El Gobierno español se acerca a la fecha para convalidar el decreto de la reforma laboral en el Congreso de los Diputados sin tener los apoyos claros, pero con un aliado sorpresa de última hora que le da mucho oxígeno: la posible abstención de UPN.
En el lado opuesto, a la presión que ejerce el PNV para incluir de manera expresa la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales, se suma la de EH Bildu y también la de ERC. La lista de exigencias en el caso de estos dos últimos grupos es más amplia que la del PNV, que solo cita los convenios, pero este asunto es el mínimo común denominador entre todos. El rechazo de estos grupos, sumado al PP y Vox, la CUP y Foro Asturias, hace que los votos en contra ronden ya los 168.
PSOE y Unidas Podemos tienen 154, pero confían en la bolsa de abstenciones que pueden fluctuar hacia el apoyo y que representan C's y PDeCAT. Tienen los votos a favor de los regionalistas de Cantabria y Nueva Canarias. La sorpresa la dio este miércoles UPN desde Nafarroa porque se ha desmarcado del PP y plantea abstenerse. Trasladó a Europa Press que será "difícil votar en contra". Tiene dos diputados. Sánchez espera que esto añada presión al PP de Casado y encuentra así en UPN un aliado inesperado tras su estrategia de desgaste contra Sánchez.
EH BILDU TIENE POCA ESPERANZA
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, puso en duda en ETB1 que exista margen para negociar porque el Gobierno español pide ceñirse a lo pactado entre la patronal y los sindicatos CCOO y UGT. EH Bildu no apoyará el decreto sin incluir los convenios vascos ni recuperar la indemnización de 45 días por despido improcedente. Pero Otegi cree que la presión de la patronal CEOE, que amenaza con descolgarse del acuerdo si se toca una coma, va a complicar cualquier cesión.
Otegi criticó la actitud del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, que finalmente no han derogado todos los aspectos de la reforma de Rajoy. "Lo que no pueden hacer es vender que han conseguido una reforma increíble y una victoria espectacular", lanzó.
ERC RECHAZA UN CHEQUE EN BLANCO
Desde ERC, su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, avisó de que están "lejos" de llegar a un acuerdo, y lamentó que Sánchez se escude de manera permanente en que los grupos deben apoyarlo porque la alternativa es mucho peor (en este caso, la reforma del PP de Rajoy). "El Gobierno no se puede sustentar permanentemente en el miedo porque estamos frenando procesos, no implementando mejoras", avisó en la Ser.
Aclaró que no van a dar un "cheque en blanco" al Gobierno español. Aludió a las indemnizaciones por despido, salario por tramitación, prevalencia de convenios autonómicos y control de la administración en los ERE.
Desde el PNV, Koldo Mediavilla insistió en Radio Popular en los convenios vascos: "Nadie, ni siquiera Confebask, garantiza que una vez de que haya un acuerdo de ámbito vasco nadie lo recurra y caiga porque la legislación no contempla" el blindaje del acuerdo interprofesional vasco de 2017. El sindicato UGT se abrió a que la reforma incorpore cambios en su tramitación, como los convenios vascos, pero aclaró que debería prevalecer el convenio más favorable, sea vasco o estatal, dijo Raúl Arza.
En cualquier caso, los sindicatos se centran en validar ya el decreto y negociar más adelante en una nueva mesa de diálogo.