donostia – En un acto cargado de gran simbolismo para cerrar filas con la Ertzaintza ante la reciente campaña de acoso protagonizada por Ernai, las juventudes de Sortu; Iñigo Urkullu reprochó ayer a la izquierda abertzale, sin citarla expresamente, "que no quiera abjurar" de la violencia ante acontecimientos que "por desgracia nos devuelven al pasado, a los tiempos que queremos dejar definitivamente atrás", y tras una semana en la que EH Bildu se ha negado a condenar en las instituciones sucesos como la agresión al exconcejal del PP Iñaki García Calvo. El lehendakari recordó que en 2013, en su primera intervención al frente de Lehendakaritza en la tradicional cita de Arkaute, ya abogó por "consolidar" una nueva etapa tras el cese definitivo del terrorismo de ETA y apeló a la necesidad de "profundizar en valores que hiciesen muy difícil volver a tiempos anteriores". De ahí su crítica a la coalición soberanista y a los episodios violentos que, eso sí, considera "puntuales" pero igualmente "inaceptables".
Desde el Gobierno Vasco se han vinculado directamente estas campañas insultantes contra la Ertzaintza con presuntos delitos de odio que ya investiga la Fiscalía de Araba. Una situación que a Urkullu le "lleva a reafirmar el más firme apoyo a la institución de la Ertzaintza, a todas las personas que ofrecéis lo mejor de vuestro compromiso al servicio de la sociedad vasca; a la necesidad de seguir profundizando en los principios fundacionales" de la Policía vasca: el compromiso integral al servicio de la seguridad y bienestar de todas las personas, una seguridad cercana y transparente", subrayó.
pulso sanitario con moncloa El jefe del Ejecutivo vasco evitó hacer referencias al pulso mantenido los últimos días entre Lakua y el Gobierno español por las nuevas restricciones decididas en el Consejo Interterritorial de Salud, que el lehendakari se ha negado a acatar y cuya redacción en el BOE ha abierto una vía para evitar el choque judicial al no hacer mención expresa a las medidas en el interior de los establecimientos de hostelería. Desde el Gobierno Vasco no han querido entrar a valorar la redacción de esa normativa y se han dedicado a mostrar su firmeza en hacer cumplir a pies juntillas lo acordado en el LABI de hace una semana. Pero Urkullu sí quiso mostrar su agradecimiento a la Policía vasca "por el trabajo policial imprescindible para velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias" durante la crisis sanitaria. "El año pasado la pandemia no nos permitió organizar y celebrar este encuentro de reconocimiento. Este año hemos podido retomarlo", destacó, advirtiendo a la ciudadanía de que "el virus aún no ha desaparecido" pese a la vacunación y a que la desescalada propicia el regreso a una cierta normalidad. "Vuestra labor sigue siendo esencial cuando visualizamos la luz al final de un oscuro túnel. Habéis sido responsables, junto a la Policía Local, de velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias sociales. Sé que no ha sido una tarea sencilla. Habéis sancionado, cuando ha sido necesario, los comportamientos insolidarios e irrespetuosos. Pero vuestra labor ha tenido un carácter pedagógico ante una sociedad que, de forma mayoritaria, ha comprendido y cumplido las medidas adoptadas", se congratuló el lehendakari ante el cuerpo policial vasco. Y añadió: "Esta actitud, el trabajo en equipo, nos ha permitido ir superando las dificultades de una pandemia inédita y desconocida".
El contexto actual permite a Urkullu atisbar que Euskadi vive "un tiempo de mayor esperanza", como indica el "incremento progresivo de la población vacunada, el descenso de la ocupación hospitalaria y de la mortalidad". "La situación mejora paulatinamente; ahora bien, sigue siendo necesario mantener la vigilancia y la máxima prudencia porque aún no podemos revertir, en su totalidad, las cautelas ante el riesgo de nuevos retrocesos", avisó, incidiendo en el buen trabajo desempeñado por los agentes. "Vuestra labor preventiva, informativa, asistencial y pedagógica entronca directamente con los valores de cercanía, confianza y compromiso que guían la actuación de la Ertzaintza. Hoy reconocemos y agradecemos vuestro servicio en nombre de la sociedad vasca", insistió antes de destacar que en los momentos de "máxima necesidad" la Policía vasca ha respondido "con cercanía, profesionalidad y compromiso".
condecoraciones Durante la entrega en Arkaute de las 24 condecoraciones de reconocimiento policial por haber realizado actuaciones meritorias en el ámbito de la seguridad, o por la labor efectuada en favor de la Ertzaintza, también se concedió a título póstumo la medalla al reconocimiento a la labor policial con distintivo rojo al agente de la Er-tzaintza Iñigo Etxarri Álvarez, que falleció después de que el coche en el que patrullaba cayera al río Urumea de Donostia. Su compañero en aquel accidente pudo salvar la vida al abandonar el vehículo después de que se precipitara al río. El acto de ayer contó con la presencia del vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka; así como de Josu Zubiaga, viceconsejero de Seguridad; Miren Goitia, viceconsejera de Administración y Servicios; el director de la Academia Andrés Zearreta; Rodrigo Gartzia, director de la Ertzaintza, y Josu Bujanda, jefe de la Ertzaintza. Además de las autoridades, mandos y agentes homenajeados, participaron asimismo compañeros y familiares.
Las condecoraciones se entregan en función del tipo de reconocimiento y pueden llevar distintivo rojo, verde, blanco o azul. Cuatro medallas, tres de ellas con distintivo rojo, se entregaron a tres ertzainas heridos en atentados de ETA o por actuaciones meritorias contra la banda terrorista a finales del siglo pasado. Con distintivo verde se recordó la actuación de un agente en 2001, clave para la detención de un integrante de la banda que había perpetrado varios atentados con coche bomba. Otra acción destacada con distintivo rojo fue para una actuación en 2010, en la que la intervención de un ertzaina permitió salvar la vida de su compañero cuando un agresor armado disparó a los agentes.
david urdín, miembro de eta huido
se entrega para someterse a juicio
Por kale borroka. El miembro de ETA David Urdín, en busca y captura, comunicó su entrega voluntaria para someterse a juicio este jueves en la Audiencia Nacional por varios actos de kale borroka entre 2006 y 2007 en Nafarroa. Es el único juicio que tenía pendiente y, previsiblemente, habrá un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Urdín, que llevaba años huido, será juzgado junto a otros cuatro miembros de la banda, presuntos colaboradores de Segi-Jarrai, por diversos ataques, entre ellos los de las sedes del PSOE navarro y de UPN, al sistema ferroviario y a oficinas bancarias. La Fiscalía pide penas entre dos años y medio y 27 años de prisión por delitos de daños terroristas y tenencia de aparatos incendiarios y explosivos.
"Hay acontecimientos que por desgracia nos devuelven a tiempos que queremos dejar atrás"
iñigo urkullu
Lehendakari