Desatascar la gobernabilidad en el Estado español es deseable pero con unas bases mínimamente sólidas que garanticen su continuidad a largo plazo. Una vez se ha confirmado que a la botella descorchada por Alberto Núñez Feijóo en su pretendido asalto a la Moncloa le faltaba gas, que Pedro Sánchez pueda triunfar allí donde el líder del PP ha fracasado dependerá de lo firmemente que anude la tupida red de apoyos que necesita, entre ellos los del PNV. El lehendakari Iñigo Urkullu instó al secretario general del PSOE a aplicarse en la tarea y advirtió de que, por mucho que la repetición electoral sea un escenario nada deseable, peor sería formar un Gobierno sin unas bases sólidas que acabe desembocando en una nueva cita con las urnas.
La actualidad política está al pil-pil en plena semana de la investidura fallida de Feijóo, y el jefe del Ejecutivo vasco tuvo la oportunidad de hacer un análisis de situación en el coloquio de Forum Europa-Tribuna Euskadi celebrado ayer en Bilbao. Tras afirmar que desconoce si Sánchez reeditará su mandato como presidente español, recordó que tiene pendiente el cumplimiento íntegro del Estatuto vasco. Por ello, dijo esperar que, si es reelegido, sea con un programa basado en el acuerdo político de los partidos que lo apoyen, y que esté comprometido con su cumplimiento “de verdad”. No como hasta la fecha, deslizó.
En su opinión, sería “una mala noticia” repetir las elecciones generales como sucedió en 2016 o 2019, pero “sería mucho peor arrancar un Gobierno español sin capacidad de garantizar la estabilidad y la toma de decisiones estratégicas sobre una base firme”, y que todo desembocara en unos nuevos comicios dentro de unos meses, en 2024. “Hace falta estabilidad, no a cualquier precio, sino basada en lealtad y en un programa acordado”, advirtió.
Ante una nutrida representación del ámbito político, económico e institucional de Euskadi, Urkullu aseguró desconocer cuáles son las reivindicaciones del PNV de cara a las negociaciones para poder apoyar la investidura de Sánchez, y cree que ni siquiera han comenzado las conversaciones sobre ello entre ambas partes. Desde el PSOE ya advirtieron que esperarían para entrar en materia una vez culminara la investidura fallida de Feijóo. El lehendakari dijo que, a partir de ahora, su partido “sabrá cuál es el grado de relación que tiene con el PSOE”.
Destacó además en su discurso la “gran importancia” que da a “la estabilidad, a proteger Euskadi del clima de confrontación permanente que se observa en el Estado”. “No es un ejemplo adecuado. La sociedad no se ve representada en esa manera de proceder. Tan solo contribuimos a una desafección de la política cada vez mayor”, lamentó.
En este sentido, reprobó el “espectáculo lamentable” o no muy “edificante” que se ha visto en torno al debate de investidura del líder del PP. Se preguntó “qué sentido tiene” que el rey Felipe VI propusiera como candidato a presidente del Gobierno a Feijóo, “que no contaba de entrada con los votos suficientes para ser elegido e investido”. Recordó que el expresidente de la Xunta podría haber renunciado a este mandato, como lo hizo en su día Mariano Rajoy, y achacó el desgaste del mes transcurrido a un “interés particular” no solo de Feijóo, sino también del PSOE.
Ataques al PNV
En cuanto al discurso de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso en el que atacó el PNV, Urkullu dijo que se asiste “a un interés extraordinario” en torno a la formación jeltzale, en analizar sus resultados electorales, “quizá con el objetivo de esconder un interés particular de atraer para sí los votos” de abstencionistas que antes pudieran haber votado a su partido, con la vista puesta en un eventual adelanto de las generales o de cara a las autonómicas previstas para 2024.
Insistió en que las palabras del presidente del PP apelando al “perjuicio” que para los jeltzales supone Pedro Sánchez, “que se alía con EH Bildu y el beneficio gratuito que supone para EH Bildu, esconde un interés en captar votantes del PNV o de la abstención al PP” ante las próximas elecciones.
“Por lo demás, me parece que los discursos del PP en relación a las lenguas, al euskera, al autogobierno, las cesiones y la plurinacionalidad reflejan muy bien la razón por la que el PNV ha votado en contra de Núñez Feijóo, aliado con Vox, como no puede ser de otra manera”, apostilló.
Preguntado por las palabras del presidente del EBB, Andoni Ortuzar, que aseguró en el Alderdi Eguna que “vienen a por nosotros y no lo vamos a permitir”, el lehendakari recordó que el líder jeltzale dijo esto en castellano, pero previamente él lo había expresado en euskera. “Puede parecer estrambótico y extraño, pero es verdad que vienen a por el PNV”, manifestó, lo que achacó a “la estrategia en la que están el PP, determinados medios de comunicación y prescriptores de opinión”.
Citó a la vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, que le dijo: “Lehendakari, dato mata a relato”. “Y es así, los datos de Euskadi son los que son y matan el relato que algunos pretenden interesadamente”, zanjó.
Incidió asimismo en su propuesta de convención constitucional y detalló que “se refiere a lugar de encuentro para un diálogo sereno y reflexivo sobre el desarrollo de la Constitución, y en el caso vasco, el recorrido de los derechos históricos reconocidos”. “La finalidad no es una reforma constitucional, porque no es posible en este momento, pero hay un debate territorial que no se cerró correctamente en 1978 y habrá que hablar de todo eso”, aseveró.
Respecto al acuerdo de ERC y Junts de que “no apoyarán” una investidura de Sánchez si no garantiza un referéndum, opinó que esta propuesta “mira más al Parlament de Catalunya”. Agregó que ambos están en “una pugna y utilizan al Gobierno español” ante una posible repetición de las elecciones autonómicas. Abogó por “encauzar la solución” en Catalunya “desde la vía de la negociación para volver a la situación previa al 1 de octubre” y desde el diálogo sobre la amnistía.