el último Pleno aprobó por unanimidad crear la asociación Local de Energía para avanzar en el autoconsumo
El Pleno de Urnieta aprobó por unanimidad en su última sesión la creación de la Asociación Local de Energía de Urnieta. A través de esta iniciativa se pretende contribuir a la sostenibilidad energética promoviendo la producción y el consumo de energía renovable por parte de los vecinos.
De hecho, la producción de electricidad se lleva a cabo desde muchas pequeñas fuentes locales cercanas al consumidor final, es lo que se denomina energía distribuida. En el caso de Urnieta principalmente se emplearán placas fotovoltaicas. De esta manera, se obtendrían beneficios medioambientales, económicos y sociales para sus integrantes en el ámbito municipal.
Bajo todas esas premisas, se ha creado la comunidad energética de Urnieta que llevará a cabo una experiencia piloto seleccionando los dos edificios que tengan las mejores características, para después poder aumentarlos en función de la demanda.
En definitiva, el Ayuntamiento de Urnieta facilitará el acceso de la ciudadanía al autoconsumo y al consumo compartido de energías limpias y locales en el entorno urbano, acercando las instalaciones fotovoltaicas a sus viviendas, y desarrollando una cultura que favorezca la eficiencia energética en el consumo de los vecinos del municipio.
Según explicaron desde el Consistorio, la creación de la Asociación Local de Energía solo tiene ventajas. Así, señalaron que esta energía es limpia porque utiliza fundamentalmente placas fotovoltaicas que se integran con facilidad en el ámbito urbano.
Además, es eficiente dado que se genera cerca de donde se consume, reduciendo de esta manera las pérdidas de transporte y distribución. Por tanto, favorece el ahorro en la medida que la energía producida en las instalaciones locales está exenta de las tasas por el peaje de transporte energético y no implica costes de comercialización.
Asimismo, desarrolla un sistema de energía más sostenible, en la medida que incrementa la producción de energía renovable, diversifica las fuentes de energía y proporciona una mayor autonomía a las personas consumidoras finales.
Por contra, la producción tradicional es grande y centralizada, se produce en unos pocos centros de generación y requiere de amplias redes de transporte para llegar a su destinatario final.