido un gol inconcebible de Mbappé cuando se encontraba en claro fuera de juego. En función de una normal que hasta el propio Deschamps, seleccionador francés, reconoció no conocer, defendió que Eric García había anulado su posición más adelantada al tratar de cortar la pelota y tocarla.
Esta campaña Taylor fue el encargado de dirigir el 4-0 del Betis en Leverkusen, con aquella tangana final y expulsión de Fekir y en Champions al Villarreal, que ganó 2-3 en Bérgamo para clasificarse. Tiene 43 años, es profesional desde 2010 e internacional desde 2013. Su prolífico curriculum está formado por 624 partidos como profesional, entre otros, 302 en la Premier League, 23 en la Champions, 16 en la Europa League, tres en la pasada Eurocopa y la citada final de la Copa de Naciones.