La cooperativa de construcción de estructuras metálicas URSSA recurre a la subasta de su parcela del polígono de Júndiz, de más de 13 hectáreas, para intentar completar la liquidación tras el cierre en junio de 2022. La finca, que cuenta con infraestructura industrial, está valorada en 10,7 millones de euros y se sitúa en el corazón del puerto seco más grande del Cantábrico.
Al mismo tiempo, la compañía también pone a la venta otros terrenos en Adurza, valorados en 12,1 millones de euros.
Adjudicación por 5,3 millones
Aunque el precio de salida de 1.001 euros en ambos casos, las parcelas no se venderán por menos de 5,3 y seis millones, respectivamente, ya que las bases establecen una cuantía mínima para la adjudicación. El proceso está abierto en la web de Subastas Trademat hasta el próximo 5 de mayo.
La extensa finca de Júndiz está situada en la intersección de las dos arterias principales del polígono. Destinado a convertirse en puerto seco de referencia en la zona norte del país, con 642 hectáreas, es el más grande de Euskadi y uno de los mayores centros empresariales de Europa, y acoge a un número cada vez mayor de grandes corporaciones.
Tiene acceso directo a la Terminal de Contenedores de Renfe y a la autopista A-1. Además, el aeropuerto de Foronda se encuentra a 15 minutos de la parcela subastada, que dista nueve kilómetros del centro de la capital alavesa.
Terreno dotacional
Los terrenos de Adurza, por el momento con calificación rústica e industrial según el actual Plan General de Ordenación Urbana, se sitúan en la calle Campo de los Palacios, en el parque de Olarizu, junto al lago y al campo de fútbol.
Sin embargo el nuevo documento marco de ordenación urbana de Gasteiz contempla que esa parcela pierda su edificabilidad y se destine a suelo dotacional
Acogida a Ley Concursal en 2021
Fundada en 1961, la sociedad cooperativa URSSA, integrada en la Corporación Mondragón, entró en concurso de acreedores en febrero de 2021 con el fin de salvar su actividad y parte de los empleos, pero consumó su cierre hace apenas un año. Durante este proceso se ha desprendido de la mayoría de sus bienes y estos terrenos situados en la capital alavesa son los últimos que restan por vender.