El lehendakari, Iñigo Urkullu, se mostró ayer lunes favorable a la aplicación del impuesto a las grandes empresas energéticas que el Gobierno español ha planteado, pero no por el hecho de que sean grandes empresas, sino por sus “beneficios extraordinarios”. En una entrevista en EITB, Urkullu explicó que el Gobierno vasco ve con buenos ojos “el impuesto para los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas’’. Y advirtió de que “la sociedad tiene que tener en cuenta que hay riesgos cuando se toman este tipo de medidas, porque las grandes empresas podrían tomar también algunas decisiones sobre sus inversiones”. “Nosotros tenemos que garantizar que estas empresas estas empresas continúen arraigadas aquí y continúen realizando inversiones”, apuntó.
Según Urkullu, el impuesto “tiene un buen objetivo”. “Mi planteamiento ha sido que se establezca un impuesto a esas grandes empresas no solo por eso, sino por sus beneficios extraordinarios”, insistió.
En este sentido, el lehendakari apuntó que este impuesto “está pensado en Madrid quizás para comunidades autónomas que no tienen Impuesto de Patrimonio”. En todo caso, aseguró que, al igual que todos los nuevos impuestos que se aprueban en Madrid, “éste también hay que concertarlo con nuestro sistema”. “Nosotros tenemos el Concierto Económico y los nuevos impuestos se deben pactar. Aquí tenemos el Impuesto de Patrimonio, y lo que pedimos desde el Gobierno Vasco es que el impuesto a las grandes fortunas lo debemos concertar”, manifestó.
Además, el lehendakari defendió revisar “en su totalidad” el actual sistema vasco de fiscalidad que se acordó en 2017, ya que “los momentos tan duros y difíciles que hemos pasado nos da un enfoque para poder estudiar el sistema fiscal en su totalidad”. En este sentido, consideró que la fiscalidad debe tener “dos objetivos”, que son “guiar y garantizar el crecimiento económico y construir una sociedad cohesionada con cada vez menos desigualdad”.
En todo caso, ha destacado que el sistema fiscal vasco es “muy equilibrado y progresista” para poder garantizar la calidad de los servicios públicos, y que serán los partidos políticos quienes, a partir de enero del próximo año, hagan “su lectura”.
Iberdrola
Ayer mismo, el lehendakari mantuvo un encuentro con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien le trasladó el Plan Estratégico de la compañía vasca, presentado en Londres el pasado mes de noviembre, que supondrá unas inversiones de 47.000 millones de euros durante el periodo 2023-2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas.
Durante el encuentro, Galán expresó el “compromiso” y la “vocación” de la compañía eléctrica con el desarrollo económico y el empleo en la CAV. “Así lo avalan las cifras que unen a Iberdrola con esta tierra. La actividad de la compañía vasca en Euskadi generó en 2022 un impacto socioeconómico de más de 2.700 millones de euros generados por su actividad en la comunidad autónoma, un 30% superior al del año pasado”, señaló Iberdrola en un comunicado. Según el presidente de Iberdrola, gracias al nuevo plan, “la contribución económica de Iberdrola a Euskadi alcanzará los 10.000 millones de euros entre 2022 y 2025, principalmente en inversiones, compras, salarios e ingresos fiscales con un incremento del 15% frente al cuatrienio anterior”. “De esta manera, Iberdrola refuerza su papel como uno de los principales motores de actividad del País Vasco”, defendió.
“La actividad de Iberdrola en 2022 y nuestros planes a 2025 demuestran que la electrificación es una gran oportunidad para seguir haciendo del País Vasco un referente de desarrollo industrial, apertura al exterior, innovación y empleo de calidad”, manifestó Galán a Urkullu durante el encuentro. “Iberdrola reafirma hoy su compromiso con el tejido industrial y la sociedad de Euskadi. Nuestro crecimiento global es motor de internacionalización para cientos de empresas vascas, que llevan años demostrando su capacidad de proporcionar productos y servicios competitivos y de máxima calidad en todo el mundo”, concluyó.