El acto institucional de conmemoración del Día de la Memoria del Gobierno vasco ha servido de marco para la puesta de largo del documento en el que se presentan estas bases compartidas para la construcción social de la memoria en Euskadi, y ha contado con la presencia de una amplia representación institucional, política y social, encabezada por el lehendakari Iñigo Urkullu. En su discurso, el jefe del Ejecutivo vasco ha demandado una “mirada ética” que confluya en la reflexión de que todo el daño causado por la violencia fue “injusto”, lo que “es, sin duda, la mejor garantía para la no repetición”. “Este camino exige huir de la autojustificación”, ya que ésta solo sirve “para pretender justificar lo que ha sido, es y será una sinrazón ética, política y democrática”. “Hay que mirar desde la ética. Esa mirada desde la historia y la memoria, desde la experiencia de las víctimas”, ha argumentado Urkullu.
Tras destacar la “valiosa aportación” de este proyecto, el lehendakari ha señalado que “la memoria ha de ser un pilar básico de un modelo de convivencia basado en la no violencia, en principios y valores éticos y democráticos, y en la defensa, protección y garantía efectiva de los derechos humanos”. Durante su intervención, el líder jeltzale ha apostado por un futuro edificado en la “memoria de todos los compromisos, activos y valores que nos han traído a la Euskadi de 2022, un país con un modelo propio y avanzado de desarrollo sostenible”. “Y memoria también de décadas de terrorismo y violencia política. No podemos, no debemos, no queremos olvidar”, ha sintetizado desde la sede de Gogora en Bilbao, donde ha recalcado que “la memoria es la mejor garantía para la construcción de un modelo sólido de convivencia en el pluralismo político y la diversidad social”.
Urkullu ha apelado a “mirar desde la verdad de los hechos, de todos los hechos”. Y ha añadido: “Mirar desde el conocimiento, el rigor y los principios de la ciencia histórica, con el objetivo de comprender los fenómenos históricos, sin que eso signifique en ningún caso justificar”. A juicio del lehendakari, esa mirada debe incluir a las víctimas porque “ellas representan el dolor, el sufrimiento y la injusticia más radical del terrorismo y la violencia política. Mirar con sus ojos y desde sus experiencias es, sin duda, el mejor acto de reconocimiento que les podemos tributar”. En este sentido, y como se recoge en el documento que vio la luz, Urkullu ha aludido a la necesidad de que quienes fueron “responsables directos e indirectos” de la violencia y de “décadas de terror” hagan un sano ejercicio de autocrítica porque “no todos los vascos y vascas tuvieron, tuvimos, la misma responsabilidad”. “Autocrítica y responsabilización que solo serán tales si son sinceras y consecuentes”, ha suscrito el máximo dirigente de Lehendakaritza.
Bajo la conducción de la periodista Pili Kaltzada, el acto ha contado con las aportaciones del bertsolari Ekaitz Goikoetxea y la escritora Edurne Portela, amén de la actuación de Kukai Dantza Taldea. Entre los presentes, la consejera Beatriz Artolazabal; el viceconsejero José Antonio Rodríguez Ranz; la directa del instituto Gogora, Aintzane Ezenarro; y la directora de Derechos Humanos, Mónica Hernando.