En el Mundial de los prodigios, donde participó un ciclista del Vaticano, Schuurhuis (no finalizó), se vivió un acontecimiento incluso más surrealista. Mathieu van der Poel fue detenido por la policía australiana debido a un incidente en el hotel en el que se alojaba. Dos jóvenes aporrearon la puerta de la habitación del ciclista, alrededor de las 22.30 horas, durante un largo periodo mientras este trataba de dormir antes de competir.
Van der Poel salió de la habitación enojado y hubo una fuerte discusión. En la misma, una de las adolescentes, de 13 y 14 años respectivamente, sufrió una pequeña lesión (un rasguño en el codo) durante el forcejeo. Van der Poel la empujó.
“Hubo una pequeña disputa. Me acostaba temprano y muchos niños se vieron en la necesidad de tocar la puerta de mi habitación continuamente. Acabé con los ruidos. No les pedí amablemente que pararan. Luego llamaron a la policía y me arrestaron. Aquí son muy estrictos. No volví a mi habitación hasta las cuatro de la madrugada”, dijo el ciclista.
La policía se personó en el hotel y el ciclista fue trasladado a comisaría, donde permaneció hasta las 4.00 horas de la madrugada, cuando pudo regresar al establecimiento hotelero. A Van der Poel le retiraron el pasaporte al ser denunciado y tendrá que presentarse el juez para declarar esta semana.
Van der Poel podría pasar varias semanas en Australia hasta que se resuelva la situación. El astro neerlandés pudo acudir a la salida, pero visiblemente alterado y sin apenas descansar, abandonó el Mundial.