La ciudad de Valencia, mejor dicho su gente valencianista, se viste de gala de cara al encuentro histórico de este miércoles en Mestalla. Otra parte de la ciudad, la de Orriols y por tanto territorio levantenista, respira deseos diferentes. Muchos de estos últimos quieren que gane el Athletic. La rivalidad impera.
Todo ello en una ciudad que se prepara para vivir en toda intensidad sus Fallas y el ruido genuino al mediodía de la mascletá comienza a calentar el ambiente festivo al margen del fútbol, que se quiere sumar a la fiesta. La avenida Suecia, donde se ubica Mestalla, y alrededores ya ofrecen una estampa de Copa, donde las banderas blanquinegras y la leyenda Amunt (arriba en valenciano) predominan en ventanas y terrazas.
Lo cierto es que el Athletic quiere silenciar la zona valencianista de la ciudad y conseguir el billete a su tercera final consecutiva de Copa en un estadio, anteriormente denominado Luis Casanova, que le trae paradójicamente recuerdos para no olvidar. Algunos de ellos solo los pueden rememorar athleticzales que han alcanzado, como mínimo, la cincuentena de recorrido vital. Son pasajes escritos en letras de oro en la historia de la entidad bilbaina, que confía que en esta ocasión el desenlace le vuelva a sonreír como ocurrió en las cinco situaciones más cercanas en el tiempo y que marcaron un antes y un después.
1 de mayo de 1983
El gol de Tendillo que dio la liga al Athletic
Fue una tarde en la que los transistores echaron humo cuando las redes sociales de hoy en día ni entraban entonces en los guiones de films de ciencia-ficción. Aquel día se disputaba la última jornada de la liga de aquella temporada y en la que el Real Madrid y el Athletic se jugaban el título en sus enfrentamientos ante el Valencia y Las Palmas, respectivamente, dos equipos que para más inri necesitaban ganar para no descender.
Al Madrid le valía incluso sacar un punto en Mestalla, mientras que el Athletic debía ganar en el Estadio Insular y que el conjunto merengue no lo hiciera. Sucedió esta última combinación para algarabía bilbaina, que se hizo con el entorchado liguero 27 años después del anterior.
El conjunto que dirigía Javi Clemente hizo su deberes al golear al Las Palmas por 1-5 con goles de Sarabia, por partida doble, Dani, Argote y Urtubi; momento en que el foco se puso en Mestalla. Allí el Valencia que dirigía desde marzo de ese año Koldo Agirre, leyenda en el Athletic y fallecido en julio de 2019, se adelantó en el marcado con gol de Miguel Tendillo, tesoro que el cuadro che aguantó hasta el pitido final. El Valencia salvó la categoría y a más de 2.000 kilómetros de distancia el Athletic se proclama campeón de liga.
22 de abril de 1984
Noriega llegó a tiempo para repetir título
Mestalla, denonimado Luis Casanova por entonces, volvió a cruzarse en el camino del Athletic un año después. En esa ocasión, el conjunto de Javi Clemente se la jugaba en la penúltima jornada de liga y en la que dependía de él mismo para culminar el objetivo de revalidar el título. Con el average particular ganado con el Real Madrid, el conjunto rojiblanco y el madridista afrontaron los dos últimos paridos igualados a puntos, por lo que la tensión y la emoción fueron evidentes.
El éxito del Athletic pasaba por superar al Valencia y a la Real Sociedad en San Mamés. El compromiso en Mestalla no fue apto para todo tipo de cozarones. El duelo entró en su último cuarto de hora con el marcador sin moverse, hasta que Dani, el capitán de los leones, batió en el minuto 77 a Sempere.
La alegría les duró bien poco, porque tres minutos después, el valencianista García Pitarch firmó el 1-1. El mazazo fue monumental para el Athletic, conocedor de que el Madrid ganaba con comodidad al Valladolid. El título se alejaba, pero Txema Noriega, un ariete a la vieja usanza, llegó a tiempo para ejecutar el 1-2 definitivo. Una semana después, el Athletic entonó el alirón tras vencer a la Real Sociedad (2-1) en un histórico derbi en el viejo San Mamés.
