El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha tenido este lunes un recuerdo para Joaquín Beltrán y Alberto Soroluze, fallecidos en el derrumbe del vertedero de Zaldibar, cuando se cumplen tres años de este suceso.
"Hoy es un día especial. Desde hace tres años tengo muy presente en este día a las personas que desaparecieron como consecuencia del derrumbe" , ha señalado Urkullu en su intervención en el acto de colocación de la primera piedra del Instituto Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes, que se ubicará en el Parque Tecnológico de Álava.
El lehendakari también se ha referido al fuerte terremoto registrado la pasada madrugada en el sureste de Turquía, que ha dejado más de 1.300 muertos en este país y en Siria, y ha mostrado sus condolencias con todas las víctimas de este seísmo.
Instituto Biomédico de Nanohidrogeles inteligentes
Urkullu ha realizado estas declaraciones en el acto de colocación de la primera piedra del nuevo Instituto Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes, y ha destacado el poder tractor para atraer investigadores a Euskadi que tendrá esta infraestructura, que partirá de una inversión de 20 millones de euros.
El lugar elegido para instalar este Instituto Biomédico ha sido el Parque Tecnológico de Álava, situado a pocos kilómetros de Gasteiz, al que se han desplazado tanto el lehendakari, con el diputado general de Álava, Ramiro González, y el alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran, para avalar con su presencia este centro que generará inicialmente 60 nuevos empleos de alta cualificación.
Urkullu ha puesto en valor la colaboración público privada como germen de proyectos como este para que Euskadi sea un lugar interesante para "atraer talento" y mantener el que ya tiene. Con ello, ha asegurado que "se está poniendo la primera piedra de un futuro más prometedor" para el País Vasco.
"Esta inversión construye presente y futuro. Ayudará a crear empleo de calidad de manera directa y atraerá a investigadores e investigadoras de primer nivel", ha opinado el lehendakari, quien ha agradecido el "esfuerzo y la ambición" que representa este proyecto en un "sector estratégico como el de la salud".
En este sentido, ha indicado que la pandemia ha puesto de relevancia el papel de la ciencia y la necesidad de invertir en este sector. "En los días más oscuros teníamos claro que la ciencia era nuestra esperanza más grande y el arma más fuerte para hacer frente al virus. Tres años después tenemos que seguir reforzando este espacio", ha defendido.
Por último, ha insistido en que el de este lunes es un paso para que "la investigación y el desarrollo sigan creciendo", al tiempo que ha destacado que este centro nace al abrigo del vivero de empresas de la UPV/EHU, lo que ha calificado como "un motivo de orgullo".
20 millones de euros
El Instituto Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes, el primero de sus características en todo el mundo, está impulsado por la compañía alavesa i+Med. Con una inversión del 20 millones de euros creará inicialmente 60 nuevos empleos de alta cualificación, que podrían crecer hasta los 125, de los que un centenar serán investigadores.
Los 20 millones de inversión se dividen en dos partes. La primera, valorada en 8 millones, será para construir el centro, que albergará un área de I+D+i y una planta farmacéutica para el lanzamiento y distribución de nuevos medicamentos. Los 12 millones restantes de inversión servirán para adquirir tecnología y maquinaria de última generación y para atraer y retener personal de alta cualificación.
La construcción de este Instituto Biomédico concluirá a finales de 2024 y servirá además de sede a i+Med, compañía que calcula que su cifra de negocio, de unos de 10 millones de euros en 2022, puede alcanzar los 25 millones para 2025, cuando el Instituto esté ya en funcionamiento.
i+Med es una cooperativa de científicos fundada en 2014 que centra su actividad en el desarrollo de proyectos de nanomedicina personalizada en el campo de los nanohidrogeles inteligentes de liberación controlada de fármacos y sustancias activas.
Los nanohidrogeles inteligentes en los que trabaja I+Med son sistemas alternativos para la dosificación de los fármacos que permiten abordar al órgano diana de una forma más efectiva y directa, lo que reduce el gasto farmacéutico y evita efectos secundarios de los fármacos.