A pesar de la distancia, Euskadi y Japón han experimentado este viernes unos instantes de comunión absoluta, piel con piel, con la fusión de instrumentos musicales como la txalaparta y el shamisen nipón, y palabras de aliento mutuo para tender puentes. En el marco del viaje institucional liderado por el lehendakari Urkullu, este viernes se ha celebrado la ceremonia inaugural de la Basque Week en Tokio, en el distrito de Toshima, que va a servir como escaparate a pie de calle de la cultura, la oferta turística, la gastronomía y los deportes tradicionales vascos hasta el día 19 de octubre. El objetivo es que Euskadi, que ya suscita cierto interés, multiplique su visibilidad. Ante unas 300 personas, el concierto inaugural sirvió para escenificar este cruce de culturas, con Oreka TX, el grupo de danza Kukai y el dúo japonés Ki&Ki de tsugaru-shamisen, el instrumento de cuerda nipón.
En este contexto, Iñigo Urkullu pronunció un discurso que alienta la alianza entre Euskadi y Japón, dos pueblos de los que destacó su profundo respeto por la tradición pero, al mismo tiempo, su apuesta por situarse a la vanguardia y tender puentes. La alcaldesa del distrito, Miyuki Takagiwa, destacó también los puntos en común que pueden existir, como el interés por el manga y el anime en Euskadi (de hecho, se acaba de celebrar una nueva edición de la Japan Weekend en Barakaldo), y deseó que la semana vasca “desencadene un nuevo movimiento en el que la gente de la ciudad de Toshima y el País Vasco puedan interactuar y desarrollar su futuro mutuo”.
Entre el público del concierto se encontraban el presidente del Festival Internacional de Cine de Tokio, el CEO de la Cámara de Comercio e Industria de Japón, el vicecomisionado de la Japan Tourism Agency, el director general de Hitachi y parlamentarios, entre otros. Ante ellos, el cartel de la feria, que muestra a un harrijasotzaile, un luchador de sumo, dos mujeres con trajes tradicionales y una gilda.
“Fortalecer el vínculo”
El lehendakari agradeció la hospitalidad japonesa y reivindicó el Año Euskadi-Japón con un ciclo de más de cien actividades tanto en suelo vasco (el Museo Guggenheim ha acogido la exposición de la aclamada Yayoi Kusama) como en el país del sol naciente. Abogó por “estrechar las relaciones, fortalecer el vínculo”.
“No vivimos solos en el mundo. Las alianzas son imprescindibles. Más aún, entre los pueblos que tenemos rasgos en común. Japón y Euskadi cuidamos especialmente la cultura y las costumbres. Hacemos nuestro el legado de nuestros ancestros desde que nacemos. Le damos continuidad a la cadena a través de nuestros descendientes. No rompemos nunca la cadena. Llevamos en el alma la gastronomía, somos conocidos en el mundo, pasamos muchas horas de nuestra vida en la cocina creando productos de primera con mucho mimo. Aunamos tradición y vanguardia, logrando resultados de primer nivel”, puso en valor, para añadir después que Japón y Euskadi son “dos pueblos que miman al detalle sus tradiciones, que saben de dónde vienen y tienen claro a dónde ir”.
Urkullu terminó refiriéndose al idioma, el “mayor exponente de una cultura”. “Los idiomas se fueron creando para comunicarnos. Para acercarnos. Para romper barreras y distancias. Nuestros idiomas tienen raíces completamente distintas, pero es ahí donde radica su belleza y singularidad.
Decimos domo arigato, eskerrik asko en euskera. A lo largo de esta semana trataré de seguir aprendiendo. De eso se trata: acercar Japón y Euskadi, conocernos y darnos a conocer”, alentó.
Pintxos y txakoli para los japoneses
Urkullu se refirió también al deporte rural como exponente de la cultura del esfuerzo, y depositó sus esperanzas en una Basque Week que permitirá disfrutar de la cultura vasca y, “sobre todo, acercarnos un poco más y conocernos mejor”. El programa se desarrolla en el Global Ring Theater, un espacio circular que va a acercar la cultura vasca a todo el que pase por allí y donde se va a buscar la interacción con los japoneses, a quienes se ofrecerá hacer de catadores de varias delicias gastronómicas. El público de la ciudad, con un paladar exigente, podrá disfrutar pintxos, txakoli y vinos de rioja alavesa. Habrá 90 talleres al aire libre donde se podrán preparar gildas y la tarta de queso vasca que se ha hecho tan popular que incluso tiene ya una denominación adaptada al japonés, Baschee. Habrá exhibiciones de música y dantza, herri kirolak, gastronomía y oferta turística. En los talleres es necesario reservar plaza.
En espacio cerrado, el Toshima Civic Centre acogerá exhibiciones de chefs que enseñarán cómo preparar los platos vascos más típicos.
La alcaldesa Takagiwa apuesta por “descubrir los encantos vascos”
La alcaldesa del distrito de Toshima, por su parte, aplaudió que ambas partes hayan podido superar los obstáculos del idioma y la distancia para “hacer de la semana vasca un éxito en Japón”. “La tarta de queso vasca es famosa en Japón, pero esperamos que este evento sea una oportunidad para que descubramos nuevos encantos del País Vasco que aún nos quedan por experimentar”, dijo. Se refirió a continuación a Toshima Ward, “un lugar sagrado para el manga, el anime y el cosplay”. “Estoy seguro de que hay algunas personas que viven en el País Vasco y que tienen un gran interés por el manga y el anime japonés. Además del manga y el anime, hay muchos otros lugares atractivos en Toshima Ward”. Se despidió deseando un “nuevo movimiento” entre las gentes de Toshima y Euskadi.
La agenda del día la completaron un encuentro con la propia alcaldesa, y otro con el ministro de Estado para la Transformación Digital, Akimasa Ishikawa, una reunión en la que estuvieron presentes el lehendakari, la consejera Arantxa Tapia, y la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza. En la reunión se puso en valor que Japón y Euskadi pueden compartir la tecnología Quantum porque forman parte del grupo de seis países que la han implantado. Abordaron otras cuestiones como la ciberseguridad.