A este Athletic le sienta a las mil maravillas jugar lejos de Bilbao. Al menos así ha sido en sus dos primeras salidas del curso. A la gran actuación coral de la tercera jornada en el Nuevo Mirandilla, donde goleó al Cádiz (0-4), agregó ayer otra actuación convincente, sin el brillo de aquella, pero igual de eficaz de cara a gol (1-4). Los leones pasaron por encima del Elche en la primera mitad y se dedicaron a dormir el partido en la segunda, en la que incluso pudieron ampliar su renta, ante un rival que solo atacó con cierto peligro en un par de acciones. Cuatro goles fueron suficientes para darle la razón a Ernesto Valverde, que en la previa del choque ante el conjunto ilicitano aseguró que su equipo tiene gol.
En concreto, sorprendió a los asistentes a la rueda de prensa con la siguiente afirmación: “Podemos hacer gol en cualquier momento, no somos un equipo que no tenga gol. Tenemos jugadores con gol que se relacionan bien con esa situación”. Sus palabras pudieron sonar a bilbainada, pues el Athletic únicamente había marcado un gol en sus tres primeros partidos en San Mamés, igualando algún récord negativo de esos que se dan muy pocas veces, afortunadamente. Pero como el fútbol es caprichoso, demasiado en ocasiones, sus futbolistas quisieron darle la razón al técnico y ofrecieron toda una exhibición de pegada. Hasta el punto de que en la primera mitad realizaron cinco disparos a puerta para anotar cuatro tantos.
En transiciones rápidas, con espacios, dándole mucha velocidad a las contras y aprovechando los favores del Elche, que no fueron pocos, el Athletic dejó el partido visto para sentencia en un abrir y cerrar de ojos. Ganaba 0-3 en el minuto 22 y de golpe y porrazo se quitó esa sensación extraña, ese regusto amargo, de los choques ante el Mallorca y el Espanyol, en los que no ganó, pero en los que de haber estado un poco más fino de cara a gol, habría sumado los tres puntos.
Ante el Elche, Alex Berenguer prolongó su buena racha, ya lleva tres goles en cinco partidos, y Nico Williams se gustó para acallar las dudas suscitadas tras la gris imagen que ofreció frente al Espanyol y, de paso, estrenarse como goleador en Primera. De él, y otros, aunque sin citarle, Valverde dijo en la previa lo siguiente: “Hay otros jugadores que no se asocian tan fácil con el gol pero que lo van a hacer. Van a ir creciendo porque son jóvenes”. Tras cinco jornadas, el menor de los Williams suma un tanto y una asistencia.
Ahora, habrá que ver si la certeza del técnico rojiblanco tiene continuidad en el tiempo, con mención especial a las citas que se disputan en San Mamés, o solo tienen recorrido lejos de Bilbao. Por lo pronto, los dos siguientes encuentros, frente al Rayo Vallecano y el Almería, respectivamente, se celebrarán en La Catedral, por lo que tocará afinar la puntería para engordar el saco de goles actuando como local.
Como en la 2001-02
El triunfo ante el Elche, el segundo en otros tantos encuentros disputados a domicilio este curso, supone igualar lo conseguido en la temporada 2001-02. Entonces, con Jupp Heynckes en el banquillo, el Athletic obtuvo la victoria en los dos primeros partidos de liga disputados lejos de San Mamés. Al triunfo por 1-3 en el derbi jugado en Anoeta frente a la Real Sociedad le siguió, ya en la tercera jornada, la victoria ante el Deportivo en Riazor (1-2). Entonces, la buena racha a domicilio se prolongó hasta el tercer choque, en el que el Málaga tampoco pudo con el conjunto rojiblanco, que se llevó los tres puntos de La Rosaleda (1-2). Sin la facilidad goleadora de este curso, el Athletic deberá esperar hasta el fin de semana del 8-9 de octubre para poder igualar ese arranque.
La cifra
91 días son los que llevaba Iñigo Martínez sin disputar un encuentro oficial. El central de Ondarroa cerró el curso pasado el 12 de junio en un partido con la selección española y, si bien había participado en algunos amistosos de pretemporada con el Athletic, una lesión le impidió ser de la partida en las tres primeras jornadas.