Mientras se sorteaban los octavos de final de la Europa League, ayer en Nyon, la plantilla de la Real Sociedad apuraba su entrenamiento en las instalaciones de Zubieta. Cero distracciones. Imanol Alguacil solo mira al siguiente partido, y este se juega esta noche en el campo del Valencia. Ni atisbo aún de la Roma ni de Mourinho. La visita a Mestalla, además, cuenta con particularidades suficientes como para no bajar la guardia, por mucho que el equipo che esté desmoronándose en caída libre. Los de Rubén Baraja ocupan puestos de descenso. Y vienen de perder un duelo directo en Getafe. Pero su afición se ha conjurado este semana para aislar en el disparadero a la propiedad del club y arropar a un equipo que necesita su aliento para no marcharse a Segunda. El peligro de descenso parece muy real.
Para jugar en semejantes circunstancias a orillas del Turia, la Real recupera a Jon Pacheco y Andoni Gorosabel, las dos novedades positivas en la convocatoria. Navarro y arrasatearra ocupan las vacantes dejadas por el potrillo Urko González de Zárate y por un Ander Guevara que vuelve a quedarse fuera por problemas físicos. En lo que respecta a la alineación, mientras, Mikel Merino tiene opciones de regresar a la alineación titular en detrimento de Illarramendi o incluso de Brais Méndez. Los demás aguantarían en el once respecto al partido ante el Celta, lo cual significaría una curiosa paradoja: con Sola y Gorosabel ya disponibles, Barrenetxea continuaría en el lateral diestro. La otra gran incógnita alude al sistema, pues con los mismos futbolistas de ataque (Kubo, Oyarzabal y Sorloth) Imanol puede apostar por un 4-3-3 o por un 4-4-2 con rombo.
Enfrente, el Valencia ha montado un circo y le han crecido los enanos. Su situación deportiva viene de lejos, de hace unas cuantas semanas ya. Pero es que durante este tiempo, además, se le han lesionado futbolistas importantes como Cavani o Gayá. El lateral izquierdo y capitán cayó el lunes en el mencionado partido del Coliseum, donde terminaron de encenderse todas las luces de alarma. Los equipos de la zona baja no paran de sumar. El conjunto che apenas lo hace (un punto en los últimos ocho encuentros ligueros) y el comodín del cambio en el banquillo ya ha sido utilizado, sin resultados en el cortísimo plazo. Rubén Baraja debutó perdiendo en Getafe, pero apunta hoy a dar continuidad a la estructura 4-3-3 y a todos los futbolistas que puedan repetir dentro de un plantel cogido con pinzas.