El Gobierno vasco va a abrir el grifo de la inversión de inmediato. La intención de centrar el segundo curso de la legislatura en la reactivación económica y el empleo va a ir más allá del mero eslogan y se va a traducir en una reacción rápida. Según ha podido saber DEIA, el lehendakari Urkullu anunciará este jueves en el pleno de política general de apertura del curso en el Parlamento Vasco que el plan de inversiones empezará este año. Urkullu tiene previsto anunciar las cifras de las inversiones para los Presupuestos del próximo ejercicio 2022, pero se persigue que las actuaciones empiecen este mismo año, de manera que anunciará también una inyección económica para 2021. Los Presupuestos de 2021 ya están en vigor y, por lo tanto, tendrá que articularse un fondo al margen de ese cauce. Anunciará cifras para los dos años.
La consejería de Hacienda de Pedro Azpiazu quiere aprovechar la ventana de oportunidad que se abre en 2021 y 2022 por la suspensión de los límites de déficit y deuda por parte de la Unión Europea, y ha trabajado en un plan que regará de dinero con carácter general a los departamentos del Ejecutivo, con la única salvedad de los más técnicos y con una incidencia muy destacada en las grandes áreas inversoras, como la industria que se engloba en Desarrollo Económico, Salud, Educación y Vivienda.
El lehendakari tiene previsto también lanzar un llamamiento general al consenso con los grupos de la oposición pese a la mayoría absoluta del Gobierno PNV-PSE y, en principio, lo hará sin citar a ningún partido en concreto en su intervención inicial. En función de las réplicas que escuche por parte de los grupos, focalizará su ofrecimiento en unos u otros o el tono será diferente en cada caso. No obstante, a este pleno se llega con las espadas en alto entre el PNV y EH Bildu.
En el primer Consejo de Gobierno de finales de agosto en Miramar, Urkullu personalizó su ofrecimiento en EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU porque fueron las dos únicas bancadas que realizaron aportaciones a su documento de coincidencias programáticas. Planteó un canal de diálogo discreto, pero el ofrecimiento tuvo una recepción muy desigual: Elkarrekin Podemos-IU volvió a recoger el guante con la vocación de influir en la política vasca y dejar su impronta en los Presupuestos o las leyes de Salud e Igualdad y la normativa medioambiental, pero EH Bildu desconfió y, por boca de Arnaldo Otegi, puso el foco en que solo se ha reunido dos o tres veces con Urkullu desde que dejó la cárcel, y la relación se ha enrarecido mucho desde que chocaron por los altercados contra la Ertzaintza.
El PNV interpretaba la semana pasada que EH Bildu ha apostado por la confrontación y no por la corresponsabilidad. Con Podemos se sondeará la opción de repetir acuerdos como el que tuvo lugar con la Ley Antipandemia.
NUEVO ESTATUS CON CONSENSO
Urkullu pondrá igualmente sobre la mesa su planteamiento sobre el autogobierno necesario, apostará por una relación bilateral con el Estado basada en la lealtad, la cooperación y el cumplimiento de lo pactado para evitar erosiones en el nivel competencial vasco; y dejará la decisión en manos de los partidos porque corresponde al Parlamento Vasco. Eso sí, partirá de la premisa de que la Ponencia de Autogobierno debe realizar sus trabajos con un "consenso sólido". El pleno servirá para tomar la temperatura a este debate, pero nada apunta a que el deseo del PNV de reactivar esta reflexión se pueda materializar a corto plazo: los socialistas vascos ya han echado gaseosa para rebajar la urgencia de la discusión, y Bildu marca perfil con la intención de no tener tanto en cuenta el ordenamiento jurídico.
CIFRAS RÉCORD
El pleno comenzará a las 9.30 horas, y el lehendakari tendrá margen para realizar una intervención no superior a dos horas. A partir de ahí, la sesión se interrumpe y se retoma a las 14.30 horas con las intervenciones de los grupos, una posterior réplica del lehendakari, y otra ronda de la oposición. El Gobierno vasco afrontará una segunda fase de la legislatura más centrada en la economía, ahora que se espera que la pandemia pase a ser una endemia y acompañe a los vascos durante mucho tiempo, pero con menor intensidad. El PNV augura cifras récord en el capítulo inversor, también con la contribución de los fondos europeos, después de que las Cuentas de 2021 ya registraran unos datos globales sin precedentes, con una cantidad superior a los 12.000 millones de euros. El objetivo es situar el paro por debajo del 10%, el objetivo prepandemia.
Urkullu pondrá en valor el Plan Berpiztu que hasta la fecha tiene prevista una dotación plurianual de 13.250 millones, el programa Euskadi Next para captar fondos europeos, y los compromisos legislativos en un calendario que recoge 36 iniciativas, de las cuales la mitad ha aterrizado ya en el Parlamento. Se trabaja en otros 12 proyectos de ley.