La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha disparado los precios de la luz, el gas y los combustibles a niveles desorbitados, una situación insostenible tanto para los consumidores como para las empresas. El precio del gas está repercutiendo directamente en el de la electricidad, que ya estaba disparado antes de la guerra por la demanda ligada al inicio de la recuperación económica tras los meses más duros de la pandemia del covid-19.
Ante esta situación, el lehendakari Iñigo Urkullu advirtió ayer miércoles de que la invasión rusa está generando una situación de "economía de guerra" con consecuencias severas, ya que se está produciendo un incremento de los costes de producción por la subida de precios de la energía y las materias primas. "Esta situación afecta especialmente a los sectores de automoción, fundición y oil&gas; también a la logística, transporte y sector alimentario", destacó.
Ante esta situación, Urkullu apostó por "redoblar el esfuerzo en eficiencia energética, adoptar decisiones para flexibilizar la transición energética y acelerar la puesta en marcha de los proyectos de energía alternativa como los parques eólicos y el hidrógeno". A la situación de "emergencia energética", el lehendakari advirtió de que se suma "la falta de acceso a materias primas básicas y necesarias, como el trigo y el cereal, materias que impactarán en el primer sector y en la cadena de alimentación internacional y local", apuntó.
Durante la presentación de la nueva plataforma logística de Lidl en Nanclares de Oca, el lehendakari mostró su solidaridad con "las personas que permanecen o huyen de Ucrania". "Preparamos la acogida e integración para quienes lo necesiten. Desde las políticas públicas vamos a hacer lo posible por aliviar la incidencia en la sociedad y las familias", manifestó. En este sentido, recordó que la UE está preparando un paquete de medidas de carácter extraordinario y anunció que el Gobierno vasco "analizará también las vías para complementar estas ayudas".
"Situación insoportable"
También habló de las consecuencias económicas de la guerra el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, quien aseguró que los electrointensivos, la producción de acero y las fundiciones han llegado "a una situación insoportable" y reconoció que la situación no solo afecta a la industria vasca, sino que las consecuencias "son más amplias". "La inflación va a tener unas consecuencias tremendas para todos, tanto par al industria como para cada uno de nosotros. La situación es del todo preocupante", advirtió.
Al respecto, la Asociación de empresas de Gipuzkoa, Adegi, señaló ayer miércoles que la invasión rusa de Ucrania ya tiene consecuencias para el 62,5% de las empresas del Territorio y alerto de que "los problemas se irán agravando, afectando a la facturación" de las compañías del Territorio. Es por ello que instó al Gobierno a adoptar "rápidamente medidas de choque que contribuyan a paliar el aumento de costes de la energía" ya que, según advirtió, de lo contrario habrá empresas que tendrán que "interrumpir su actividad".
Asimismo, el presidente de la patronal vasca solicitó que se replantee el sistema existente en Europa para establecer el precio de la electricidad, y destacó que no tiene sentido que esté ligado a un combustible del que carece Europa, como es el gas. En una entrevista en Euskadi Irratia, Zubiaurre advirtió de que la crisis energética "va a ir extendiéndose", por lo que consideró que la UE debe adoptar "medidas valientes inmediatamente" para hacer frente a la situación y tener bajo control el coste de la energía porque, de lo contrario, "la situación va a empeorar".
Por último el presidente de Confebask señaló que, teniendo en cuenta la situación actual, es complicado realizar previsiones sobre la evolución de la economía, por lo menos "hasta saber cuál va a ser el devenir de la guerra y las medidas que se van a aplicar".
Bizkaia
CEBEK dice que "repercute a todos los niveles"
A través de un comunicado, la patronal vizcaina Cebek mostró ayer su preocupación por la situación humanitaria en la invasión de Ucrania, así como por los efectos de este conflicto en la actividad económica y empresarial de Bizkaia. "Repercute también a todos los niveles y está teniendo consecuencias en cuanto a producción y empleo en toda Europa, que pueden ir a más si la situación no revierte en las próximas semanas. Los pronósticos que todos hacíamos a principio de año y que confiaban en acercarnos a la normalidad tras las diversas olas de la pandemia, será difícil que se cumplan". Además, la patrona apunta que la inflación, que en principio era "solo" energética, va a lastrar el crecimiento y que "la incertidumbre" por la situación económica global "repercute también en clientes y en cadenas de suministro", la competitividad y a la inversión.