Hace unos días, el lehendakari recordaba que los problemas políticos deben solucionarse a través del diálogo y no de los tribunales, y se mostraba crítico con la sorprendente decisión del Supremo de revisar los indultos a los presos soberanistas. Ahora que la legislatura de Pedro Sánchez al frente del Gobierno español ha superado ya su ecuador, crece la presión por parte de sus socios del PNV y ERC para que cumpla los compromisos de investidura relacionados con la crisis del modelo territorial, y para que reactive la mesa de diálogo catalana y acometa reformas también para Euskadi. El lehendakari ha aprovechado este lunes la primera jornada de su viaje a Córcega para proclamar ante su Asamblea que es necesario "un nuevo modelo de Estado", que se asuma su condición "plurinacional", y que se afronte una "redistribución de la soberanía".
Volvió a apostar por un Concierto Político para Euskadi, una propuesta ya conocida, y que hace extensible como posible modelo de solución para Catalunya. Supondría garantizar el cumplimiento de lo pactado y no vulnerar las cotas de autogobierno que se acuerden. Un modelo bilateral.
El lehendakari lanzó su oferta ante un auditorio que escuchó con atención su planteamiento y le preguntó durante tres horas en la asamblea sobre el modelo vasco. Lehendakaritza detectó "mucho interés" en el sistema vasco a nivel político, económico y social. Urkullu venía de reunirse con el presidente del Consejo Ejecutivo, Gilles Simeoni, con quien ya se ha visto cara a cara tres veces. En el encuentro con instituciones públicas y la sociedad civil en la Asamblea corsa, Urkullu planteó también la perspectiva europea de este debate.
Córcega o Corsica es un territorio con una fuerte identidad, que tiene un memorando de entendimiento con la comunidad autónoma vasca y que forma parte como observadora de la iniciativa RLEG liderada por el lehendakari, el grupo de territorios con competencias legislativas que piden un estatus de región asociada a la Unión Europea. Corsica tiene una organización propia dentro del Estado francés con un nivel similar de descentralización al de otros territorios europeos.
LA LEY Y LA "VOLUNTAD POPULAR"
El lehendakari recordó que el Parlamento Vasco ha trabajado en un nuevo estatus de autogobierno. Volvió a poner sobre la mesa que debería reconocer la singularidad de la nación vasca, asumir que los derechos históricos que reconocen la propia Constitución española y el Estatuto de Gernika dan legitimidad a Euskadi para actualizar su marco y plantear un nuevo modelo de relación con el Estado, y establecer una "relación bilateral con el Estado" desde el reconocimiento mutuo y tomando como modelo el Concierto Económico.
Cuando Urkullu plantea el Concierto, lo hace porque su principal inquietud es que lo pactado con el Estado no quede en papel mojado o sea objeto de un cuestionamiento permanente, como sucede ahora con un Estatuto de Gernika que cuatro décadas después recoge competencias que Madrid aún no ha transferido, o que es recortado por leyes estatales o las interpretaciones del Tribunal Constitucional.
Recordó que "no se están cumpliendo las previsiones" del calendario de transferencias, aunque reconoció avances importantes como el acuerdo para la gestión de las prisiones. Pero recordó que la legalidad "no es inmutable" y que "debe evolucionar". "El respeto a la voluntad popular debe encontrar un cauce de aplicación y entronque en el ordenamiento jurídico", dijo, para apostar en cualquier caso por un acuerdo basado en el consenso y la legalidad.
Urkullu planteó "un sistema efectivo de garantías para el cumplimiento de lo pactado". El Concierto lo garantiza porque a nivel económico no puede ser "modificado unilateralmente" por ninguna de las partes. Además, entronca con los derechos históricos y es respaldado por las instituciones europeas. El Concierto Económico lleva aparejados mecanismos como la Comisión Mixta para fijar los límites de deuda y déficit de Euskadi, o el dinero que se paga al Estado en concepto de Cupo por los servicios que presta Madrid en Euskadi como determinadas infraestructuras, el Ejército o la Corona. Es una cifra que no se puede modificar de manera unilateral y, además, Euskadi contribuye a través del Cupo a la solidaridad con otros territorios.
"Pacto, legalidad, solidaridad y bilateralidad", dijo. Ahí lo dejó, aunque ya es conocido que Urkullu plantea una Comisión del Concierto Político para que se aborden las leyes estatales antes de ser aprobadas y garantizar que no invadan competencias vascas, un concepto de soberanías compartidas. Pero recuperar el nuevo estatus corresponde a los partidos del Parlamento Vasco, y este lunes lo que hubo fue sobre todo una apelación a Sánchez para que el Estado se mueva.
QUE EL ESTADO HAGA UNA PROPUESTA
Urkullu pide este Concierto para Euskadi por su tradición foral, pero cree que también podría servir como modelo de solución para Catalunya. "Este modelo puede constituir la base firme sobre la que articular un nuevo pacto de relaciones entre Euskadi y el Estado. Este modelo puede ofrecer una salida política al desencuentro territorial y la crisis del modelo de Estado. Es evidente la existencia de voluntades sociales mayoritarias diferenciadas en Catalunya, Euskadi y España. Al Estado le corresponde leer adecuadamente este nuevo tiempo, asumir su propia diversidad y pluralidad, y plantear un nuevo modelo de Estado", animó.
En ese sentido, recalcó que su propuesta "plantea reconocer la plurinacionalidad, avanzar en el reconocimiento jurídico-político, también social y cultural, de las realidades nacionales vasca o catalana. Una solución política aconseja asumir esta cultura plurinacional, afrontar con visión constructiva la redistribución de la soberanía del Estado, favorecer la defensa de la identidad de sus respectivos pueblos y, también, su proyección exterior".
TRES HORAS DE EXPECTACIÓN
Aprovechando este auditorio, Urkullu trató de elevar la mirada del debate territorial para enlazarlo con Europa y habló del documento que presentó Lehendakaritza como aportación dentro de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, para que se respete la diversidad de lenguas o pertenencia, se convoque una convención sobre gobernanza multinivel y se active un grupo de trabajo con el objetivo de alcanzar un estatus de región asociada a la Unión Europea para los territorios con competencias legislativas.
Lo que ha hecho Urkullu es plantear "mecanismos que garanticen a nivel de la Unión Europea el respeto de los acuerdos alcanzados entre las instituciones parlamentarias de los estados miembro y de sus comunidades políticas para el ejercicio de su voluntad de decidir sobre su estatus de soberanía". Urkullu habló también de la cultura del pacto con el PSE, la injusticia de la violencia o la Agenda 2030 y las políticas sociales.