Impulsar y reforzar las vías complementarias de los sistemas ordinarios de pensiones es una de las recomendaciones que suelen formular periódicamente organismos internacionales como la OCDE. Pero no siempre resulta sencillo, puesto que a las necesidades de capital de cada trabajador, se une en ocasiones una compleja articulación que puede dificultar su funcionamiento. En este sentido, con objeto de simplificar mecanismos, el Gobierno vasco y las Cámaras de Comercio de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa han puesto en marcha un modelo de EPSV para trabajadores autónomos que contará con las ventajas fiscales que recoja la modificación tributaria en la que trabajan las diputaciones forales de cada territorio.
El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou, resumió el propósito de esta medida: “el objetivo último es el de asegurar una previsión social complementaria para este colectivo que sea eficiente, ajustada en gastos de gestión, con incorporaciones tempranas de las personas trabajadoras, con aportaciones regulares y suficientes, y con incentivos fiscales si el cobro de las prestaciones se produce de un modo complementario a la pensión de la Seguridad Social”. Según los cálculos del Ejecutivo vasco, serán alrededor de 160.000 los trabajadores autónomos que podrían aprovechar este plan. El presidente de la Cámara de Bilbao, José Ignacio Zudaire, subrayó que “hoy en día 16 de cada 100 personas trabajadoras vascas son autónomas”, con un porcentaje del 40% de mujeres dentro del mismo.
En realidad, la estrategia presentada es fruto del convenio suscrito en diciembre del año pasado entre el Ejecutivo y las cámaras para acordar un sistema de previsión social voluntaria para los autónomos. En virtud del convenio, estos organismos han seleccionado a las seis entidades financieras que van a gestionar este plan: Kutxabank, BBVA, Laboral Kutxa, Bankoa Abanca, VidaCaixa y Mapfre. Las cotizaciones a la Seguridad Social de los autónomos han sido históricamente más bajas, por lo que las pensiones que perciben a su jubilación también lo son.
Así, se calcula que las prestaciones que reciben cuando se retiran del mercado de trabajo (1.150 euros de media) son “ostensiblemente inferiores” a las de los trabajadores por cuenta ajena (2.003 euros de media), según el Departamento de Hacienda y Finanzas. El consejero explicó que el objetivo es que este colectivo de trabajadores disponga de una “visibilización específica” en la próxima configuración del sistema fiscal, que actualmente se halla en una fase de información pública y de análisis en el seno de las distintas comisiones de las diputaciones. “Tiene que haber incentivos, que los habrá”, agregó.
El Consejero de Hacienda y Finanzas puso como ejemplo que una aportación de un 6% del salario en una carrera de aportaciones durante la vida laboral de una persona autónoma podrá suponer en torno al 20% de la pensión que se obtenga del sistema público en el momento de la jubilación. En principio, está previsto que todo los planes se pongan en marcha este mismo mes y se podrán hacer aportaciones con deducción en el IRPF y, aunque el grueso de los mismos será común, puede existir alguna diferencia entre los seis planes en función de lo decidido por cada una de las entidades financieras. De acogerse este mismo año con la actual normativa vigente, un autónomo podría aportar hasta 8.000 euros en el sistema de empleo y otros 5.000 en el individual.
No obstante, esto variará en el año 2025, cuando entraría en vigor la nueva normativa fiscal con incentivos para este colectivo, de manera que esa cifra sería de 4.000 euros en el caso de autónomos sin trabajadores y 8.000 euros cuando tengan plantilla. De esta manera, la fórmula a definir consistirá en planes de empleo preferentes, con un tope en los gastos de administración del 0,5 % del patrimonio gestionado, que será fijado por cada entidad gestora. Las aportaciones que lleve a cabo el trabajador deberán ser de carácter anual y cubrirán las diferentes contingencias: jubilación, fallecimiento, invalidez e incapacidad permanente.
D’Anjou indicó que el “valor añadido” de estos planes es que las personas autónomas cuentan con un escenario “más atractivo que el que tenían a la hora de acogerse, voluntariamente, a una opción preexistente”. “El tiempo dirá si el marco diseñado, con los estímulos propuestos actualmente y otros próximos en llegar, es o no suficiente”, añadió el consejero de Hacienda.