Iker Zabala repite al frente de Urdaibai. Cómo no hacerlo después de un 2022 en el que el club azul se erigió como el rey de los mares, haciendo sombra al mismísimo Poseidón. El entrenador bermeotarra regresó la temporada pasada a la que siempre fue su casa con el objetivo de ayudar al equipo de remo en el que creció y maduró. Su propósito era cambiar la tendencia de las últimas temporadas de la Bou Bizkaia. Devolverla a lo más alto. Y lo consiguió a la primera y, además, por partida doble. El club vizcaino puso a sus órdenes una plantilla potente y de calidad, a la que quizá le faltaba un poco de equilibrio. Sin embargo, con el paso de los días y las regatas, esa inestabilidad se convirtió en victorias. Tantas que terminaron por convertir a la Bou Bizkaia en el premio DEIA a la mejor trainera de 2022. La Eusko Label Liga, la Bandera de la Concha, el Campeonato de Euskadi y el Campeonato de Bizkaia tuvieron color azul. Es decir, Urdaibai lo ganó prácticamente todo. “La temporada pasada fue inmejorable para nosotros, ganar la Liga y La Concha hace que el año haya sido increíble. Sobre todo por cómo conseguimos estos campeonatos”, dice Zabala. Por eso, el entrenador de la Bou Bizkaia reconoce que, aunque lucharán por ello, será complicado repetir doblete: “Los rivales también entrenan y mejoran, así que va a ser muy difícil”.
Con todo, Urdaibai sabe que será el rival a batir este curso. Que el resto de oponentes se fijarán en ellos como si fueran una baliza. Al fin y al cabo, ser los vigentes campeones en todo tiene sus desventajas. Así, la primera alegría para la afición txo llegó desde la bahía donostiarra cuando se adjudicó la Bandera de La Concha tras dos tandas en las que dominó con claridad. De hecho, los remeros terminaron la primera ronda de la competición con siete segundos de ventaja sobre Hondarribia, que a priori era la favorita; y Donostiarra, la gran revelación. Ambas traineras eran, en realidad, las únicas que podían aguantarle la remada a la Bou Bizkaia. Aunque ambas también admitían que 7 segundos en La Concha eran muchos. Sobre todo si tenías que descontárselos a Urdaibai, en cuya trainera no cabían las confianzas. Zabala estuvo esa semana repitiendo el mismo mantra: “Siete segundos no son nada”. Así que sus remeros se lo creyeron. Tanto que la segunda tanda de La Concha no solo no dio lugar a sorpresas, sino que fue un monólogo azul. Los bermeotarras aprovecharon un campo de regatas sin mucho viento y con pocas olas para sacar ocho segundos a Donostiarra y 22 a la Ama Guadalupekoa.
Esa fue la primera alegría que dio la temporada pasada Urdaibai. La segunda llegó una semana después. Al domingo siguiente, cuando los txos volvieron a calarse la txapela de la Liga Eusko Label. En esta ocasión, Portugalete se tiñó de azul para homenajear a los ganadores del torneo de la regularidad. A la villa jarrillera arribó una Bou Bizkaia que tenía dos puntos de ventaja sobre Hondarribia, el segundo. A los de Zabala les bastaba con quedar justo por detrás de los guipuzcoanos para conseguir el doblete. Pero, de nuevo, Urdaibai no quiso hacer cábalas ni traficar con los resultados, así que cogió las riendas de la situación y ganó la regata. Se desfondó, echó el resto en la última remada de la temporada y se colocó definitivamente en lo más alto de la clasificación de la ACT. Se llevó un doblete para la historia.