En un momento en que la aguja que mide el nivel de confrontación social en el Estado español entraba ya de lleno en la zona roja de alarma, el lehendakari ha pedido este miércoles echar el freno. Las protestas convocadas a través de las redes sociales con el apoyo de la ultraderecha de Vox para rechazar la amnistía que negocia Pedro Sánchez con los soberanistas catalanes habían derivado estos días en una avalancha de choques con la Policía, heridos y detenidos en la mismísima puerta de la sede del PSOE en Madrid. Este mismo domingo, el PP ha convocado manifestaciones en las 52 capitales estatales, entre ellas las tres de la comunidad autónoma vasca, donde se espera un seguimiento residual pero, más allá de que hubiera o no incidentes, preocupa la quiebra en la convivencia o la confrontación que se pueda generar. Ante el cariz que están tomando los acontecimientos y con la máxima solemnidad posible, el lehendakari ha hecho pública este miércoles una declaración institucional en vídeo desde la sala de prensa de Ajuria Enea, donde ha mostrado su preocupación por la situación que se vive en el Estado, y ha realizado un “llamamiento a desconvocar la oleada de protestas que están sirviendo de excusa para seguir generando odio, rencor y violencia”. Además, apuesta por “preservar Euskadi de este clima de tensión y confrontación”.
Estas voces de alarma han sonado también entre los partidos y, sea por esta presión o bien por un respiro puntual, lo cierto es que en la noche de este miércoles hubo menos tensión en las concentraciones de Madrid e incluso algunos encapuchados fueron expulsados por los presentes, aunque no se dejaron de escuchar cánticos racistas y de tono guerracivilista contra los “rojos”.
Fuentes de Lehendakaritza consultadas por este periódico confirman que el lehendakari se refiere también a desconvocar los actos del PP previstos para este domingo en la comunidad autónoma vasca, a las 12.00 horas, en Bilbao, Donostia y Gasteiz. Urkullu atribuye los últimos disturbios a las convocatorias orquestadas por grupos fascistas, pero reprocha también a algunos partidos políticos, sin citarlos por sus siglas, que den oxígeno a lo sucedido o que alimenten a estos grupos por no condenarlo de manera clara. Urkullu pide una condena “clara y sin medias tintas”.
La dirección del PP comenzó restando importancia a que las protestas no fueran notificadas previamente a la Policía, e incluso se quejó de las cargas y reprochó al Ministerio de Interior que tratase a los allí presentes como si fueran CDR catalanes. El PP ha condenado finalmente la violencia este miércoles, pero Alberto Núñez Feijóo ha envuelto sus declaraciones en un rechazo general tanto a la violencia como a quienes aprueban amnistías, y sigue colocando el peso de la responsabilidad en Sánchez y demonizando los posibles acuerdos entre partidos que han sido elegidos en las urnas. Y las 52 manifestaciones del domingo siguen en pie con el argumento de que las propuestas por el PP son y van a ser pacíficas.
Tampoco el PP vasco suelta el pie del acelerador en esta dinámica de movilización permanente, a pesar de los distintos matices que han aflorado en sus portavoces. Esta situación está pasando factura al nuevo líder del PP de la comunidad autónoma vasca, Javier de Andrés. Acaba de asumir el cargo con una promesa de moderación en su estrategia de disputar el voto al PNV, pero ha terminado enredado en esta polémica al considerar que era “muy sano” llevar a cabo este tipo de protestas. Ante las denuncias del PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU, De Andrés volvió a matizar sus declaraciones y a denunciar que, a su juicio, se han manipulado, porque él rechaza la violencia. Pero volvió a llamar a los vascos a que tomen parte en las manifestaciones.
¿Choques en Euskadi?
Por ahora, el seguimiento que se espera para este tipo de protestas en Euskadi es residual, de manera que Lehendakaritza no quiere especular con que se vaya a producir un choque similar a los que se han vivido en Madrid, ni cree que las convocatorias vayan a tener demasiado recorrido. Pero sí pone pie en pared para frenar la confrontación que se pudiera generar. No quieren hacer más valoraciones, pero a nadie se le escapan los precedentes de otras protestas que también eran minoritarias, pero terminaron provocando momentos de tensión con algunos grupos antifascistas o personas que portaban banderas de Ernai y que se acercaron al lugar.
Se produjeron choques en las visitas del exlíder de C’s, Albert Rivera, o en los mítines de Vox (especialmente peliagudas fueron las escaramuzas de 2019 en los aledaños del Palacio Euskalduna). Estos enfrentamientos ponen también en una situación delicada a la Ertzaintza, criticada por unos y otros en esas actuaciones.
"Odio, rencor y violencia"
El lehendakari alertó en su mensaje institucional de la “deriva social antidemocrática en todo el mundo, también en el Estado español”. “Los hechos ocurridos estos últimos días son inaceptables, muy graves y preocupantes. Unos hechos provocados por grupos de ideología fascista y promovidos desde sectores políticos y sociales que dicen defender la democracia. Los condenamos con rotundidad”, proclamó.
Urkullu avisó de que “la violencia no tiene cabida en democracia, jamás”, y que este sistema es demasiado frágil como para jugar con él. “Quienes desde hace años alimentan estas actitudes de confrontación son cómplices de lo que sucede. Son corresponsables y son irresponsables. La condena de la violencia debe ser clara y rotunda, sin medias tintas, sin excusas ni justificaciones”, sentenció.
En ese sentido, Urkullu cree que solo existen dos opciones, alimentar el populismo, la violencia y un sistema autoritario; o bien defender la democracia y el pluralismo. “La sociedad está muy por encima de lo que estamos viendo. Hacemos un llamamiento a desconvocar la oleada de protestas que están sirviendo de excusa para seguir generando odio, rencor y violencia. Debemos preservar Euskadi de este clima de tensión y confrontación. Vamos a impulsar siempre una convivencia pacífica entre diferentes, de respeto a las instituciones y a la democracia representativa”, defendió.
El lehendakari considera que esta misión “debe ser compartida” y que interpela a todos sin excepción. “Sigamos construyendo en Euskadi una cultura del respeto, el diálogo y la convivencia”. “Un país en el que tengamos sitio todas y todos”, recalcó.
Las manifestaciones del domingo tendrán lugar en Bilbao en la Plaza Moyúa, en Donostia en la Plaza Pío XII, y en Gasteiz en la Plaza de Correos. Todas ellas arrancarán a las 12.00 horas con un lema en contra de la amnistía y a favor de la igualdad entre los españoles.