La agresión verbal y física a un ertzaina libre de servicio en Gasteiz redobla la presión sobre EH Bildu. Los hechos ocurrieron sobre las 21.25 horas del pasado domingo cuando varios jóvenes increparon al agente, adscrito a la 28 promoción y que disfrutaba de su tiempo de ocio en el Casco Viejo de la capital alavesa, concretamente en la popular calle Cuchillería, horas antes de la festividad del Día del Blusa y de la Neska, momento en el que presuntamente le amenazaron, instándole a que se marchara del lugar al grito de “Zipaio, ¿qué haces en esta calle?”. Uno de ellos le propinó un puñetazo por el que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario debido a las lesiones que presentaba. Tras la pertinente investigación de la Policía vasca, los tres arrestados, de 21, 22 y 25 años, podrían ser acusados de delito de odio después de pasar a disposición judicial y quedar en libertad con cargos.
El suceso se encuadra además en el contexto de la exclusión en Mutriku de una ertzaina por su condición de policía de una serie de actividades de las fiestas de Magdalenas por parte de una asociación juvenil de la localidad guipuzcoana, lo que conllevó la enérgica denuncia de instituciones y partidos sobre una izquierda abertzale (IA) donde crece la tensión después de que Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), organización disidente, haya cobrado protagonismo por su enfrentamiento abierto con EH Bildu y Sortu, abogando por avanzar hacia un “partido comunista” que aglutine a las corrientes que se han ido alejando de la línea oficial y que conforman el llamado Mugimendu Sozialista.
Iñigo Urkullu calificó de “sectarias e inaceptables” las agresiones y expresó su deseo de que “determinadas formaciones políticas dejen de mirar hacia otro lado ante estos sucesos”. En un mensaje en redes sociales, el lehendakari condenó “con total rotundidad” el “acoso y los ataques” que se están produciendo estos días contra agentes fuera de servicio, y emplazó a “atajar de raíz estos comportamientos” en aras de un “mejor compromiso con la convivencia presente y futura”. El jefe del Ejecutivo vasco mostró su “cercanía y solidaridad” con todas las personas que conforman la Ertzaintza, “respetada y querida por la inmensa mayoría de la sociedad vasca”. Además, mostró su “apoyo, cariño y solidaridad” a quienes han sufrido esta violencia, así como a sus familiares y personas allegadas, además de sus compañeros y compañeras. En idéntica sintonía se pronunció el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, convencido de que Bildu “tiene mucho que decir para que cesen de una vez” los “hostigamientos a agentes de la Erztaintza en su vida privada”, que atribuye “a personas del entorno juvenil de la izquierda abertzale”. Confiado en que caiga sobre los responsables “todo el peso de la ley”, el dirigente jeltzale consideró que “este caso hemos cruzado la peligrosa raya de la violencia física”, recalcando que la coalición soberanista debe dar un paso adelante para acabar “de una vez con todas estas conductas propias del pasado al que nadie quiere regresar”.
Rechazo de Bildu
Después de que Bildu se sumara en Mutriku a la nota de censura contra lo acontecido a una ertzaina, también su portavoz en el Ayuntamiento de Gasteiz, Félix González de San Vicente, ahondó en su “más rotundo rechazo a cualquier tipo de agresión” e hizo un llamamiento a la población “a disfrutar las fiestas con moderación y respeto”. Por su parte, tanto el alcalde Gorka Urtaran como el diputado general de Araba, Ramiro González, procedieron a condenar el hecho. “Debemos pasarlo bien desde le respeto a los demás. Un ertzaina es también un gasteiztarra que tiene derecho a pasarlo bien y a estar con sus amigos y su familia sin miedo a sentirse agredido en cualquier punto de Gasteiz”, defendió el regidor. Su compañero de filas insistió en que “hay que desterrar de Euskadi comportamientos violentos y antidemocráticos que no deben tener cabida”.
Desde el Cuerpo policial, el secretario general de ErNE, Sergio Gómez de Segura, pidió una respuesta “clara y contundente” de la Justicia ante las agresiones a ertzainas. Esperando que obedezcan a “dos casos puntuales” y que no sea un “reflejo de lo que habrá en las siguientes fiestas”, el representante de este sindicato subrayó que, tras la pandemia, el principio de autoridad ha quedado “un poco reducido por decisiones judiciales y políticas”. “Todos tenemos derecho a salir y no nos tenemos que esconder de nada. No lo van a conseguir”, zanjó.
ESAN APUNTA A GKS
Por otro lado, el sindicato ESAN cree que estos episodios no responden a “la casualidad”, sino a una campaña orquestada” y “a un diseño estratégico con el fin de arrogarse para sí a la alegre y combativa juventud vasca”. A través de un comunicado, apunta directamente a GKS, quien “sabe que lo que vende entre ciertos sectores de juventud es el jaiak bai, borroka ere bai y el pim, pam, pum a la Ertzaintza, y lo va a explotar con ánimo de robar a Sortu su juventud. Tan maquiavélico como real”. “Los hombres y mujeres que componemos la Ertzaintza sabemos de esto. Aún quedan entre nosotros a pie de calle cientos, que sufrieron el intento de apartheid en décadas pasadas. No nos arrugamos entonces y no nos vamos a arrugar ahora”, sentencian, apelando a Bildu a que “no calle” ante estos graves incidentes.
La líder de Podemos Euskadi, Pilar Garrido, avisó de que con estas actitudes “está en juego el futuro”; mientras que la secretaria general del PP de la CAV, Laura Garrido, ve urgente una condena “sin paliativos, incluida la de los que siempre la rehuyen”.