¿Cómo se explica la situación un tanto insólita que se vive en estos momentos en la comunidad autónoma vasca, donde el Gobierno y la oposición están llegando a acuerdos a pesar del clima preelectoral? Del análisis que ha realizado este lunes el lehendakari se desprende que, si acaso, habría que preguntárselo a la oposición porque, a juicio de Iñigo Urkullu, el Ejecutivo no ha cambiado de actitud y ha buscado los acuerdos desde el principio de la legislatura. “Alcanzar acuerdos no depende solo del Gobierno”, dejó caer. El Ejecutivo acaba de pactar dos leyes con EH Bildu, la de Transición Energética y la de Infancia y Adolescencia, y el propio Urkullu reconoció que anteriormente se han alcanzado otros acuerdos con la coalición abertzale, pero le afeó que sí diera un portazo a la Ley de Educación por “una frase en la exposición de motivos”, en referencia a los modelos lingüísticos en las aulas.
A partir de ahí, Urkullu no quiso ejercer de analista político ni especular con las razones de EH Bildu, más allá de constatar que la coalición abertzale tiene responsabilidades de gestión a nivel local (con lo que pareció deslizar que por esa razón pactó la ley energética), y que también puede verse afectada por el contexto político. Tampoco quiso arrojar más leña al fuego en un momento en el que, además, confía en seguir ensanchando los acuerdos más allá de la mayoría absoluta que tienen PNV y PSE para aprobar las leyes de Cooperación y No Discriminación por identidad de género.
El lehendakari se expresó en esta clave en una comparecencia posterior a su reunión con la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe. “A lo largo de la legislatura han sido muchas las iniciativas que han tenido el apoyo de más grupos, además de los grupos que forman el Gobierno vasco. Esa ha sido la voluntad del Gobierno vasco desde el principio hasta el final. Y tenemos cuatro leyes por delante, y espero que reciban el apoyo de otros grupos, no solo el anunciado la semana pasada sobre la Ley de Transición Energética y el último sobre la de Infancia y Adolescencia”, dijo.
Añadió que “hay muchas circunstancias que afectan al hecho de que los grupos de la oposición tengan una posición u otra en función del proyecto de ley y el contexto político en que nos hallemos, el ámbito de responsabilidades que tengan los grupos...”. “Es curioso que en relación a un proyecto de ley, como el de educación, una frase en la exposición de motivos fuera causa de no alcanzar un acuerdo con una fuerza a la que admitimos más de 70 enmiendas. Cada uno tendrá que hacer sus interpretaciones sobre por qué una frase impide un acuerdo cuando ha habido voluntad, y por qué en la Ley de Transición Energética hay un acuerdo. Tendrá que ver con el contexto político y de responsabilidades en el ámbito local. Lo desconozco”, zanjó.
La fecha de las elecciones vascas
Urkullu volvió a aclarar que la fecha de las elecciones no solo la va a decidir en función de este arreón legislativo, sino también en función del nivel de cumplimiento de 100 compromisos pendientes que ya anunció en el Parlamento, y también en función de la negociación de las transferencias con el Gobierno español, donde tendrían que llegar a la altura de marzo los acuerdos para que Euskadi gestione los ferrocarriles, la segunda fase de acogida de refugiados y la convalidación de títulos universitarios extranjeros. No quiso entrar en si la fecha es el 21 de abril, y aseguró que, por ser, podrían ser el 9 de junio con las europeas o, incluso, de inmediato, en marzo, si se va mañana de la Lehendakaritza, un escenario que no baraja.
Sobre las informaciones que hablan de una línea caliente entre el Gobierno español y Bildu sobre política penitenciaria, aseguró que el Ejecutivo vasco ha tenido una relación con el Gobierno español y con nadie más, y menos para “beneficiar de manera discriminatoria a ningún preso o presa”. “Siempre hemos tenido un plan dirigido al cumplimiento de penas en el lugar de origen para toda persona privada del derecho a la libertad”, concluyó.