La donostiarra Oihana Merino Cabrera es la nueva técnica de Diversidad y Convivencia del Ayuntamiento de Urretxu. Tiene una amplia experiencia y le gusta lo que ha encontrado.
Merino estudió Pedagogía y después se formó en cooperación para el desarrollo. “Como soy medio canaria, mi madre es de Lanzarote, finalicé allí mis estudios y fue allí donde comencé a trabajar. Viví durante 10 años en las Islas Canarias”.
Lleva 17 años trabajando. “Trabajé en varias ONG. Sobre todo, en Médicos del Mundo. Después, fui a Senegal. Pasé un año allí. La crisis de 2008 afectó a la socioeconomía canaria y decidí volver a casa. Desde entonces, he hecho de todo: he trabajado en la hostelería, en diversas asociaciones, en la enseñanza, en proyectos de cooperación para el desarrollo... Además, puse en marcha una pequeña empresa que se dedica a dar clases de manualidades”.
Son clases terapéuticas. “Imparto clases de manualidades desde un punto de vista terapéutico. Las manualidades son una herramienta para realizar un trabajo comunitario”.
Desde hace unas semanas es también la técnica de Diversidad y Convivencia del Ayuntamiento de Urretxu. “En Donostia, formo parte de un grupo de Whatsapp formado por mujeres. Compartimos información: actividades, ofertas... Una amiga me propuso presentarme al puesto de técnica de Diversidad y Convivencia del Ayuntamiento de Urretxu. Me dijo que buscaban personas con mi perfil y decidí presentarme. A la semana de hacerlo, ya estaba lista para venir”.
Merino sucede a Maite Aguado en el puesto de técnica de Diversidad y Convivencia. Comenta que seguirá con la labor iniciada. “Voy a dar continuidad al trabajo iniciado por las que me han precedido. Seguiremos con la escuela de acogida, el grupo de lectura fácil, las sesiones contra los rumores, el trabajo con el grupo +65...”.
Hogar del jubilado
A corto plazo, uno de los objetivos será revitalizar el hogar del jubilado Aterpe. “Queremos revitalizar el hogar del jubilado. La pandemia provocó un parón y está costando que retome la actividad y se acerque la gente. Vamos a trabajar junto con los mayores para dar un impulso al hogar del jubilado”, explica la donostiarra.
Lleva unas pocas semanas en Urretxu, pero se siente ya como en casa. Dice que los urretxuarras le han acogido muy bien. Le gusta todo lo que ha visto hasta ahora. “Estoy muy sorprendida, para bien. El planteamiento de la escuela de acogida me parece maravilloso. En las Islas Canarias también trabajé con inmigrantes, pero allí el contexto es muy distinto. En Urretxu se les ofrece una acogida muy buena y eso me parece maravilloso. Me gustaría que todos los ayuntamientos brindasen una acogida como ésta a los inmigrantes. Considero que el Ayuntamiento de Urretxu tiene una actitud muy positiva ante la diversidad. La escuela de acogida Urretxun Bizi Gara me parece un proyecto muy bonito”.
Esta escuela reúne a los recién llegados, les informa acerca de los servicios que se ofertan en la comarca, les ofrece información sobre el pueblo y les pone en contacto con las asociaciones locales. Merino considera que es el camino a seguir. “Hay que tomar la diversidad como algo positivo y gestionarla como tal. Es lo que está haciendo el Ayuntamiento de Urretxu”.
Ella misma se ha sentido muy bien recibida. “No conocía Urretxu. Me ha parecido un pueblo muy bonito. Hasta ahora, todo ha resultado muy agradable: la acogida de la gente, la del Ayuntamiento... Me lo han puesto todo muy fácil”, concluye.