Vacaciones de esquí en familia en Andorra: estas son las ventajas

Adiós a las altas temperaturas, la playa y el verano. Decimos adiós a la temporada estival para enfocarnos en un nueva que tiene mucho que aportar: el otoño e invierno. A pesar de que las vacaciones se asocien a los meses de verano, lo cierto es que no tiene por qué ser así, puesto que el turismo de nieve cada vez está obteniendo mayor número de seguidores. Estos meses, son perfectos para acudir a la estación de esquí Pal Arinsal y descubrir en familia todo lo que puede aportarnos tanto el esquí como la zona de Andorra. En este artículo desvelamos todas las ventajas que puede aportarnos.

Esquiar es divertido para todos

Las vacaciones, por norma general, son complicadas de planear porque tienen que adaptarse todos los miembros de la familia. A ciertas personas les apetecen viajes culturales o bien, ir de tiendas. Sin embargo, el hecho de optar por esquiar en Andorra siempre es una opción a tener en cuenta. Este lugar, cuenta con una gran cantidad de opciones para que las personas puedan elegir el plan que más les guste.

En el esquí, encontramos pistas para todos los niveles, con clases adaptadas a ellos y que así, permitan asegurar una correcta curva de aprendizaje. Seguramente, con ello toda la familia podrá esquiar en conjunto y disfrutar al ritmo que más les apetezca.

Por otro lado, encontramos que existe una gran variedad de precios adaptado a cada persona y familia. En la variedad está el gusto y en el esquí, no es un aspecto que no se tenga en cuenta. Lo mejor es buscar esquiar con un paquete todo incluido. Se suelen encontrar muy buenas ofertas y, con ello, no hay que preocuparse por escoger el material, conseguir los skipass, contratar clases y un largo etcétera.

La mejor opción para el ejercicio físico

Practicar esquí también es sinónimo de disfrutar del ejercicio. Se realizan movimientos que permiten mantener la musculatura en forma, tanto para adultos como pequeños. Además, no nos daremos cuenta de que estamos practicando ejercicio, puesto que estaremos centrados en disfrutar y en el contacto con la naturaleza. En una hora de esquí aproximadamente, se queman en torno a 500 calorías, por lo que es idéntico a correr media hora y resulta menos monótono.

Otra ventaja a tener en cuenta es que se construyen lazos y se establecen vínculos. En una aventura como la nieve, podemos compartir vivencias y experiencias que quedarán para siempre en nuestra memoria. Los más peques sentirán satisfacción y valorarán la importancia de pasar días en familia, teniendo en cuenta en todo momento lo vital que es la naturaleza y protegerla. Es una oportunidad magnífica para reunirse, comentar la jornada y destacar qué aprendizaje se ha obtenido.

Por todo ello, optar por unas vacaciones en familia en la nieve esquiando se convierte en una de las mejores ideas que podemos tener. Ahora que conocemos cuáles son las ventajas, es el momento de disfrutarlas in situ haciendo la maleta y activando el mood de esquiar para vivir unos días de descanso en Andorra únicos.