El lunes por la mañana, antes de visitar la bienal de Máquina Herramienta, el lehendakari recibió una llamada de teléfono. Era la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, con el objetivo de trasladarle la propuesta de celebrar en suelo vasco la conferencia preparatoria de la presidencia europea de Pedro Sánchez. El lehendakari le trasladó que no pondrá ninguna objeción y que ayudará en lo que sea necesario, una actitud de colaboración institucional que no va más allá de la cortesía, aunque desde el Gobierno español presentaban esta conferencia como un guiño a Euskadi.
En concreto, lo que se va a celebrar es la reunión de la Conferencia de Asuntos Relacionados con la Unión Europea, Carue, con el objetivo de tratar con las comunidades autónomas la presidencia de turno de Sánchez en la Unión Europea, para que la que falta un año (llegará el segundo semestre de 2023). La consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, se encargará de cerrar la fecha y el lugar con la ministra, aunque se habla de julio. También habrá que cerrar la composición de la delegación de cada cual, si bien no será el lehendakari quien represente a Euskadi porque es una mesa sectorial y no de presidentes. Tampoco se conoce el orden del día. En principio, a la conferencia podrían asistir Rodríguez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. La última convocatoria de la Carue data de finales de 2020 para abordar el Brexit y no es un formato que haya tenido repercusión.
El Gobierno español presenta esta llamada como un guiño hacia la descentralización o como un gesto específico también hacia Euskadi, aunque en realidad no es algo por lo que hayan suspirado el lehendakari o el PNV. La Carue es uno de los órganos que permiten a las comunidades autónomas participar en la "conformación de voluntad" del Estado ante Europa, es decir, hacer aportaciones para que después el Estado las defienda en los órganos europeos dentro de su discurso.
Pero lo que pide Euskadi es una presencia directa en órganos como el Ecofin que reúne a los ministros económicos de la Unión Europea, en la medida en que Euskadi tiene haciendas propias. Pero la ministra no le habló al lehendakari de la presencia vasca con voz propia en órganos europeos, o de la convocatoria de la Comisión Bilateral de Asuntos Exteriores que lleva diez años sin reunirse para abordar estos debates, ni tampoco de las transferencias pendientes o las ofertas al respecto que envió el Gobierno vasco y que siguen sin respuesta. Más bien, esta convocatoria entusiasma a Sánchez, muy cómodo en sus giras europeas y convencido de que la presidencia de turno impulsará su campaña en las elecciones generales de 2023.
En ese sentido, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, apostó por agotar la legislatura, pero hacerlo "en condiciones". Cree que Sánchez aguantará aunque tuviera que hacerlo con una prórroga presupuestaria, y recuerda que el PNV ha sido "leal" y ha intentado buscar acuerdos. En una entrevista en Radio Euskadi, consideró que el PNV lo está consiguiendo en varios casos, pero afea a Sánchez que presente a veces leyes antiautonomistas aunque sea "un gobierno amigo".
Zuk Esan. Los jeltzales presentarán este viernes su aplicación de móvil Zuk Esan, que ya avanzaron en la Asamblea General. Permitirá hacer preguntas a los miembros del PNV. Está enfocada al público joven y ayer se avanzó con un vídeo donde dos jóvenes se quejan de la falta de oportunidades y abordan a Ortuzar y Zarate para interpelarlos.