Más allá de la tensión política que está causando la falta de celo del Gobierno español a la hora de cumplir los acuerdos firmados con el PNV, el descontento comienza a dejarse notar en los mensajes del Ejecutivo vasco liderado por Iñigo Urkullu. El portavoz, Bingen Zupiria, ha reconocido este martes que la negociación de la reforma laboral y el traspaso de las materias que recoge el Estatuto de Gernika no están marchando como querría el lehendakari.
En cuanto a la reforma laboral, aseguró que Iñigo Urkullu trasladó la semana pasada a la patronal vasca Confebask que el Gobierno de Sánchez debería realizar "un esfuerzo mayor de negociación y acuerdo" para lograr apoyos en el Congreso de los Diputados. Sobre las transferencias, aseguró que "no hay razón para justificar" el enredo sobre el Ingreso Mínimo Vital, que tendría que haber llegado en octubre de 2020 y fue pactado hace casi dos años por el PNV.
VALORA LA REFORMA LABORAL PERO PIDE CONSENSO
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Zupiria se expresó con cautela porque es el portavoz de un gabinete de coalición. El PNV sí quiere introducir cambios en la reforma pactada entre el Gobierno español, la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT para blindar la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales, mientras que el PSE, aunque sondeó en un primer momento esa opción con la vicepresidenta Yolanda Díaz, pide por encima de todo que el decreto vea la luz.
Zupiria aclaró que el Gobierno vasco "valora positivamente que agentes económicos y sociales hayan alcanzado un acuerdo" porque siempre ha apostado por el diálogo en el ámbito sociolaboral. "Este preacuerdo es un paso en ese sentido. Tampoco les voy a ocultar que la opinión del lehendakari es que aún se debe hacer un esfuerzo mayor de negociación y de acuerdo para satisfacer las peticiones de los grupos que tendrían que apoyar esa reforma laboral en el Congreso", puntualizó.
UN CALENDARIO INCUMPLIDO
Sobre las transferencias, la consejería de Autogobierno que dirige Olatz Garamendi despejó el jueves de la semana pasada con la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, el obstáculo de los plazos en la transferencia del IMV, que se acordará sin fecha de caducidad y por un plazo indefinido. Pero no hay más novedades, y el Gobierno español tampoco ha respondido a las ofertas que envió Garamendi para dar un impulso a una negociación transferencial que está paralizada: envió propuestas sobre la gestión del litoral, fondo de protección a la cinematografía y meteorología, pero no ha habido respuesta por ahora.
Zupiria abundó en que están "a la espera de respuesta" de esas tres ofertas, y criticó el "acuerdo incumplido" en el IMV, que tendría que haber llegado en 2020. "Ha pasado mucho tiempo y no hay razón para justificar que no se materialice", zanjó. Lamentó que esa misma situación se produce "con otros compromisos que tienen que ver con el desarrollo del Estatuto de Gernika". Recordó que el propio Gobierno español planteó un calendario que no se ha cumplido y apostó por seguir trabajando para acelerar la negociación.
EL PRINCIPAL FOCO DE DESENCUENTRO
BLINDAJE DE LOS CONVENIOS
A nivel estatal, la patronal CEOE no quiere tocar una coma de la reforma, y la prevalencia de los convenios autonómicos tampoco es algo que entusiasme a los sindicatos de adscripción española.