Inversión y mantenimiento han vuelto a ser conjugadas con las palabras tren y Karrantza. Esta vez en el Senado español, donde la ministra del ramo, Raquel Sánchez, se limitó a responder que los horarios son los de antes de la pandemia (escasos a juicio de los vecinos del valle vizcaino) y que las mejoras están fiadas a la electrificación de la línea que une esta localidad de Enkarterri con Bilbao.
“Estamos también finalizando la electrificación de diferentes tramos de subtramos, también de la subestación de Karrantza y, por lo tanto, hasta que no podamos disponer también de trenes eléctricos es cierto que no podemos acabar”, ha indicado a preguntas de la jeltzale Maribel Vaquero.
La senadora del PNV ha apremiado al Gobierno español a invertir en esta línea ferroviaria que “vertebra un territorio con un riesgo de despoblación real, motivado en gran medida por la falta de un sistema de comunicación de calidad que hace que, por ejemplo, quienes estudian en Bilbao opten por vivir en la capital porque no pueden depender de un tren que no llega”, ha enfatizado Vaquero.
Ante estas palabras, la ministra Sánchez ha reconocido que “tenemos que seguir trabajando. Se ha hecho mucho. A veces eso no es tan apreciado por la ciudadanía, porque a veces las infraestructuras requieren actuaciones de largo recorrido, pero desde luego, se han hecho muchas actuaciones en los últimos meses”, la mayoría de ellas en otros puntos de la línea ferroviaria que enlaza la capital con la comarca de Enkarterri.
La formación jeltzale incluyó una disposición en las Cuentas de 2022 para reforzar estos servicios que incluían una mejora en las frecuencias. Sin embargo, ha lamentado Vaquero, las obras de electrificación no han sido concluidas y “el servicio sigue siendo pésimo, con trayectos con una duración demasiado larga, casi media hora más que hace veinte años, con múltiples retrasos, trasbordos no comunicados y falta de atención”. La senadora ha desvelado que el tramo tiene un 40% de incidencias.