El juego lleva camino de convertirse en un grave problema de salud en Euskadi. Y las alarmas han saltado porque los juegos de azar son un hábito muy consolidado entre la población vasca.
Los datos del Observatorio vasco del Juego, que hacen una radiografía de esta realidad social, reflejan que 28.000 vascos mantienen una relación conflictiva con el juego, aunque solo 2.000 de ellos se encuentran en una situación grave. Además el 92,8% de la población ha jugado alguna vez en su vida, mientras que un apabullante 85,8% lo ha hecho en el último año.
Unas cifras que revelan un aumento significativo respecto al estudio anterior de 2020 que hablaba de un 70%. Este número disparado se debe, en gran parte, al reconocimiento de la lotería de Navidad y del Niño como juegos de azar, una modalidad que anteriormente no siempre era percibida como tal. Tal es así que los sorteos extraordinarios de la Lotería Nacional (92%), la primitiva (37%) y el cupón de la ONCE (17%) se sitúan en las primeras posiciones de participación en el juego, lejos de las demás tipologías.
El informe también subraya que la participación varía significativamente en función del género. Si bien hombres y mujeres juegan en proporciones similares, los tipos preferidos y las razones difieren de manera notable. Los varones se inclinan mayoritariamente por apuestas deportivas, quinielas y máquinas tragaperras y las mujeres lo hacen por los sorteos extraordinarios de la Lotería Nacional. la fiesta de la ludopatía.
Además, los hombres juegan mayoritariamente en solitario (42,7%), en contraposición a las mujeres que prefieren hacerlo con familiares (en más de un tercio de las ocasiones).
JUEGO PROBLEMÁTICO
El informe, presentado en el transcurso de la jornada "La socialización del juego en Euskadi"; organizada por el Observatorio Vasco del Juego, recoge así que el 1,5% de la población vasca podría estar en alguna de las fases del juego problemático. De este grupo, el 0,8% se encuentra en una situación de juego patológico (leve, moderado o grave), mientras que otro 0,7% está en riesgo de desarrollar problemas.
Por ello, el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, apuesta por la prevención “con un enfoque integral, que combina educación, regulación y seguimiento de las tendencias”.
También el nivel socioeconómico y la educación marcan pautas diferenciadoras. El informe destaca que las personas con estudios superiores presentan los índices más bajos de juego problemático, con solo un 0,3% en riesgo. En cambio, aquellos con estudios primarios muestran una tasa de juego patológico grave tres veces superior a la media, alcanzando el 1,5%.
LOS JÓVENES, LOS REYES DE LAS APUESTAS DEPORTIVAS
Uno de los hallazgos del estudio es el auge del juego online, especialmente entre la población joven, mientras que el juego presencial sigue dominando entre los mayores de 45 años.
Los juegos más habituales entre jóvenes son las apuestas deportivas, seguido de bingos y casinos, aunque las loterías extraordinarias también tienen su peso durante el periodo navideño (48%).
Entre los grupos de mayor edad, el cupón de la ONCE y las loterías son los juegos más comunes. En cuanto a las razones para jugar, los jóvenes mencionan mayoritariamente la diversión (32%), mientras que la tradición es el factor dominante entre las personas mayores de 65 años (54%).
Asimismo, el informe apunta que las nuevas medidas de control de accesos a los locales de juego han favorecido la desaceleración en la edad de inicio en el juego. En 2020 la cifra de personas que se habían iniciado en el juego antes de los 18 años era del 25% y, actualmente, esta cifra ha disminuido al 17 % en el juego presencial y al 20,6% en el juego online.
El consejero de Seguridad subrayó que el informe refleja que "el juego es una actividad ampliamente extendida en Euskadi" y que, si bien la mayoría de las personas juega de manera responsable, es necesario continuar aplicando políticas que promuevan una oferta de “socialmente aceptable”.
Zupiria destacó la importancia del análisis y la evaluación de la situación del juego en Euskadi “con el fin de tener una amplia visión del juego, y poder llevar a cabo unas políticas públicas adecuadas y eficientes”. Por ello, indicó que en Euskadi se continuará trabajando “con un enfoque integral, que combina la educación, la regulación y el continuo seguimiento de las tendencias de juego con un objetivo claro: prevenir el trastorno del juego”.