El lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha comprometido en el último pleno de Política General de esta legislatura a mejorar la mayoría de los ratios sanitarios en seis meses para colocarlos en cifras previas a la pandemia.
"Esperar un día menos marca la diferencia a la hora de tratar a una persona", ha afirmado el lehendakari en su intervención en el pleno de Política General del Parlamento Vasco, en la que ha insistido en que en materia sanitaria "cada día cuenta y cuenta mucho".
En este sentido, ha subrayado el compromiso de su gobierno para "recuperar las cifras previas al inicio de la pandemia en seis meses", tiempo que resta de legislatura si finalmente las elecciones autonómicas coinciden con las europeas el 9 de junio de 2024.
El lehendakari se ha mostrado convencido de que logrará este objetivo y ha subrayado que para ello se "optimizarán recursos y se trabajará codo con codo con los profesionales" de Osakidetza.
Ha concretado que en este medio año el Sistema Vasco de Salud recuperará los 65 días de demora media en intervenciones quirúrgicas y bajará de los 30 días la espera para pacientes oncológicos y de los 90 para las cirugías cardíacas.
Más atención presencial
En Atención Primaria ha avanzado que el objetivo es reducir las 48 horas de espera media para una cita médica y elevar la presencialidad del 61 % actual al 70 % para "lograr un mayor equilibrio entre citas telefónicas y presenciales".
El lehendakari ha recordado que para avanzar en estas metas en ocho años la inversión prevista de cara la renovación de los centros de salud y de la compra de nuevos equipamientos es de 1.200 millones euros.
"Osakidetza seguirá siendo un sistema de salud público de referencia, cercano y de máxima calidad. Queremos que la persona usuaria que entre por la puerta sienta que está recibiendo el mejor servicio posible. No escatimaremos esfuerzos", ha insistido.
La sanidad pública es uno de los tres ámbitos de mejora en los que "hay que actuar con prioridad", ha afirmado el lehendakari, quien ha explicado que los otros dos pasan por "avanzar en el reto demográfico" y en el ámbito de las energías renovables.
Mejoras sí, catastrofismo no
"No me duelen prendas en reconocer con visión crítica los ámbitos necesitados de reforma y mejora", ha señalado Urkullu, quien ha dicho no obstante que no comparte "los relatos que presentan a Euskadi con un balance catastrófico e incluso tercermundista".
En esta línea, ha censurado que "algunos" creen que el "único medio para progresar en el confrontamiento, enfrentarse, dividir y crear tensiones", actitud que ha considerado "un anacronismo" al abogar por la "estabilidad y la colaboración".
Políticas sociales
En materia de empleo, ha marcado que la prioridad es atender a los jóvenes, a las personas vulnerables y a los mayores de 55 años, para lo que se mantendrá la inversión de 45 millones de euros para distintos programas.
En el área de vivienda la meta es gestionar desde el Gobierno vasco el 10 % del total de viviendas de Euskadi, para atenuar la subida de los precios y los alquileres, lo que supone que el parque de vivienda protegida supere los 88.500 inmuebles, el 40 % en alquiler.
Urkullu ha concretado además el montante de las ayudas que su Ejecutivo destinará a las familias que se quedaron sin los fondos europeos dirigidos a la rehabilitación de viviendas, al agotarse, que ha cifrado en 60 millones de euros.
Ha insistido también que en el último tramo de la legislatura se aprobará la Ley de Educación y ha tenido palabras para el conflicto laboral abierto en el seno de la Ertzaintza para señalar que la mesa de negociación sigue abierta con "realismo y sin condicionar las políticas e inversiones del futuro".