2 de diciembre de 2007
Una goleada que permitió respirar a Caparrós
Mestalla es un campo relativamente amable para el Athletic en los últimos tiempos. Ha encajado derrotas dolorosas, pero también ha firmado victorias inapelables, algunas de ellas a modo de goleada que le han servido para curar heridas, Una de ellas se produjo en la décimo cuarta jornada de liga en la primera campaña de Joaquín Caparrós al frente del Athletic.
No fueron unos inicios tranquilos para el de Utrera, que cogió a un conjunto que venía de padecer todo un vía crucis en los dos cursos anteriores, por lo que ese vértigo se mantuvo durante ciertos momentos en el arranque de la etapa Caparrós. No en vano, el Athletic se presentó en Mestalla en una posición delicada, a solo dos puntos de la zona de descenso, para medirse al Valencia de Ronald Koeman, que ocupaba la cuarta plaza.
Caparrós, con tres victorias en trece partidos, cambió de sistema para aplicar un plan más atrevido de lo que solía ser habitual y visto lo visto le salió perfecto, porque el conjunto rojiblanco se exhibió, sobre todo gracias a la actuación estelar de Fran Yeste, autor de un golazo, y de Fernando Llorente, con un doblete, para lograr una victoria que calmó la ansiedad y aportó beneficios a corto plazo.
13 de mayo de 2009
Regreso a una final de Cipa 24 años después
Valencia se tiñó de rojiblanco durante aquellos días de primavera. La ocasión así lo requería, ya que el Athletic regresaba a una final de Copa 24 años después. La espera se había hecho demasiado larga e incluso generaciones desconocían lo que era vivir un momento así, tan especial para una entidad de la genética de la bilbaina.
Más de 50.000 almas athleticzales se dieron cita en la ciudad levantina, la mitad sin entradas, lo que proyectó un Mestalla que se quedó pequeño para acoger una cita histórica. El ambiente fue espectacular, el sector de servicios, comercial y de hostelería de Valencia hizo el agosto, aunque la fiesta no fue completa en clave Athletic.
El conjunto de Joaquín Caparrós, que apeó en semifinales al Sevilla en una inolvidable noche en la antigua Catedral, se topó con el Barça de Guardiola, que por entonces ganaba prácticamente todo lo que jugaba, si bien los leones soñaron con la proeza cuando se adelantaron en el marcador gracias al tanto de Gaizka Toquero. La celebración de ese gol fue de época, peor la realidad se impuso con el paso de los minutos, en los que el Barça dio la vuelta a la final para imponerse por 1-4. Supuso el inicio de una nueva época para el Athletic.
17 de marzo de 2016
Aquel gol de Aduriz que supuso continuar en Europa
El Athletic vuelve a Mestalla para resolver una eliminatoria seis años después. Entonces, se trataba del partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League y exiten ciertas similitudes en esta ocasión con aquel momento. El conjunto de Ernesto Valverde había vencido en la ida por la mínina (1-0) que dejaba abierta la eliminatoria pra la vuelta, que se disputó en plenas fallas valencianas.
El Athletic, respaldado por unos 5.000 aficionados, estuvo contra las cuerdas durante muchos minutos después de que el conjunto che se adelantara por partida doble. El 2-0 dejaba fuera a los leones, a los que le savó su fe en el tramo final, cuando una acción iniciada por Markel Susaeta tuvo continuidad en Raúl García que sirvió a Aritz Aduriz para que este hiciera el 2-1 ante su exequipo y meter al Athletic, gracias al valor doble del gol como visitante y cuya plusvalía se ha desactivado desde este curso, en los cuartos de final de la competición, donde se quedaron fuera de las semifinales ante el Sevilla en la tanda de penaltis.