El lehendakari mantiene la presión a Pedro Sánchez para que aproveche la presidencia europea que asumirá el 1 de julio y, desde esa atalaya, impulse la creación de la macrorregión atlántica, una estructura institucional para que territorios como la comunidad autónoma vasca y la navarra no pierdan influencia en las conexiones ferroviarias y energéticas. Según adelantan fuentes de Lehendakaritza consultadas por este periódico, Iñigo Urkullu envió el 31 de mayo una carta al presidente español en la que le pide que se realicen “todos los esfuerzos para que el Consejo Europeo dé luz verde a este proyecto antes de que concluya el año y mandate a la Comisión Europea la configuración de dicha macrorregión”.
Esa carta se la envió poco después de la asamblea que celebraron en Cardiff los territorios de la Comisión del Arco Atlántico, que preside el propio Urkullu. En esa cita se aprobó una declaración que pide a Sánchez que esta reivindicación sea una “prioridad”. La declaración se la ha enviado el lehendakari a Sánchez y a los embajadores de Portugal, Irlanda, Francia y Reino Unido, donde están enclavados los territorios atlánticos.
El adelanto de las elecciones generales al día 23 de julio ha estallado como una bomba en este tablero de juego. Ha sembrado de incertidumbres la presidencia de turno española en el Consejo de la Unión Europea, que comienza el 1 de julio y se extiende durante el último semestre de este año, porque Pedro Sánchez va a asumir las riendas del Consejo en plena campaña electoral, con buena parte de los esfuerzos centrados en esa pelea política; después llegarán las negociaciones para alcanzar un acuerdo de investidura y, para rizar el rizo, podría producirse un cambio de gobierno si el PSOE perdiera las elecciones y no lograra articular una mayoría necesaria para mantenerse en La Moncloa. En este escenario tan complejo, Sánchez ha negado públicamente que el adelanto electoral decretado por él mismo vaya a poner en peligro los objetivos de la presidencia de turno europea. El lehendakari, que no está en elecciones, mantiene el nivel de exigencia.
En la carta enviada a Sánchez, a la que ha tenido acceso este periódico, el lehendakari reclama que la macrorregión sea prioritaria. Esta estructura incluirá a territorios como Galicia, Asturias, Cantabria o incluso Gales, un territorio del Reino Unido, fuera de la Union Europea tras el Brexit. También estarían en la macrorregión la comunidad autónoma vasca, la navarra y Nueva Aquitania. Esa macrorregión permitiría optimizar los presupuestos del arco atlántico, contar con un altavoz más potente y profundizar en las relaciones con zonas ultraperiféricas.
"Solicito todos los esfuerzos para que el Consejo dé luz verde al proyecto antes de que concluya el año"
El lehendakari pide activar el proceso. “Llegados a este punto, en mi calidad tanto de presidente de la Comisión Arco Atlántico como de lehendakari, solicito formalmente mediante el presente escrito que la creación de la macrorregión atlántica se incorpore como prioridad a la agenda de la presidencia española del Consejo de la UE que arranca el próximo mes de julio. Asimismo, solicito que se realicen todos los esfuerzos para que el Consejo Europeo dé luz verde a este proyecto antes de que concluya el año y mandate a la Comisión Europea la configuración de dicha macrorregión”, reclama el lehendakari, quien termina tendiendo la mano. “Quedo a disposición para colaborar en aquello que sea pertinente al objeto de que este proyecto, clave para la promoción y mejor defensa en la Unión Europea de los intereses de los territorios atlánticos y de quienes los habitamos, vea la luz”, concluye.
En la misiva, el lehendakari pone en valor la asamblea de Cardiff celebrada el 23 de mayo bajo la presidencia de Euskadi y que se saldó con la aprobación “por amplio consenso” de la declaración que adjunta en la carta. La declaración se aprobó por unanimidad, incluso con el voto irlandés, que en un primer momento no se daba por seguro y que decidió dejar para una fase posterior sus objeciones sobre la forma de la macrorregión. Urkullu expone a Sánchez las prioridades que tendría esa macrorregión: ser una macrorregión con una economía innovadora y sostenible, interconectada, resistente al cambio climático, con cohesión social y cultural, y con una mayor cogobernanza de puertas adentro, con una participación directa y plena de los territorios y en estrecho contacto con los actores socioeconómicos.
Las prioridades de Sánchez
Sánchez se ha mostrado sensible a esta demanda en sus intervenciones públicas, aunque es evidente que han sido los territorios los que han tirado del carro, con el lehendakari como líder de la propuesta. Urkullu se ha multiplicado organizando cumbres y reuniones para activar la macrorregión, ante el riesgo de que el flanco oeste pierda influencia en Europa por el Brexit, por la futura incorporación de socios del este tras la guerra en Ucrania, o las resistencias de Francia a conectar con el sur.
Ahora todo queda en manos de Sánchez, que deberá elevar un mandato a la Comisión Europea. Sobrevuelan dos incógnitas: por un lado, queda por conocer qué nivel de prioridad tendrá esta demanda en su agenda, centrada en el pacto migratorio, las nuevas reglas fiscales europeas y las relaciones con América Latina; y, por otro lado, habrá que ver cómo se maneja Sánchez ante Francia, que cuestiona la conexión del TAV en frontera en 2030. Francia apoyará la macrorregión si es España quien la sugiere.