Los ríos Pas, Pisueña y Miera dibujan en Cantabria una comarca de belleza inigualable y que ofrece múltiples posibilidades a quien se decide visitarla. En Onda Vasca, hemos recorrido los Valles Pasiegos de la mano de Mateo Monasterio, técnico de Comunicación, Cooperación y Dinamización de la Asociación para la Promoción y Desarrollo de los Valles Pasiegos. Monasterio nos ha explicado que "a diferencia del turismo de costa, la gente que viene a visitarnos está más días. Las estadísticas nos dicen que la gente está más de 5 ó 6 días aquí, o sea, que viene exclusivamente a quedarse por los valles", aunque por la orografía de la comunidad cántabra, también es posible elegir esta zona como base para hacer una escapada de un día a la playa, a la capital, etc...
Los valles pasiegos se caracterizan por el color verde. Asegura Monasterio que "es un paisaje cultural rodeado no de un verde, si no de 10.000 verdes". Una zona que guarda en su interior pequeñas joyas como Liérganes, uno de los pueblos más bonitos de España, San Roque de Riomiera, que invita a hacer turismo activo en naturaleza, o Celaya, que alberga el Museo del Sobao.
De hecho, la gastronomía es otro de los platos fuertes de esta zona pero no la única. En esta comarca es posible aprender a jugar a un deporte autóctono de Cantabria, el Bolo Palma, alojarse en una cabaña pasiega con precios adaptados a todos los bolsillos, descansar en balnearios como los de Puente Viesgo, Liérganes o Alceda, o conectar con nuestro pasado más remoto en la Cuevas de Monte Castillo.
Y todo ello, en un ambiente de relax. Tal como recuerda Mateo Monasterio, el eslogan turístico de la zona es "Valles Pasiegos, donde habita la calma".
Puedes escuchar la entrevista íntegra a Mateo Monasterio aquí: