El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha insistido en que "no hay víctimas de primera y de segunda" porque "todas han sufrido un daño injusto" y ha sostenido que "su derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición es un deber institucional y social". "Esta es la oportunidad y, el riesgo, es no aceptarlo o no aplicarlo", ha afirmado, al tiempo que ha abogado por que todas ellas estén "en el centro", ha recalcado.
Urkullu ha inaugurado este lunes en el Palacio Kursaal de Donostia el 17 Simposium Internacional de la Sociedad Mundial de Victimología, en el que participan expertos que provienen de más de cincuenta países y se celebra hasta este próximo jueves en la capital guipuzcoana bajo el epígrafe 'Victimización en un mundo digital: Respondiendo y conectando con las víctimas'.
El lehendakari ha agradecido su presencia en un contexto en el que se "mantiene la cautela ante la pandemia" y, además, se padecen las consecuencias de la "injusta agresión unilateral" de Rusia a Ucrania. "sobre todo, en términos de vidas humanas y personas que se ven obligadas a huir de su país".
Así, ha remarcado que Euskadi es "un pueblo de acogida". "Contamos con una historia, cultura, identidad e idioma propio, el euskera, y somos un pueblo abierto, solidario y con vocación universal", ha expresado.
No obstante, ha destacado que no hay que "olvidar toda guerra y conflicto violento armado que asolaba la humanidad y las diversas razones e intereses que los provocan". A su juicio, "lo terrible es que nos hayamos habituado y que por ello no prioricemos la perspectiva humana y profundicemos en los esfuerzos por la paz".
Apuesta por la convivencia
Urkullu ha defendido que el autogobierno ha servido a Euskadi "de palanca para impulsar un modelo de Desarrollo Humano Sostenible", el cual "sitúa a la persona en el centro de todas las políticas y avanza desde los principios de sostenibilidad, cohesión social y solidaridad".
En esa línea, ha lamentado que "durante medio siglo hemos sufrido el zarpazo de la sinrazón de la violencia y el terrorismo", al tiempo que ha subrayado que el fin de ETA hace casi once años, y su disolución definitiva hace cuatro, "nos ha permitido reafirmar la apuesta por una nueva convivencia". "Nuestro Plan se denomina 'Udaberri', la "primavera" en la que vivimos en estos momentos", ha añadido.
El mandatario vasco ha explicado que se trata de un plan "anclado en la no violencia, en principios y valores éticos y democráticos, en la defensa activa, protección y garantía efectiva de los derechos humanos" y ha sostenido que la determinación del Gobierno vasco es garantizar "todos los derechos para todas las personas".
En este contexto, se acoge en la capital guipuzcoana este Simposium Internacional de Victimología. "La victimología en la era digital, con sus oportunidades y, también, con sus riesgos", ha afirmado Urkullu, quien ha resaltado "la oportunidad de situar a las víctimas en el centro, a todas las víctimas".
"No hay víctimas de primera y de segunda; todas han sufrido un daño injusto. Su derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición es un deber institucional y social. Esta es la oportunidad y, el riesgo, es no aceptarlo o no aplicarlo. Desde nuestra propia experiencia y desde las mejores prácticas internacionales, afirmamos: las víctimas, todas las víctimas, en el centro", ha recalcado.
Justicia restaurativa
De este modo, ha recordado que en Euskadi se está elaborando una Estrategia de Justicia Restaurativa y el objetivo es que esta Estrategia "genere una nueva cultura para la resolución de los conflictos, que ponga el foco en la restauración integral de las víctimas, que ayude a reparar y sanar el daño, que contribuya, también, a la transformación del victimario". "Una nueva cultura al servicio de la convivencia y la paz", ha asegurado.
Tras la experiencia de "violencia padecida", ha manifestado que "sentimos la necesidad de avanzar en una nueva convivencia, sentimos que se lo debemos a las víctimas, que nos lo debemos a nosotras y nosotros mismos como sociedad".
"Aunque hoy el viento parece soplar en contra, un mundo más justo, más humano y más sostenible es posible y, este objetivo, en pequeña o gran medida, está también en nuestras manos", ha manifestado el lehendakari.