Hoy en día es imposible pensar en salir de casa sin ciertos objetos. Ya sean llaves, identificación, la tarjeta de crédito o el teléfono móvil, todos ellos son indispensables en el día a día. Y es que es este último, probablemente, el más importante de todos y el que mayor uso se le da en la vida cotidiana.
Respecto al teléfono móvil, al ser un dispositivo electrónico, cuenta con ciertas ventajas y desventajas sobre otros. Para su correcto funcionamiento, requiere tanto de cobertura para poder realizar llamadas y, pese a no ser indispensable, de una conexión a internet para mandar mensajes y acceder a redes sociales y otras muchas aplicaciones.
Para contar con estos servicios, el teléfono móvil debe recibir correctamente diferentes señales. En lugares muy concurridos, como lo pueden ser los conciertos, grandes eventos deportivos y fiestas de grandes ciudades como la Aste Nagusia de Bilbao, la señal no va a ser la mejor.
El hecho de estar rodeados de miles de dispositivos que requieren de la misma señal para su funcionamiento en un lugar pequeño, hace que se pierda tanto la cobertura como la conexión a internet. En caso de no perderse por completo, es posible que la velocidad y calidad de las mismas se vea reducida considerablemente.
Uso del 4G
Para contar con conexión a internet en el teléfono móvil, la gran mayoría de los dispositivos utilizan las redes 4G. Siendo las más populares hoy en día, entre sus características destacan su alta velocidad y correcta gestión de grandes cantidades de datos.
El hecho de ser utilizado por gran parte de los usuarios, en el momento en el que una aglomeración de personas se reúnen en un mismo lugar hace que la recepción de la señal sea peor.
En un mundo en el que se utilizan las redes sociales como plataforma para almacenar y subir fotos y vídeos durante eventos, esto hace que las redes 4G se saturen. Así, la subida de estos archivos multimedia, además de los mensajes de texto y llamadas se vuelven más complicadas o imposibles de realizar.
Para evitar este problema, uno de los trucos más sencillos es cambiar la red de datos utilizada. En vez de acceder a internet a través del 4G, ciertos dispositivos cuentan con la opción de hacerlo mediante el 5G. Para ello, además del propio teléfono móvil, se necesita tener un plan con la compañía móvil que habilite este tipo de conexión.
La mejor vía es la anteriormente mencionada, que ya de por sí es más rápida que el 4G. Pero además de no estar disponible para todo el público, actualmente cuenta con limitaciones en términos de dispositivos. Por ello, en vez de optar por esta novedosa tecnología, también se puede dar un paso hacia atrás y escoger el 3G.
El truco de cambiar al 3G
Para afrontar este problema, la mejor herramienta para acceder a internet es el 3G. Pese a ser más antigua que el 4G y cuenta con una menor velocidad y gestión de datos, al ser utilizada por menos usuarios a día de hoy hace que no se sature tanto en eventos con grandes aglomeraciones.
Aunque, en comparación con el 4G sea relativamente peor, el servicio que ofrece es exactamente el mismo, ya que con su uso se pueden enviar mensajes, realizar llamadas e incluso navegar por internet. La única diferencia es que en casos en los que el intercambio de datos sea algo elevado, el tiempo de espera va a ser mayor.
Para cambiar el uso de datos móviles de una red 4G a 3G en un smartphone, lo único que hay que hacer es acceder a la pestaña de 'configuración' en el menú principal del dispositivo y, una vez ahí, entrar en la sección 'redes móviles' o 'conexiones'. Este último puede variar según el modelo y marca del teléfono.
Para evitar que la conexión a internet y cobertura se pierdan durante los eventos con grandes aglomeraciones, es aconsejable realizar este pequeño cambio y asegurarse de que se ha hecho correctamente antes de acudir al lugar.