Casi dos semanas han pasado desde que EH Bildu tomó la decisión de finiquitar la negociación de los Presupuestos con el Gobierno vasco, y el asunto sigue aún coleando en el debate político. La coalición abertzale ha llevado este viernes esta cuestión al pleno de control del Parlamento Vasco, con una intención poco disimulada de desmentir las acusaciones que ha recibido por parte del PNV y que han provocado una evidente incomodidad en EH Bildu. Maddalen Iriarte no ocultó su malestar porque se vuelva a presentar a la coalición como un grupo más dispuesto a pactar con el Gobierno español y con el navarro, y a transigir con unas Cuentas estatales que incluyen el gasto a la Corona y el Ejército, la bestia negra de la izquierda abertzale durante décadas, aunque Bildu trató de quitarle hierro hace unos días con el argumento de que se abstuvo en esas partidas en concreto. Iriarte volvió a justificar su rechazo en que el Gobierno vasco no negocia y solo pide adhesiones y un “amén, amén” a todo, pero el lehendakari exigió a EH Bildu que sea “valiente” y diga “con claridad que han decidido quedarse fuera del acuerdo”.
Iñigo Urkullu esgrimió tres argumentos y una cascada de números que demostrarían que la cuestión clave para Bildu no era si las Cuentas son mejores o peores o se ha dialogado más o menos, sino que había una decisión política tomada de antemano. Por un lado, frente a la leyenda que parece haberse construido en torno al carácter más dialogante de Pedro Sánchez, recordó que el Gobierno vasco de PNV y PSE tiene mayoría absoluta y, aun así, el consejero Pedro Azpiazu ha negociado con la oposición; mientras que el Gobierno español no la tiene. “En su opinión, si tuviera mayoría absoluta, ¿el Gobierno español abriría una negociación? Sabe usted que no”, lanzó Urkullu. Por otro lado, el lehendakari insinuó que es EH Bildu quien tiene una actitud más generosa en Madrid y Nafarroa, y no que esos gobiernos sean más dialogantes. “El 9 de noviembre, recibimos sus propuestas cuantificadas en 450 millones de euros, y, entre comillas, cambios estructurales sin ninguna concreción. Esos días ustedes alcanzaron un acuerdo de Navarra, valorado en 15 millones de euros, 30 veces menos. En España, presentaron enmiendas por 160 millones de euros a un Presupuesto de 200.000 millones de euros; aquí, 450 millones de euros a un Presupuesto de 14.000 millones de euros”.
Como tercer argumento, el lehendakari defendió que el Gobierno vasco “ha hecho todo lo posible para lograr un acuerdo de país” y que su voluntad “no ha cambiado”, como lo acreditaría que los Presupuestos incluyan partidas acordadas con EH Bildu el año pasado a cambio de su abstención, como los 30 millones en Osakidetza y las plazas para la atención primaria. “El 16 de noviembre, les propusimos mejoras por 54 millones, abrir la reflexión en materia fiscal, aprobar una proposición de ley para trasladar a las comunidades autónomas la competencia de formación de médicos residentes, o facilitar la participación ciudadana en proyectos energéticos. El 22 de noviembre, el consejero Pedro Azpiazu convocó la tercera reunión. Ustedes comunicaron en menos de diez minutos su portazo unilateral”, reprochó, para añadir que ni siquiera llegaron a escuchar las propuestas sobre “emancipación juvenil, bono energético o transporte” que les iba a realizar Azpiazu. Como publicó este periódico, el consejero tenía esas propuestas en la cartera pero el rápido desmarque de EH Bildu no le dio opción a presentarlas.
Urkullu también dijo que este año EH Bildu no ha pedido reuniones con él en calidad de lehendakari, algo que el año pasado sí hicieron. El lehendakari zanjó: “Deben ser valientes y decir con claridad que han decidido quedarse fuera del acuerdo”.
EH Bildu ataca al PNV con el artículo 155 de Rajoy
Iriarte le había preguntado por los cinco pactos de país que planteó en el pleno de política general, y si considera que la actitud en la negociación presupuestaria se corresponde con esa voluntad de alcanzar acuerdos. A su juicio, a este Gobierno solo le valen la “adhesión” a sus planteamientos y decir “amén, amén”. Volvió a recriminar a Azpiazu que no llevara a la mesa “ninguna medida estructural” y que en otros lugares del entorno y del mundo se haya abierto el debate fiscal y en Euskadi no se haga aún.
Llevó la discusión al terreno de que en Madrid y Nafarroa “es posible hablar”. Al PNV le respondió que sus argumentos sobre los Presupuestos para la Casa Real y Defensa son “infantiles” y trató de contraatacar con el argumento de que el PNV apoyó unos Presupuestos de Rajoy con el artículo 155 en vigor en Catalunya.
Crece la distancia
La negociación presupuestaria, ya sea por la proximidad de las elecciones municipales y forales de mayo o por otras circunstancias, ha evidenciado una distancia cada vez mayor entre EH Bildu y el Gobierno vasco, frente al acuerdo presupuestario que sí alcanzaron el año pasado. La coalición abertzale mantiene su apuesta por el pacto educativo, pero se ha desmarcado con una abstención en la reforma de la RGI, ha rechazado la Ley de Empleo Público, y está convirtiendo la emancipación juvenil en una de sus principales banderas en un contexto en el que se presenta como alternativa. En ese último ámbito, las posiciones parecen distantes en puertas de que el Gobierno presente la semana que viene la estrategia de emancipación.